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Hoy fue un día muy bueno para Carlo y para mí. Ya habíamos salido del hospital y todos estábamos en la sala de la casa compartiendo y cuando hablo de todos me refiero a Karla, Collin, Carlo, mi mamá, los padres de Carlo y el pequeño Carlo Junior.

Todos nos encontrábamos compartiendo y hablando de cualquier tema.

Me encontraba en mi habitación terminando de alistarme, me mire al espejo y sonreí como siempre, fui a la habitación de Junior y encontré a Carlo sentado con Carlo Junior en sus brazos mientras el acariciaba su cabello.

-¿está dormido?- pregunté susurrando

-todo lo contrario- respondió Carlo

-entonces bajemos- seguí hablando de la misma forma

-¿por qué susurras si el bebé no era dormido?- dijo Carlo ya a mi lado

-no lo sé, tú también lo haces- le respondí

Bajamos a la sala donde todos nos estaban esperando con una sidra y varias copas, Carlo me pasó al bebé y comenzó a llenarlas.

-un brindis- Carlo subió su copa -por el nacimiento de nuestro bebé- me miró -y por mi familia- le sonreí y todos brindamos.

Pasamos la tarde muy tranquila y cómoda, yo estaba hablando con Karla, mi mamá tenía el bebé y se estaba hablando con los padres de Carlo y Carlo pues estaba con Collin los cuales nos miraban a mí y a Karla muy seguido.

Le preguntaba muy seguido el por qué los chicos nos miraban pero ella tampoco sabía, Llegó el momento en que ya todos se estaban yendo pero antes jale a Karla para preguntarle algo.

-¿te vas a quedar aquí?-

-no-

-¿por qué?- dije -aún no te he dicho que te vallas-

-tú no- dijo entre risas

-¿qué sabes tú que yo no sepa?- río de nuevo

-en serio me caes mal- dije y Collin nos interrumpió

-lamentó el interrumpir esta conversación pero yo y mi novia nos tenemos que ir- dijo y se la llevó sin esperar a que me despidiera ni nada.

Me acerqué a la puerta y la cerré, rápidamente algo o más bien alguien se encontraba detrás de mí, no quería discutir ni mucho menos quería que esta noche fuera mala así que diría si a todo lo que viniera.

-no sabes cuánto extrañé cada- poso su mano en mi cuello.

-parte- comenzó a bajar su mano por mi espalda.

-de tu cuerpo- su mano terminó en mi culo, típico.

-por eso hiciste que todos se fueran- dije aún en la misma posición.

Carlo me dio vuelta y me besó salvajemente, subí mis piernas mientras el subia las escaleras y llegábamos a la habitación, ya en ella Carlo se sube en la cama quedando yo encima de él.

-¿Dónde está el bebé?- pregunté

-en su habitación- siguió besándome

-¿está dormido?- pregunté de nuevo

-lo está- siguió con los besos

-ok ya para terminar con las preguntas- dije

-Kimberly encendí el aparato por si algo pasa-

-no se llama aparato-

-no me importa cómo se llama esa cosa, lo único que se y quiero es a ti desnuda ahora-

Carlo comenzó a dejar varios besos en mi cara y poco a poco fue bajando a mi cuello mientras desabotonaba mi pantalón, al principio mantenía los ojos abiertos y solo me quedaba mirando el monito que estaba en la mesa de al lado.

Comencé a pensar que esto era lo que quería desde hace mucho y tenía al hombre que más quiero a mi lado, entonces, ¿por qué perder el tiempo? el bebé estaba bien y si pasaba algo lo escucharía así que deje de pensar sobre eso y me deje llevar.

Mis pantalones se encontraban en el piso y mi blusa estaba en proceso de estar en ese lugar, decidí quedarme en ropa interior aunque Carlo no lo quisiera así. Mis actos siguientes fueron dejar de la misma forma en la cual estaba a Carlo pero esta vez sin ropa interior y como me gusta jugar hice que no tocará mi cuerpo mientras se la quitaba.

Camine coquetamente hacia el baño y cuando estaba dentro me volteé lo señalé con mi dedo índice y luego señale dentro del baño.

Me recargue en el lavamanos y cuando entro me miró y se puso frente a mi su acto siguiente fue alarme por el sostén lo que hizo que me acercara a él, me dio un beso tierno puso su mano en la cabeza e hizo que bajara hasta abajo encontrándome con su gran amigo erecto y pues comenzó la masturbación.

Estuvimos así por unos minutos hasta que conseguimos lo que quisimos. Carlo me cargó y me dejo en el lavamanos, me sacó mis bragas y abrió mis piernas, busco en una gabeta un condon y se lo puso.

-¿me dolerá?- le pregunte sarcástica.

-no lo sé- lo entró y mi cara respondió mi pregunta -dime tú- y sonrío.

Puso sus manos en mis muslos para poder controlar más la situación, los movimientos al igual que mis gemidos comenzaron a surgir. Mis senos saltaban un poco en el acto lo cual le pareció divertido a Carlo entonces decidió quitarme mi sostén yo con frecuencia le halaba el cabello.

-¿te parece divertido?- pregunté entre gemidos cortos

-no- dijo y me sonrió

Su respuesta era negativa pero en su cara reflejaba todo lo contrario. Sus movimientos comenzaron a debilitarse y puse mi vista hacia abajo.

-¿me estás jodiendo?- le pregunte.

-no mi amor- me besó.

-¿entonces por qué paras?-

Se acercó a mi oído y dijo -ahora te penetrare por cada día que no estuvimos juntos- y así fue.

Podía jurar que mi cuerpo estaba totalmente caliente literalmente, Carlo aceleró sus movimientos y cada uno de ellos era duro y más duro, mis gritos aceleraron y los de Carlo se hicieron escuchar hasta llegar a nuestro punto final.

Estuvimos quietos por varios minutos tratando de conseguir aire luego le pedí a Carlo que me llevara a la cama, me retorcí varias veces por el dolor que me había dejado pero no me arrepentía de nada.

Carlo se acostó a mi lado y puse mi cabeza en su pecho, comenzamos a ver una película de risa pero un poco romántica y así pasamos el resto del día .

Mi doctor favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora