FOOLS.

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Estaban sentados en la orilla del río con la ropa mojada y sucia, sus cabellos se pegaban a sus rostros por la humedad y el sol les daba de llano en la cara. Aquel podría ser por mucho el día más caluroso en el pueblo.

-Me siento mal -murmuró Heather pálida- Creo que trague mucha agua asquerosamente sucia.

-Que va, sólo necesitas un poco de sol -respondió Elizabeth mirándola de reojo para luego soltar una carcajada- Hay unas pastillas en mi bolso, toma una y ya esta.

-Esto es como una misión imposible -murmuró Annabeth con los ojos cerrados.

-No hay nada imposible -le dijo la pelilila.

Neith se levantó sin decir nada y caminó hasta donde se encontraba Heather tomando agua, se recostó contra el tronco del árbol que estaba tras de él y la miró, ella simplemente lo ignoró no queriendo ceder ante él.

-Heath...

-No. No lo hagas -dijo ella.

-¿Qué no haga qué? -sonrió.

-Pedir disculpas o lo que sea que vayas a hacer, Neith. Dejemos las cosas como están.

-Yo sólo quería agua y te iba a pedir la botella -la pelirosa se puso del color de su cabello muriéndose de la vergüenza y le paso la botella nerviosa, él rió y tomó su muñeca haciendo que ella soltara la botella por los nervios- En realidad sí quiero hablar contigo -le acomodó un mechón de cabello tras la oreja.

-¿De qué? -le miró a los ojos tragando en seco.

-De porqué teñiste tu cabello de rosa, es un poco tonto considerando que nunca te ha gustado mucho el color.

-¿Y? Es mi cabello y yo hago con el lo que se me antoje.

-Entonces, como son mis labios y puedo hacer con ellos lo que se me antoje, ¿puedo besarte? -ella salió de su agarre inmediatamente y él volvió a reír- Era sólo para probar tu punto. Relajate.

-¿Cuál es tu maldito juego?

-No sé de que hablas -se agachó y tomó la botella de agua.

-¡Deja de hacer esto! Ya para de jugar conmigo.

-Heather, yo no te veo como un maldito objeto como para jugar contigo, ¿sabes?

-¿Entonces por qué haces esto?

-¿Para evitar que nuestra relación se torne molesta y odiosa? No lo sé, ¿acaso quieres que te trate como basura sólo porque terminamos?

-No lo entiendes, Neith. Yo no puedo actuar como tu, no puedo hacer que me valga mierda todo. A mi aún me duele.

-¿Y crees que a mi no? ¿Crees que es fácil tenerte así de cerca y no poder hacer nada? Es una tortura, pero no puedes vivir siempre herida y yo te hiero, Heather -suspiró y se alejó volviendo a sentarse junto a su mejor amiga.

-¿Paso algo ahí atrás? Te demoraste.

-Nada, sólo que Heather traga agua como inodoro.

Elizabeth sonrió y volvió a acostarse sobre el pasto sin creerle ni una sola palabra a Neith.

Dos horas después volvían a estar en la casa de Elizabeth, sentados en el suelo de la estancia viendo lo que fuera que estuvieran pasando a esa hora en la televisión. El timbre comenzó a sonar y Dylan estaba a punto de levantarse cuando Elizabeth le dijo que ella iba.

Avanzó hasta la puerta revisando unas cosas en su celular y abrió la puerta sin levantar la cabeza, luego de checar una última cosa miró hacia el frente y ahogó un grito.

Purple EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora