Demasiada Testosterona (TERMINADA & EN EDICIÓN)

CAPÍTULO 2: LA FIESTA.

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Dustin se encargó de que todos los chicos estuvieran fuera de la casa mientras organizábamos la fiesta.

- Susana, ¿cómo vas con los aperitivos? - Mientras ella cocinaba yo estaba sentada en un taburete de la isla de la cocina, estaba preparando la playlist de Dezzer para la fiesta.

- Bien, espero que haya suficientes. - Oímos como la puerta se abrió y saludamos a Ryan.

- ¿Necesitas ayuda con eso? - Ryan dejó la compra sobre la mesa mientras yo le miraba.

- Tengo más en el coche. - Me bajé del taburete y lo ayudé a traer el resto de la compra al interior de la casa. Ryan ayudó a Susana con los aperitivos mientras yo preparaba el equipo de música, cuando escuché a Nathan entrar en la cocina.

- Ryan, ¿puedes ayudarme? - Nathan entró en la cocina con dos banderas, una de Estados Unidos y otra de España.

- Claro. - Ryan se lavó las manos y salió a la calle para colgar las banderas.

- Alex, no creo que esto sea muy buena idea, ya oíste a Dustin. -Susana habló interrumpiendo mis pensamientos mientras montaba el equipo. Levanté las cejas, y me acerqué para ayudarla mientras Ryan ayudaba a Nathan.

- No te sigo, tía. – Empecé a sacar los enormes bols que usaban para las fiestas.

- Dustin nos dijo que estábamos en territorio enemigo, básicamente. Ya sabes lo territoriales que llegan a ser los chicos. - Alcé ambas cejas mientras me dirigí a terminar de sincronizar los altavoces con mi ordenador.

- Sigo sin saber a dónde quieres llegar. – Susana me miraba con cierta incredulidad.

- Joder, Alex. Esta es su fraternidad, estas son sus normas y estas son sus fiestas. -Me apoyé sobre la encimera mientras ella seguía hablando. - Estamos en su territorio, y vamos a montar una fiesta, de la cual no tienen ni idea, estamos invadiendo lo que es suyo. – Apoyó ambas manos sobre la isla de la cocina con la intención de mostrar su profundo desacuerdo y esperando que me echara atrás y me hiciera cambiar de opinión.

- Pero que melodramática eres...- Me reí, ignoré la preocupación de mi amiga y salí de la cocina para preparar el jardín.

Nathan había hecho un buen trabajo instalando los altavoces nuevos. Comprobé que todo el equipo estuviera conectado a mi portátil para que sonase la misma música por toda la casa. Volví a entrar en la cocina bajo la atenta mirada de Susana. Iba a costarme que dejase de mirarme así, pero si pensaba que iba a cambiar de opinión, más después de haber llegado hasta aquí, era igual de probable que hablar sin enseñar los dientes.

- Vamos a ver qué tal suena...- Cliqueé en la primera canción de la lista. Al instante toda la casa empezó a retumbar con el sonido de la música. Le di al pause y cerré el portátil. La prueba de sonido estaba aprobada con éxito. Casi me estallan los tímpanos... Ryan entró en la cocina.

- Alex, vamos a arreglarnos, la fiesta está a punto de empezar, los chicos llegarán en quince minutos. - Ryan subió las escaleras y se encerró en su habitación seguido de Nathan.

- Sus, ¿está todo listo? - Ella asintió y salió de la cocina. Nos encerramos en nuestras respectivas habitaciones y comenzamos a arreglarnos.