Por mi vida.

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Los golpes contra la puerta de su habitación lo hicieron despertar, se levantó de la cama con los ojos entrecerrados y arrastrando los pies por el suelo. Abrió la puerta y se apoyó contra el borde de esta, ahora sí, con los ojos completamente cerrados.

Aunque eso no duró mucho, ya que al escuchar el pequeño sollozó que soltó la chica frente a él sus ojos se abrieron de inmediato.

-¿Vuelves a tener pesadillas? -preguntó.

Ella asintió con los brazos cruzados sobre su pecho y los ojos clavados en el suelo. Neith le tomó de la muñeca y la llevó con él hasta su cama.

-¿Quieres que te lea un poema? -ella negó mientras se acostaba.

-¿Entonces?

-¿Podrías cantarme?

-Beth, no soy Heather -dijo acostándose junto a ella, pero a medio lado para poder mirarla.

-Lo sé -murmuró.

-¿Qué canción?

-Asleep -él suspiró.

-Vale, pero casi ni recuerdo la letra.

-Esa era tu canción favorita -soltó mirando al techo.

-Era.

Los ojos de Annabeth se incrustaron en el cielo raso de la habitación mientras Neith cantaba, casi parecía que ni siquiera parpadeaba. Hubo un momento en el que comenzó a llorar y las lágrimas viajaban a los costados de su rostro hasta caer en la almohada, él dejo de cantar, pero ella le pidió que continuara. Repitió la canción hasta conseguir que la ojiverde cerrara los ojos y se hiciera un ovillo junto a él.

Sabía que iba a ser una tarea difícil con Annabeth, pero estaba dispuesto a hacerlo si de esa forma podría acabar con los demonios que la agobiaban.

Elizabeth bajó las escaleras topándose con Dylan discutiendo con su madre. El pelirrojo estaba que echaba humo mientras su madre le gritaba con desespero.

-¿Qué carajos está pasando? -preguntó Elizabeth colocándose junto a su hermano.

-¡El vocabulario, Elizabeth! -le riñó su madre, quien respiró profundo apartando la mirada- Dylan quiere volver a Estados Unidos contigo -soltó cada palabra con gran dificultad.

-Está bien para mi -contestó ella sonriendo.

-Para mi no -respondió Genevive- ¿Creen qué es fácil para mi saber que me culpan de todo lo que ha pasado desde la muerte de su padre? ¿Acaso creen que fue fácil para mi perderlo? ¡Lo amaba! Y odiaba tener que verlo consumirse de esa forma, por eso lo interne, porque creí que podría recuperarse, pero al ver que no hacía avances el corazón se me hizo añicos y no pude verlo más de esa forma -gimoteó recuperando el aliento- Creen que quiero hacerles miserables, pero no es así. Lo que intento es evitar que terminen como yo, no quiero que crean que su vida y su felicidad depende de alguien, quiero que vean que son lo suficientemente fuertes como para soportar sin tener a alguien que aman junto a ustedes. Cuando vi como te viniste a abajo al perder a Neith, supe que lo necesitabas tanto como la sangre en tus venas, Elizabeth. Vi como te consumiste y no puedo soportar el saber que eres tan vulnerable. Y Dylan, si te aleje de Zack no fue para hacerte daño, sólo intento que notes que no tienes porque depender de él.

-Mamá...

-Sé que quieren alejarse de mi, sé que creen que soy una maldita, pero todo lo que he intentado hacer es protegerlos. No quiero perderlos como lo perdí a él, ¿entienden?

-Buenos días -dijo Heather desde los escalones de arriba.

Todos se giraron a mirarla, cosa que le hizo sentirse demasiado incómoda.

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