Capítulo 19

13 1 0
                                    

...la musica llena mis oídos, las luces de colores dificultan mi visión, el alcohol arde delicioso en mi garganta, ambos estamos muy pasados de copas y probablemente su padre ya no me querrá ver ni en pintura después de llevar a su hija en este estado pero eso no me importa ahora, es mi cumpleaños y nos colamos en una fiesta; Caroline se ríe de todo y baila por la pista de una forma muy divertida. Su cabello atado en una coleta despeinada y sudada, lleva un vestido negro ajustado y corto y sus piernas se ven...¡demonios son hermosas!.
— ¡hey! ¡baila conmigo! — se acerca tambaleando un poco con sus tacones y me levanta del sillón, suelto una carcajada y dejo mi bebida en una mesita.
—estas mas altadigo al darme cuenta de que no tuve que agachar tanto la cabeza para mirarla; ella sonríe divertida.
son los zapatosse encoge de hombros y me lleva a la pista. La canción es movida y debo admitir que no sé bailar muy bien pero con las copas que llevo encima no me importa en lo absoluto.
Caroline comienza a mover las caderas y a subir los brazos en el aire e intento seguirla; ella me da la espalda y pega su cuerpo al mio moviendo su cadera lentamente en mi entrepierna, su movimiento me tomo por sorpresa pero no la aparté ni un segundo. Pongo mis manos en su cintura y recargo mi mentón en su hombro, la siento sonreír y se voltea quedando nuestras narices juntas, ella pasa sus brazos alrededor de mi cuello sonriendo, mi mirada se posa en sus delgados y rosados labios y al parecer ella lo nota de inmediato.
—hazlo.— me dice y eso me hace levantar la mirada sorprendido hacia sus ojos. — bésame. —se acerca mas y entonces la beso sin importarme nada.
Lo hago lento y suave con miedo de que se arrepienta y al ver que no lo hace profundizo el beso hasta que nos hace falta el aire, ambos sonreímos y nos quedamos unos segundos con las frentes pegadas sin hacer nada mas que sonreír y vernos a los ojos...

—¿Nicholas?
—¿si?
—tienes una visita.
—¿quién?.
—Mark Benson .
«¿Mark?, no sabía que estuviera en la ciudad, hace años que se fue a Brasil , ¿como se enteró de que estaba aquí?, ¿habrá visto a mi madre?»
—está bien.
La puerta se abre y Mark entra con una sonrisa que desaparece al ver mi rostro.
Toma él teléfono de la casilla.
— oye, dormir es gratis eh— se medio ríe, la verdad es que no se que esta haciendo el aquí, hace mucho que no lo veo y es el tipo de amigos con los que solo hablas de un tema en especifico y ya, es un buen chico pero se me hace raro que se acordara de mi existencia de pronto.
— si bueno, yo... Tengo días difíciles — contesto sin saber que mas decir. Mark  hace un breve paseo por la sala y se apoya en su parte de la casilla.
— y bien, ¿que me cuentas?
«llevo un año cuatro meses en prisión por acusación de asesinato en el cual la víctima era mi mejor amiga»
—¿que haces aquí?. — pregunto sonando demasiado frío para mi gusto.
— pues... Pasaba por aquí, acabo de volver a la ciudad y me acorde de ti y dije "¿que será de mi buen amigo Nicholas?" y fui a tu casa y no había nadie, y me encontré con la mamá de tu amiga y me contó que estabas aquí, pero no me dijo porqué, supongo que tu tampoco tienes ganas de hablar de eso, ¿cierto?
—ah.
—¿y bien?...¿que tal las chicas malas de prisión?—habla con gran entusiasmo, como si mi vida realmente fuera una de esas películas en las que te metes a prisión y conoces a las de la cárcel femenil y todas esas mamadas.
—no hay nada en mi vida, creeme. — digo intentando sonar tan entusiasmado como él.
—¿Vas a seguir estudiando?, cuando salgas, claro
—no, yo, creo que esperaré un...tiempo
—¡genial! La universidad es un infierno —se ríe e intento hacer lo mismo. — aunque viniendo de ti... Según recuerdo estabas muy emocionado con tu carrera de arquitectura, siempre creí que eras de las pocas personas que se levantan felices a estudiar — vuelve a reír. Creo que ríe mucho.
—si bueno yo, he tenido problemillas por ahí... Pero cuéntame de ti, ¿que ha pasado?
Sonríe y se levanta de la silla.
— imagina el sol, arena, mar, tablas de surfear y unas nenitas que ¡uff! ¡Brasil es la gloria!
La verdad no hablaba mucho portugués y las brasileñas son muy difíciles de conquistar pero el carnaval... ¡Ese carnaval! Luces, colores, música y ¡brasileñas con pequeños trajes coloridos meneando las caderas al ritmo de la música es ¡hermoso!, ¡el paraíso!... Y luego... —hace una pausa dramática recordándome a Patrick, al que por cierto tengo no he visto en todo el día — y luego mi abuela estaba en unas tangas doradas y con plumas en la cabeza meneando sus carnes aguadas, ¡dios, eso fue una tortura! — suelta una carcajada sorprendiéndome, hace mucho que no escuchaba una. Un cosquilleo en mi garganta me hizo reír y se sintió de maravilla mientras duró. — todos dirán Mark fue a Brasil y se la pasó genial pero ¡nooo!, mi abuela se la pasaba conmigo traduciéndome todo y obligándome a trabajar... ¡En mis vacaciones! ...
M

ark se pasó hablando de sus divertidas anécdotas en Brasil pero a media conversación me pierdo en mis pensamientos solo asintiendo y riendo cuando es necesario. Es tan impresionante como una persona puede lucir tan feliz y me pregunto cuando fue la última vez que así me sentí, extraño el cosquilleo en la garganta antes de soltar tremenda carcajada, extraño el dolor de las mejillas al no poder borrar la sonrisa, o el dolor del abdomen al reír tanto tiempo, aquellas lágrimas que salían al no poder parar de reír. Intento no olvidar ese sentimiento aún preguntándome si lo volveré a sentir. Si volveré a ser feliz.







Holaaaa gente ! Lamento la tardanza, se que no es un capítulo muy largo pero intentaré que el próximo esté mas largo.
Muchas gracias a los que leen y si estas leyendo esto y te está gustando vota y\o comenta o recomienda este intento de novela a alguien  ;)
Muchas gracias!
Nos leemos pronto! :)

Recuerdos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora