Narra Alexandra.
Eric y yo habíamos dormido separados, pero me arrepentía de ello, creo que si hubiese dormido con él no me habría desvelado tantas veces.
Me levanté y bajé las escaleras únicamente con una camiseta ancha. Mis pies descalzos entraban en contacto con el suelo delicadamente para no despertar a Eric.
Una vez abajo me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, me apetecía darle una sorpresa. Empecé haciendo zumo de naranja* para servirlo en una jarra de cristal, a continuación hice huevos revueltos y bacon, le encantaba desayunar eso. Salí al jardín donde había una mesa de cristal. La limpié para cubrirla con un mantel blanco y colocar el desayuno sobre ella.
Subí rápidamente y me puse el bikini debajo de un vestido playero. No me apetecía calzarme así que bajé descalza al jardín. Me di cuenta de que me habían olvidado las tostadas así que corrí a por el plato en el que había pan tostado y lo llevé fuera junto con la mantequilla. Al volver me encontré a Eric parado enfrente de la mesa con el desayuno.
-Buenos días, dormilón.- Levantó la mirada de la mesa para posarla en mí. Dejé el pan y la mantequilla en la mesa.
-Buenos días, princesa.- Me agarró por la cintura para pegarme a él. No estaba segura de que hacer en ese momento, pero él sí. Se inclinó hacia mí para darme un tierno beso. Le dediqué una sonrisa.-¿Y esto?- Volvió a girarse hacia la mesa.
-¿Tiene que haber un motivo?- Sonrió.
-¿No lo hay?- Me reí y negué con la cabeza.
-Siéntate, que se enfría.- Él obedeció y se sentó mientras yo le imitaba.
-Está buenísimo... Podría acostumbrarme a esto. – Soltó una carcajada mientras degustaba el desayuno que le había hecho.
-Me alegro de que te guste.- Cuando terminamos de desayunar recogimos la mesa y Eric se encargó de lavar los platos mientras yo me daba un baño en la piscina panorámica. Me quité el vestido y me acerqué a las pequeñas escaleras que había para entrar en la piscina. Cuando el agua me cubría por la cintura vi como Eric corría en dirección a la piscina y se tiraba de cabeza. Pocos segundos después salía a la superficie para volver a hundirse, no sabía que estaba haciendo hasta que noté como ambas manos sujetaban mis tobillos y me arrastraban provocando que me sumergiese. Los brazos de Eric abarcaron mi cintura aún bajo el agua para salir a la superficie.
-Me has asustado...- Mi voz fue un susurro. Sus ojos me escaneaban mientras yo le sonreía. Me miraba como si no fuese real, como si supiese que en cualquier momento se despertaría, pero era real. Lo que sentíamos era real, y estar aquí, juntos era real. Mi mirada bajó a sus labios húmedos por el agua, al igual que la suya bajó hasta los míos. No me di cuenta que estaba manteniendo la respiración y que me mordía el labio.
-Me encantas...- Un hilo de voz salió de sus labios antes de besarme y sumergirnos en el agua mientras nuestros labios seguían unidos
Tras un rato largo salimos de la piscina para ir a ducharnos y cambiarnos de ropa. Se metió en su habitación cerrando la puerta y me quedé parada en medio del pasillo. No sabía si lo correcto era entrar en mi habitación y dejar pasar este momento o irrumpir en su habitación para demostrarle mediante acciones lo mucho que le quería, lo mucho que le amaba. Ahí fue el momento en el que admitía mis sentimientos, y el nudo que me causó Nico, desapareció.
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Demasiada Testosterona (TERMINADA & EN EDICIÓN)
Ficção AdolescenteLos padres de Alexandra son arquitectos de gran prestigio, tras recibir una irrechazable oferta sobre un proyecto en el extranjero, Alex se verá en la obligación de dejar su país natal para mudarse con su hermano mayor Félix a Miami. Este giro in...