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-entonces ¿que pasó con tu padres?-

-tuvieron que salir de la ciudad por asuntos del trabajo, pidieron excusa pero que aún quieren conocerte-

-entonces ¿cómo se te ocurrió todo esto?-

-en realidad tenía esto planeado desde hace mucho tiempo, solo quería esperar al momento indicado- buscó mi mano y las entrelazó.

-espera- pare de caminar -no es que no los quiera pero ¿porqué Collin y Karla van?-

-como te dije anteriormente hermosa, lo tenía planeado, bueno lo teníamos planeado Collin y yo, solo esperábamos el momento indicado, creo que él debió de habérselo dicho ya a Karla-

-está bien-

Seguimos caminando por la calzada sin rumbo alguno, el carro de Collin estaba en el estacionamiento del restaurante pero le dije a Carlo que quería caminar un poco. La cena fue deliciosa y tranquila, hablamos de varias cosas como que ya mañana era el día de ir al hotel, de las "reglas" de ropa, en sí la cena se platicó más de eso que de otra cosa.

Estaba viendo las estrellas mientras caminábamos y sentí como Carlo apretaba mi mano, me quejé mentalmente pero solo ignore y seguí mirando las estrellas.

Carlo hace que pare de caminar de una forma repentina, ahora sí me quejé e hice que se escuchará a gran voz. El dio la media vuelta y me arrastró con el haciendo que tropezara pero no llegue a tocar el piso ya que me sostuvo antes de que pasara. No entendía por qué hacía esto, le preguntaba pero no me respondía. Ratito después llegamos al estacionamiento.

-ahora sí me responderás y me dirás por qué hiciste eso- dije

-entra al carro ahora- me ordenó.

Hice caso y de inmediato este prendió el carro y nos fuimos de aquel lugar. El camino se hizo incómodo para los dos, ninguno de los dos hablaba cuando en realidad queríamos decir muchas cosas. Detuvo el carro frente a su casa pero no salí del carro ni nada, sin pedirla quería una explicación.

Después de un silencio incómodo Carlo habló.

-perdón- dijo

-unju- estaba calmada, no quería discutir solo quería una explicación de lo que había pasado.

-vi a un amigo de la secundaria, no quería que te viera y eso fue lo que pasó, cuando te apreté la mano te estaba diciendo que debíamos irnos pero no me hacías caso por eso hice lo que hice, no quiero que él te vea, no te quiero perder- respiró ondo -MALDITA SEA NO QUIERO QUE ESO PASE- gritó y salió del carro.

De prisa hice lo mismo y traté de correr lo más rápido que pude para detener a Carlo, él estaba golpeando la pared, estaba rojo, se notaba con claridad sus nudillos apretados y de la forma como sus músculos hacían presencia.

-Carlo por favor para- lo empujé tratando de alejarlo de aquella pared.

-¿ESTÁS LOCO O QUÉ?- lo empujé -TE PUEDES HACER DAÑO- me alteré -NO DEBES DE PONERTE ASÍ, YO ESTOY AQUI, CONTIGO CARLO- estaba gritando, no sabía qué hora era pero si sabía que si seguía gritando despertaría a alguien.

Lo miré -no pienses que por qué mire algunos chicos voy a dejarte solo Carlo-

-te lo dije en el restaurante y te lo repito ahora, no me quiero alejar de ti Carlo- fruncí mis cejas -ahora abre la puerta y busca tu botiquín- sin más hizo caso a lo que dije, caminé detrás de él, abrió la puerta y lo espere en aquel sofá de cuero negro mientras que él buscaba el botiquín, segundos después escuche como unos pasos bajaban por la escalera. Se sentó a mi lado y me entrego el botiquín, me puse unos guantes y busque un poco de jabón líquido y con cuidado comencé a pasar mi mano en círculos en las zonas afectadas, luego limpie con unas toallitas y le puse una crema para que las heridas sanaran poco a poco.

Mi doctor favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora