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Caminé hacia dónde se encontraban Collin, Karla y Carlo.

-ya llego, ¿ya nos podemos ir?- preguntó Karla inquieta.

-¿que pasa?- pregunté en general.

-Karla vio a unas personas montarse en la banana y ahora quiere que vallamos  a montarnos también.

Vi a Karla con las manos entrelazadas y haciendo bembita como una niña.

-entonces vamos-

Caminamos hacia la playa donde se encontraba una casa de madera color azul. Collin habló con el señor para que nos dejara montar en la famosa banana, Karla estaba más que inquieta, al parecer no podía controlar su felicidad delante de aquel hombre.

-vamossssss- dijo Karla jalando de por la muñeca a Collin hacia donde se encontraba la banana.

-¿estás lista?- preguntó Carlo.

Termine de abrochar bien mi chaleco y lo mire -estoy lista- sonreí.

Karla fue la primera en montarse en la banana, luego Collin, luego yo y de último Carlo.

La banana se encontraba amarrada a un pequeño bote, de él salió un hombre de color piel oscura y con un chaleco.

-hola, mi nombre es Patrick- dijo aquel hombre -yo seré quien conducirá el bote, debo decir que si no tienen el chaleco bien apretado hágalo ahora, agarrense bien fuerte de la argolla que está detrás de la persona que le tocó en frente, pero también diré que no servirá ya que se caerán de todas formas- sonrío -como puedo ver solo hay cuatro personas así que hasta que la última persona no se haya caído de la banana no se volverán a montar, y por último y pero no menos importante diviértanse- dijo.

Segundos después comencé a sentir como la banana comenzaba a coger velocidad, no alejamos bastante de las personas. El bote comenzó a hacer muchos zic zac, en esta cayó Collin.

El hombre aceleró el bote en forma recta lo que hace que la banana rebotara en el agua, comenzó a hacer círculos y a cambiar de direcciones, en esta cayó Carlo, reí al saber que solo Karla y yo quedábamos en la banana.

Agarre la argolla, el bote comenzó a acelerar, comencé a buscar a Carlo pero no lo encontraba y ahí fue donde fallo todo, sin darme cuenta me encontraba en el agua, el hombre había frenado de golpe lo que hizo que cayera al agua.

-OHHHHH SIIIII, SOY LA GANADORAAA BEBEEEE- gritó Karla y con sus brazos bien alto señalando hacia el cielo.

Me subí como pude a la banana, ya comenzaba a ver con claridad a la personas que se encontraban en la playa, sentí algo picoso en mi pie, mire pero no era nada. Llegamos a la playa pero solo yo y Karla.

-¿dónde están?- preguntó Karla.

-no lo sé-

Tanto yo como Karla mirábamos a todos los lados pero no encontrábamos a ninguno de los dos.

-¿son Karla y Kimberly?-

Dijo un niño de no tan poca edad.

-si- respondí

-síganme-

Nos miramos sin la mínima idea de que estaba pasando, pero aun así seguimos al niño.

Caminamos como por 10 minutos, pasamos por el área de la piscina, luego del área de juegos, hasta que llegamos a un pasillo largo y al final de él había una puerta color marrón.

Suspiró el niño -Bueno, hasta aquí el recorrido-

El niño jalo mi mano y baje hasta su altura y me dijo en el oído -dile al del cabello castaño que son 30$ dólares- y se fue corriendo.

-¿Qué crees que haya ahí dentro?- preguntó Karla.

-no lo sé- abrí la puerta.

Karla POV'S

Kimberly abrió la puerta dejando ver lo que había dentro. Reí, sinceramente no sabía qué hacer y lo primero que hice fue reír, vi dos mesas pegadas, tenían manteles, copas, velas, flores, platos y entre otras cosas. Detrás de las mesas se encontraban Carlo y Collin.

Tenían unos pantalones por las rodillas, camisa manga corta por fuera y zapatos en cambio nosotras teníamos trajes de baños.

-¿qué es todo esto?- pregunté

-esto es comida para cuatro- pregunté

-al menos podían decirnos que nos podíamos cambiar la ropa o algo- dijo Kimberly.

-se ven hermosas así- dijo Collin, el cual recibió un codazo de parte de Carlo.

-bueno, tú te vez hermosa Karla- dijo Collin sobándose.

Kimberly POV'S

-entonces ¿a mí no me dirás que estoy hermosa?- le pregunte a Carlo.

-no es necesario decirlo- acomodo un mechón detrás de mi oreja -eres preciosa-

Le di un beso.

-si ustedes no quieren comer, no hay problema, yo me la como-dijo Collin.

No reímos y nos sentamos a comer igual.

Carlo y Collin estaban uno al lado de otro mientras que yo y Karla estábamos igual.

Nos encontrábamos comienzo hamburguesas con papas fritas, a pesar de que se veía coqueta la ocasión me encanto que la comida no fuera muy fina.

Karla nos estaba contando sobre la victoria que tuvo en la playa con la banana, era algo chistoso así que todos reíamos por igual.

Tome un sorbo de mi refresco y trague, automáticamente esto hizo que mi estómago hiciera lo mismo que hizo esta mañana.

-permiso- dije y me pare de la mesa.

-¿te pasa algo?- dijo Karla.

-¿dónde está el baño?-

-por ahí- señaló Collin y corrí por la dirección que me había enseñado.

cerré la puerta con seguro y abrí la tapa del inodoro y espere a que saliera pero no pasó nada.

-Kimberly, ¿te encuentras bien?- preguntó Carlo tras la puerta.

No respondí, me mire al espejo y noté como mi piel se tornaba a un color rojo. Abrí la puerta y Caí en los brazos de Carlo.

-Kimberly ¿qué te pasa?-

no respondí nada, segundos después comencé a ver todo nublado, las voces las escuchaba lejos y de un momento a otro todo se volvió negro y oscuro.

Amores, estoy en exámenes finales así que será algo difícil escribir, no prometo publicar en corto tiempo.

Mi doctor favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora