Llora si eso hace que tu alma sane.

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Cuando Neith consiguió que su madre accediera a hacer lo que él le estaba pidiendo lo primero que hizo fue llamar a Elizabeth. La sonrisa que tenía en ese momento abarcaba todo su rostro, por primera vez en mucho tiempo se sentía útil, sentía que podía ser de ayuda.

-¡No puedo creer que lo hicieras! -chilló emocionada- Eres un jodido ángel.

-Me halagas.

-Neith, hablabas de que yo los había salvado, pero ¡acabas de hacerlo tú! Las salvaste -rió.

-No creo que sea para tanto -murmuró.

-¿Recuerdas que dije que no eras el Neith que quería salvar? No pude estar más equivocada, nunca cambiaste, siempre fuiste mi Neith, mi mejor amigo, mi alma gemela, siempre el Sol que me hizo brillar y siento tanto haber dudado de ti...

-Effy, está bien. Nunca fui la mejor persona.

-¡Deja que me disculpe contigo, idiota! -volvió a reír- Estoy tan orgullosa de ti. ¡No puedo creer que hayas convencido a mi madre!

-¡Deja de gritar! Y no fue tan difícil, ella siempre ha tenido un apegó por Heather, dice que le recuerda a un cachorro perdido.

-Sigo sin poder creerlo, es todo una locura. Heather va a ser mi hermana, no puedo creerlo.

-Bueno, al menos no vas a tener a la depresiva de Annabeth -bromeó.

-¡¿AMY ACCEDIÓ?!

-Te dije que dejaras de gritar. Y sí, fue más sencillo con ella.

-¿Ya les diste la noticia?

-Aún no, Beth aun no sale de cárcel y no quiero decirle estando allí.

-¿Qué fue lo qué hizo que quisieras hacer esto, Neith?

-Fueron sus ojos cuando me dijo que tenía miedo, me hicieron recordar...

-¿Qué recordaste? -él se tomó su tiempo antes de contestar.

-Cuando mi padre murió. Los ojos de Annabeth son iguales a los de mi padre. ¿Recuerdas cuando saliste de debajo de las escaleras y corriste hacía mi, pero yo no reaccionaba ante ti? Mi padre me había dicho que no tuviera miedo de salvarme, de salvarnos, Effy. Y hasta ahora nunca entendí que había querido decirme.

-Así que no tuviste miedo. Nos salvaste, Neith. Nos arreglaste. Todo el mundo siempre creyó que sería yo la que solucionara todo, pero al final fuiste tú.

-Soy spiderman -ella rió.

-¡Estoy tan feliz! Mamá va a tener que ir para hacer todo el papeleo y nos va a llevar con ella. ¡Vamos a vernos, Neith!

-Eso quiere decir que Beth y yo podremos ir en vacaciones de invierno.

-Y luego Heather y yo volveremos en Febrero con ustedes. Todo va a ir genial.

-¿Puedes creer que por fin algo nos vaya genial, Effy?

-Parece irreal.

-Parece un sueño.

-¡Neith, tenemos que ir al juzgado! -le llamó su madre.

-Tengo que irme. Y tú tienes que ir a dormir así que adiós.

-Adiós, Neith. Te quiero -cortó la llamada.

Neith volvió a la estancia encontrándose con Heather que estaba sentada hablando con su madre, ambos se miraron y asintieron.

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