— ¡apresúrate! —me grita Patrick medio corriendo moviendo su mano en un gesto para que lo siguiera.
Muevo mi cabeza de derecha a izquierda esperando no encontrarme con ningún guardia y corro hasta alcanzar a Patrick.
—eres un gallina — dice riéndose de mí mientras miro alerta por los pasillos; lo miro entrecerrando los ojos.
—yo no soy el que está huyendo de Brad. —
—¿¡acaso lo viste!?, ¡me quiere partir la cara!— para de correr y agita sus brazos haciendo una mueca rara.
—mira quien es la nenita ahora — digo rodando los ojos.
—¡Nick! —grita Patrick demasiado tarde.
El puño de Brad aterriza en mi pómulo derecho haciéndome perder el equilibrio y caer de bruces al suelo. Hago el amago de incorporarme pero Brad se encima en mí disparandome puñetazos uno tras otro; nariz, pómulo, barbilla, abdomen y ceja. Ese es el patrón que siguen sus puños hasta casi dejarme entumecido el rostro,intento defenderme pero por un momento me gusta esto: sentir nada, sentir tan solo un leve ardor, no pensar en nada hasta ver todo negro...***
La enfermera apunta la luz de su linterna por mis ojos, toca mi cara y hago una mueca de dolor en mi cara hinchada y morada. Me da una pastilla y una bolsa de hielo para después decirme que la veré mañana en otra revisión.Camino lentamente por el pasillo al lado de un guardia. Todos los hombres me miran aburridos, otros curiosos, otros furiosos y los del grupo del estúpido de Brad me miran divertidos; aprieto mis puños sintiendo la rabia crecer y esas endemoniadas ganas de partir les sus asquerosos rostros, pero el guardia se da cuenta de mis inocentes intenciones y me sujeta las muñecas con las frías esposas.
Y todo por las provocaciones de Patrick hacia Brad con que "yo soy el que le partiría su infeliz cara si se sigue metiendo en lo que no le importa". Definitivamente Patrick no alcanzó a madurar, es decir, ¡¿quien en pleno uso de sus facultades le dice eso a un matón descerebrado con problemas de ira en prisión?!
...—¿estás segura de esto? — le pregunto a Caroline.
—nop. Pero eso no importa ahora —se acomoda el gorro de lana negro.
—Deacuerdo... ¿entonces planeas hacer una guerra de pintura y tu te vistes de negro?
—aja, ¿eso que tiene que ver? Tu vienes vestido de payaso — me mira aguantando una cacarjada.
—ja. Ja. Ja. ¡se Supone que ese era el plan! — me quejo.
esta vez Caroline soltó la enorme carcajada e hice el mayor esfuerzo para que no me la contagiara, pero es imposible enojarse con ella y su risa era como una epidemia muy contagiosa.
—tal vez, pero las cosas coloridas no van conmigo — miente; siempre viste de colores llamativos. Pasa su brazo por mis hombros poniéndose de puntillas para alcanzarme.
—enana —me burlo y Carlota me enseña su lengua.
—como sea,¿listo?
—a la cuenta de tres —digo tomando varios globos con pintura —una...
—¡TRES! —grita Caroline corriendo y lanzando los globos a todas las personas del parque.
Sonrío y ruedo los ojos y comienzo a hacer lo mismo que ella.
No paramos de reír y lanzar los globos hasta que un policía descubre a Caroline. Ella voltea a mi dirección pidiéndome ayuda y lo único que se me ocurre en este momento no es nada bueno; tomó un gran globo de pintura y lo lanzo justo a la cara del policía. Caroline se queda parada con su boca abierta.
—¡corre Carlota! ¡corre! — le grito y empezamos a correr sin parar hasta desaparecer de ahí.
La razón por la que hicimos esto fue por un inocente proyecto de clase. Mi profesor dijo que hiciéramos una propuesta para mejorar al mundo: "hoy pinten el mundo, hagan que deje de ser gris" y bueno, decidimos no tomarlo como metáfora y ¿qué mejor manera de hacerlo? Pues pintando la realidad -personas en este caso - asi que nos vestimos de payasos para hacerlo mas "amigable " —aunque yo soy el único payaso —.
Caroline apoya sus manos en sus rodillas intentando calmar su respiración.
—¡dios...!
—¿asustada Carlota?— pregunto con él corazón a mil.
—¿¡enserio!? ¿¡lanzarle un globo de pintura al policía!?
Me encojo de hombros.
—no pensaba bien en ese momento — me excuso.
—¿¡y en él rostro!?, pudimos llegar a la correccional de menores.
— tu. Yo iría a la cárcel de hecho. nos quedamos en silencio unos segundos pensando en lo que acaba de pasar y después estallamos en risas.
—¡viste su cara! — dice entre risas.
—¡y eso que no viste la tuya Carlota! — me río.
—estas demente — sonríe.
—no mas que tu — le paso mi brazo por sus pequeños hombros y comenzamos a caminar a mi casa.
—¿y ahora que le dirás al profesor Brown?
—no lo se... que mi obra de arte y propuesta salió corriendo tal vez — me encojo de hombros y Carlota emite una risita.
—en teoría nosotros somos los que corrimos —dice divertida.
—eso no tiene que saberlo...
—¡hey amigo! —me grita Patrick corriendo hacia donde me encuentro y debato conmigo mismo en si contestarle o ignorarlo. lo ignoro.
—oye, quería saber como te fue después de la paliza, yo...
—¿cuál?, ¡¿la que te correspondía a ti?! —río amargo y hago por irme de ahí antes de querer partirle la cara a el también. Se que me estoy comportando como un niño berrinchudo pero me importa un carajo.
— si bueno yo, lo lamento — dice y suelto una carcajada amarga.
Me doy la vuelta y camino, no se a donde ir exactamente pero cualquier lugar lejos de las personas esta bien en este momento.
—¡NICK! — me grita y posa su mano en mi hombro. me volteo a mirarlo y quito su mano de mala gana.
—¿qué?.
—te llegó una carta — suspira derrotado sacando un sobre blanco.
El correo solo llega los viernes y hoy apenas es lunes. no tengo intención de leer nada, ni de hablar, solo quiero...¡diooos sólo quiero gritar o golpear a alguien! no tengo ganas de pensar si está bien o mal sólo quiero hacerlo...¡quiero salir de aquí!. Enojado es una palabra que no abarca todo lo que siento, soy una maldita bola de sentimientos encerrados en una maldita cárcel, en un maldito cuerpo vacío.
—no me interesa. — contesto apretando los dientes.
—pero...
—¡demonios Patrick lárgate! —le arranco el sobre y se lo lanzo a la cara. veo como varios policías se ponen alertas viendo hacia mi dirrecion y suelto el aire desesperado. Me largo de ahí para dirigirme al salón de boxeo.Me pongo frente al saco y doy golpe tras golpe. Voces e imágenes aparecen en mi cabeza como una película.
«unos enormes ojos grices ... labios rosados... su risa... su rostro dormida... me abraza... me mira con lágrimas... su llanto... sus cicatrices... sus gritos... su rostro asustado ...»«¡¡YA BASTA!!»
golpe tras golpe tras golpe, las gotas de sudor frío que recorren mi frente, mi espalda, todo. Mis nudillos empiezan a doler, no me puse guantes solo vendas, si me ponía los guantes el dolor no sería el mismo y necesito que duela para estar en balance con mis sentimientos. No me detengo hasta acabar con todos los recuerdos.
Deshago mis puños y detengo el saco, recargo mi frente en el y con el dorso de la mano me quito las moletas gotas de sudor; mis nudillos estan rojos y un poco cortados, me quito las vendas y las arrojo al suelo.
Camino fuera del salón y me doy cuenta de que ya es hora de volver a la celda. Una policía me escolta a la mía y me encierra. Tengo la mirada clavada en el piso y noto el sobre blanco tirado en él.--------------------------------------------------
hoooola que tal? les está gustando?, espero que si ;)
La historia la estoy subiendo y luego editando por si les aparecía la notificación de capítulos que ya leyeron.gracias, besos :)
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Recuerdos
Mystery / Thriller«-¿me prometes quedarte conmigo?-» me pregunta con lágrimas en los ojos. "-siempre estaré aquí Carlota-" Mas nunca dijo que ella planeaba irse a un lugar donde yo no puedo seguirla. "el cielo es muy grande" dicen. Pero ella dice merecer el infie...