0.17

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Pedí un coffee caramel, estaba parada revisando mi celular, deje de hacerlo cuando mis ojos miraron a la persona que estaba detrás de la caja registradora.

-Aquí está tu café, linda- dijo el chico detrás de la caja registradora, color piel canela, cabello negro, un cuerpo bien trabajado.

-Gracias- le sonreí y tome mi café.

Decidí quedarme un rato más así que me senté en una se la sillas. A veces hacíamos conexión con los ojos o simplemente pasaba por mi lado y me guiñaba el ojo.

Me llegó un mensaje de Carlo.

"Kimberly por Dios, ¿Dónde estás?" -Carlo.

-Aquí está tu factura linda- puso el papelito en mi pequeña mesa y leí lo que decía "¿Aceptas salir conmigo?" reí por dentro y con un lápiz escribí mi número y me fui de Starbucks dejando el papelito en la mesa.

Llegué a mi departamento y subí mi equipaje, abrí la puerta y miré todo y gracias a Dios todo estaba como lo había dejado, entre y lleve mi equipaje en mi habitación y bajé a la cocina para beber un vaso con agua.

Mientras bebía noté que había dejado la puerta abierta, termine de beber y fui a cerrar la puerta.

Di la vuelta y

-La maldita Mierda, CARLOO- dije asustada -¿Qué haces aquí?- sentia como mi corazón comenzaba a acelerar.

-Te mandé mensajes, te llamé,pensé que te había pasado algo- dijo

-Si pero no, ya me viste, estoy bien así que ahora- abrí la puerta y puse mi mano en dirección hacia la puerta -vete- dije algo agria.

-Kimberly ¿qué te pasa? Tú no eres así-

-como que que me pasa maldito estupido- lo dije, estallé. -que maldita pregunta es esa-

-No me digas que estás así por la llamada-

-Si Carlo, si lo estoy y es por la maldita llamada, ahora que ya lo sabes te vas de aquí- dije.

-Estas así y ni siquiera sabes quién era- alzo una ceja.

-Ok, entonces ¿Quién era?- pregunté algo avergonzada.

-Ehhh bueno, e-era mi-mi tia- titubeo.

Suspiré muy ondo.

-Carlo por favor, vete- lo miré a los ojos.

-Kimberly por favor, déjame explicarte- se acercó a mí.

-¿Explicarme qué Carlo?-

-Solo dame un momento, por favor, deja que te lo explique- me rogó.

Nos quedamos mirándonos por unos segundos, ¿que debía hacer? ¿Dejar que me explicara? pero ¿y sino me dice la verdad?

-Carlo vete- bajé la mirada.

-y no me vuelvas a llamar- subí la mirada y mis ojos estaban aguados, noté como el bajaba los hombros y apretaba sus nudillos.

-Kimberly no me pidas eso-

-Carlo vete-

-¡¡¡¡Kimberly no lo puedo hacer!!!!-

Mi doctor favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora