- Sus, menea el culo que perderemos el avión. - Notaba como los nervios invadían mi cuerpo mientras esperaba a mi amiga del alma.
- ¡Voy! - Mis padres y yo estábamos esperando a Susana en el salón de su casa mientras ella terminaba de coger sus cosas. Ambas optamos por llevar lo justo y necesario dado que allí compraríamos mucha ropa, demasiada, a decir verdad.
- Llámanos por Skype cuando aterrices. - Susana y yo nos despedimos de sus padres.
- Hasta dentro de unos meses. - Los padres de Susana nos miraron entristecidos. Les dijimos adiós con la mano desde el interior del coche. Al fin y al cabo, teníamos pensado venir para navidad, no sería muy dolorosa la separación.
En cuarenta y cinco minutos llegaríamos al aeropuerto donde nos despediríamos de España y saludaríamos a Estados Unidos.
Mi padre aparcó en el parking del aeropuerto de Barajas, Madrid. Nos bajamos y cogimos nuestras maletas. Estuvieron con nosotras hasta que el aeropuerto nombró nuestro vuelo: "Atención pasajeros, acudan a zona de embarque con destino Madrid- Miami.".
Nos despedimos de mis padres y nos dirigimos a la zona de embarque, pronto se abrirían las puertas y podríamos acceder al interior del avión.Nos montamos en el avión y esperamos a que comenzara a ascender dejando atrás nuestra tierra natal.
- Allá vamos...- Susana me cogió la mano al notar que el avión se movía.
- Hasta pronto, Madrid. – Apreté mi mano y le regalé una sonrisa.
[...]
El vuelo fue bastante tranquilo. Me pasé gran parte del vuelo durmiendo al igual que Susana.
Cuando aterrizamos cogimos nuestro equipaje de mano y nos dirigimos a la zona de recogida de equipaje.
Una vez que teníamos controlada la situación del equipaje, nos dirigimos a la salida del aeropuerto.
Deslicé mis ojos por cada uno de los presentes hasta que encontré a mi querido hermano, Félix. Me miraba sonriente. Corrí hacia el soltando las maletas y dándole un fuerte abrazo.- Te he echado de menos, enana. - Me dio un beso en la mejilla y yo hundí mi cabeza en su pecho.
- Anda que yo...- Me separé para que Susana pudiese saludarle.
- Hola, Sus. – Gran parte de la cara de mi hermano, estaba ocupada por una enorme sonrisa.
- Hola. - Se dieron un abrazo y después Félix nos ayudó con las maletas.
Félix se montó en el asiento del piloto mientras yo me sentaba en el del copiloto cediéndole la parte de atrás a Susana.
- ¿Vives muy lejos? - Félix arrancó el coche y puso rumbó a la casa en la que vivían Óscar y él.
- No, a unos diez o quince minutos si no hay tráfico. - Asentí y me acomodé en mi asiento.
- Estoy deseando ver a Óscar. – De la emoción que sentía, apenas cabía en el asiento.
Óscar era parte de nuestra familia al igual que Susana. Cuando Félix y yo nos aburríamos, ambos venían a pasar el fin de semana con nosotros.
- Con respecto a eso... Os tengo que informar de algo. - Susana y yo miramos confusas a mi hermano. No entendíamos nada de lo que decía.
- ¿A qué te refieres? - Arqueé la ceja esperando una respuesta.
- Alex, no solo vivimos Óscar y yo en la casa, a decir verdad, es una casa enorme. - Susana y yo nos miramos atónitas.
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Demasiada Testosterona (TERMINADA & EN EDICIÓN)
Ficção AdolescenteLos padres de Alexandra son arquitectos de gran prestigio, tras recibir una irrechazable oferta sobre un proyecto en el extranjero, Alex se verá en la obligación de dejar su país natal para mudarse con su hermano mayor Félix a Miami. Este giro in...