INVIERNO

QUINCE

El enlace de comunicación tomó siglos en conectar, mientras Kai estaba de pie frente a la pantalla con sus manos en la espalda y su corazón golpeando más fuerte que el motor de la Rampion. Ni siquiera se había molestado en cambiarse su traje de bodas que usaba cuando fue secuestrado, pensaba que Levana podría apreciar que el contactarla fuese si prioridad más importante -por encima de un refrescante cambio de ropa, aún por encima de alertar a los medios terrestres de su regreso.

Usaría cualquier táctica que exista para encontrar su lado bueno. Cualquier cosa para hacerlo creíble.

Finalmente, finalmente, el pequeño globo en la esquina del portavisor dejó de girar y la pantalla brilló mostrando a Levana en su fino velo blanco.

"¿Puede ser mi querido joven emperador?" Dijo como un arrullo. "Te había dado por perdido. Ha sido más de un mes ¿creo? Estaba segura de que tus captores ya te habían asesinado y desmembrado."

Kai sonrió, pretendiendo que ella estuviera bromeando con él. "Unos cuantos moretones aquí y allá, pero nada tan horrible como eso."

"Ya veo," reflexionó Levana, inclinando la cabeza. "El moretón de tu mejilla parece reciente."

"Más reciente que otros, sí," dijo Kai. Pretendiendo que su tiempo abordó de la Rampion había sido una tortura, apenas soportado, era el primer paso de su estrategia. "Linh Cinder dejó claro desde el principio que yo era un prisionero en su nave, no un invitado. Aquí entre nos, creo que sigue algo molesta por haberla encarcelado en el baile."

"Que salvaje."

"Me considero afortunado ahora. Por fin fui capaz de negociar mi libertad. Acabo de regresar a Nueva Beijing. Informarte de mi regreso era mi prioridad principal."

"¿Y a que se debe tal feliz ocasión? Supongo que esa negociación debió ser algo pesado."

"Mis secuestradores tienen muchas demandas. Un pago monetario, por supuesto, e incluso que ordene detener la búsqueda de los fugitivos, ambos Linh Cinder y Carswell Thorne."

El velo se movió mientras Levana ajustaba sus manos en su regazo. "Debieron creer que su captura era inminente," dijo ella, por su tono de voz, parecía impresionada. "Pero no entiendo cómo puede ser así, no aprender a aquellos que irrumpieron en tu propio palacio."

La sonrisa de Kai permaneció serena. "A pesar de eso, accedí. Ahora bien, no garanticé que el resto de la unión no lo hiciera o Luna. Espero que sean capturados y que se haga justicia por sus crímenes, incluidos el asalto a mi palacio y mi secuestro."

"También espero eso," dijo Levana, él sabía que ella solo se burlaba de él, pero por primera vez el saber eso no se arrastró debajo de su piel.

"Hay una demanda adicional." A su espalda, Kai apretaba cada vez más las manos, forzando a su energía nerviosa a quedarse allí. "Han insistido en que me rehusé a continuar con los términos de la alianza que habíamos concretado. No permitirán que la boda continúe."

"Ah," dijo la reina, con una risa maliciosa, "ahora veo porque contactarme era tu principal prioridad. Estoy segura de que estas destrozado por aceptar tan atroces términos."

"Realmente no," respondió él.

Levana se recargó hacia atrás, y él pudo ver sus hombros temblar. "¿Y por qué estos criminales se entrometen con políticos intergalácticos? ¿No son conscientes de que ya son responsables de iniciar una guerra entre nuestras naciones? ¿No creen que voy a encontrar una manera de sentarme en el trono de la Comunidad, independientemente de su ganga egoísta?"

Kai tragó saliva dolorosamente. "Tal vez su interés tiene que ver con la afirmación que hacen de que Linh Cinder es la perdida princesa Selene."