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La mayor parte de la noche me la pasé dando vueltas en la cama, ya me había acostumbrado a no estar solo en esta gran casa. Me levante de la cama y con los ojos cerrados camine hacia fuera, ya con ellos abiertos baje las escaleras y me dirigí hacia la vitrina donde se encontraban todas mis bebidas alcohólicas, no acostumbraba a beber mucho pero esta vez me las tomaría todas si era necesario.

Whisky, cerveza, vodka, vino, ron, pisco, tequila. Leía las etiquetas de las botellas mentalmente y escogí un vino.

Me senté en el piso y abrí la botella, por cada pensamiento que pasaba por mi cabeza me tomaba un buen sorbo de vino.

Kimberly POV'S

Desde que me fui la casa de Carlo conduje a la casa de mi mamá. Ella me ayudó a dormir a Carlo y luego le dije que le explicaría todo en la mañana. Fue algo difícil para mí dormir, la noche se hizo muy larga y cada vez que cerraba los ojos lágrimas salían de mi ojos.

Al despertar vi la hora y era muy temprano, decidí ponerme mi ropa de gimnasio y salir a correr, tenía mucho tiempo sin salir a correr o caminar así que ya era hora de volver a la rutina.

Fui al parque que está cerca de la casa de mi mamá, di varias varias vueltas pero decidí ir más lejos, mientras me acercaba a donde quería ir los latidos de mi corazón aceleraban y sentía como un hueco en mi estómago se formaba, no sabía si era hambre o si era por lo que estaba viendo en este momento. Estaba frente a la casa de Carlo, me acerqué al timbre pero antes mire hacia las ventanas, sin dejar de mirar acerque mi dedo índice lentamente al timbre, ya estaba a pocos centímetros de tocar pero baje la mano y me escondí en una columna.

Había visto un reflejo o algo así, no quería ver que era ni quién era, solo pedía que no saliera nadie de aquella casa. Calme ni respiración y mire el timbre y luego mire el cielo, no tenía ni la menor idea del por qué había venido hasta aquí cuando habían otros lugares.

-Hola- dijo Carlo

Mis ojos abrieron como platos, su voz me saco de mi pensamientos, no sabía si moverme, quedarme , salir corriendo o simplemente mirarlo a los ojos.

-Kimberly-

Su voz se oía áspera y algo gruesa, no había pasado ni un día y ya quería estar cerca de él. No podía seguir torturándome al estar aquí así que rápidamente me agaché lo más que pude y camine hasta llegar a donde ya el no podía verme y salí corriendo, no voltearía por nada del mundo repetía una y otra vez en mi mente.

Casi sin respiración llegue a casa y rápidamente busque un vaso con agua, a sorbos me la tomé hasta el final. Fui a la habitación en donde se encontraba Junior y aún seguía durmiendo y sin hacer ruido cerré la puerta y salí de ella hasta la mía pero alguien me detuvo.

-¿Dónde estabas?- preguntó mi mamá de brazos cruzados.

-Salí a caminar un poco- dije.

-¿Tenemos que hablar?-

-Mamá pensé que-

-Bañate, te espero en la sala- dijo y se fue.

Tragué seco, no sé de qué quería hablar pero tampoco quería imaginármelo. Me tire a la cama exhausta, estruje mis ojos  por unos minutos dejándolos rojos. Puse algo de música y entre a la ducha, me di un buen baño y luego me vestí con ropa cómoda. Salí de mi habitación encontrándome con mi mamá en la sala, sin decir más nada me senté esperando a que dijera la primera palabra.

-Amor, sabes que siempre he estado ahí para ti y siempre te he apoyado en todo lo que has querido hacer, pero no puedo darte la razón cuando no la tienes- dijo tranquila.

-¿De qué hablas?- pregunté

-Soy tu madre y no te negaré la entrada a lo que alguna vez le llamaste hogar, pero ya eres una madre casada-

-Mamá si quieres que me vaya no tienes que hacer tan larga la charla- me iba a retirar pero ella interrumpió.

-Kimberly- hablo fuerte -No estoy hablado de eso, trato de decir que no está bien lo que hiciste, te fuiste así nada más, sin dejar que el te explicara, fuiste todo oídos con la persona que en algún momento de tu vida odiaste y automáticamente te cerraste cuando llegó la persona a la cual amas, tu esposo-

-No estoy diciendo que no te quiero aquí, esta casa siempre tendrá las puertas abiertas para ti mi amor- agarro mis manos -Pero ya tienes otra, tienes una familia Kimberly, no seas egoísta y piensa también en tu bebé, el no tiene la culpa de lo que está pasando, sabes perfectamente que a él le hará falta el querer tener un padre cerca-

Y al final entendí perfectamente todo lo que quizo decir mi mamá, sin darme cuenta estaba por repetir la misma historia de mi papá, mamá y yo pero esta vez sería por mi culpa.

Después de haber platicado un poco más sobre ese tema fui a mi habitación y pensaba en cómo volver a casa, aunque me muriera por dentro tengo debia hacerlo, pero ¿Y si él no aceptabas mis disculpas? pensamientos así estuvieron presentes en mi mente por varios minutos. No le di la oportunidad de que él me explicara a pesar de todas las veces que me lo dijo.

Flash Back.

Kimberly por Dios, todo esto tiene una explicación-

-Guárdate tus palabras-

-Debes de escucharme, Jennifer haría lo que fuera para que estuviéramos separados-

Fin del Flash Back.

Mi celular comenzó a sonar, lo busque y leí el nombre que me mostraba la pantalla y era Karla.

-Kimberly tenemos que hablar-

-¿De qué?- pregunté nerviosa.

-Nos vemos en la plaza en media hora- dijo y cerró.

Carlo POV'S

Todavía estaba sentado en el piso tratando de contar todas las botellas que estaban vacías pero siempre pedía la cuenta cuando iba por 10, volví a contar de nuevo pero un reflejo llamo mi atención.

Me pare con dificultad pero para no caer me agarraba de las mesas o muebles que se encontraban cerca. Me asomé por la ventana y note la mitad de un cuerpo, una columna no me dejaba ver bien así que me moví un poco y ahí pude notar una coleta muy reconocida y sin pensarlo abrí la puerta.

-Hola- dije.

Di dos pasos pero aún así no vea a nadie.

-Kimberly-

Me acerqué al portón y puse mi cara entre las verjas tratando de ver a los lados pero no vi a nadie pero si podía reconocer un olor a perfume.

Me llene de enojo y de tristeza, no podía controlar mis acciones pues ya me encontraba golpeado la pared y rompiendo algunas decoraciones. Me sentía impotente, estaba borracho y cuando lo estoy siempre pasan cosas malas.

-CARLO!!- gritó Collin entrando.

Iba a tirar un florero pero Collin ya me tenía abrazado entre sus brazos, trataba de quitármelo de encima pero no podía hasta que poco a poco me fui calmando y lagrimas comenzaron a salir. Collin me soltó y caí al piso, me sentía débil.

-¿Qué diablos te está pasando?- preguntó Collin con sus manos en mi cara.

-Ella estuvo aquí- dije entre lágrimas.

Collin me abrazo y permanecimos así por varios minutos.

Mi doctor favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora