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Comencé a escuchar unas voces que no estaban tan lejos de mi y también podía escuchar el ruidito molestoso que hacía la máquina a mi lado. Poco a poco comencé a abrir los ojos logrando que ellos se adaptarán a la claridad que estaba presente.

Cuando ya por fin los abrí mire a mi lado izquierdo y vi a Collin y Karla sentados en unos muebles de la habitación, rápidamente sus ojos estuvieron puestos en mí y caminaron hacia mi.

-¿Dónde está?- logre decir ya que tenía la garganta algo seca.

-el está bien, está en Neonatologia-

-ah ¿qué?-

-está en la incubadora niña- busco un poco de agua y me la paso, luego tome un sorbo y segundos después pude hablar sin dificultad.

-quiero verlo-

-ahora no se puede- contestó Collin

-¿Por qué no se puede? yo soy la madre de ese niño recién nacido, es mi bebé y tengo todo el derecho de verlo- dije un poco irritada

-calma, te dejarán verlo cuando ya le hayan tomado sus medidas y eso- dijo Karla

-¿no pudieron hacerla cuando estaba dormida?-

-usted niña-

-mujer- le corregí

-mujer- repitió y reímos juntas -usted se quedara tranquila mientras voy a ver si ya todo está listo para traerlo a sus brazos- le sonreí y asentó con la cabeza.

todo estaba en orden pero algo se me hacía raro, movía mi boca, mi cabeza, mis manos y podía respirar pero había algo que no podía hacerlo.

-¡¡¡KARLAA!!!- grite fuerte -mis pies, ¿dónde están mis pies Karla? por qué no comenzaste diciéndome que me lo habían quitad..-

Creo que quede en ridiculos delante de las dos personas que estaban presentes y también las personas que escucharon mis gritos, Karla se acercó y antes de que pudiera terminar lo que diría levanto al sábado que estaba en mis piernas y ahí pude ver mi realidad, aún estaban ahí y al verlas respire onda y estaba totalmente aliviadas.

-y por si la mosca, creo que todavía tienes un poco de la anestesia- dijo y se fue.

-mujeres-

-te escucho- dije y el río.

Pasaban y pasaban los minutos y aún no llegaba Karla ¿qué tanto deben hacerle a un pequeño bebé?, después de que Collin me contara lo que había pasado le dije que me diera mi celular y al usarlo recordé algo y es que mi mamáno estaba al tanto de esto.

Rápidamente le envié un mensaje diciéndole que ya había nacido, en qué hospital me encontraba y la habitación, le di a enviar y alguien tocó la puerta.

tres hombres, uno detrás de otro comenzaron a entrar sin decir nada, mentiría si no les dijera que trajeron como cinco arreglos de flores, varios peluches uno de ellos era muy grandes, algunos arreglos de globos y vejigas, algunas canastas llenas de chocolates y una caja color marrón con un lazo morado luego de haber puesto todo eso en la habitación se fueron sin decir alguna palabra, mire a Collin con cara de ¿qué es todo esto? pero quede algo sorprendida al darme cuenta que él no mostraba la misma cara que yo.

No sabía si reír, llorar, sonreír o simplemente esconder mi cara, estaba viendo en aquella puerta color blanca a los dos hombres de mi vida, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin ninguna advertencia, con mis manos tape mi cara.

Carlo estaba en la puerta y en sus brazos tenía a mi bebé, a nuestro bebé, lo mire de nuevo y ahí pude darme cuenta de que no era un sueño ni nada por el estilo, comencé a reír pero era un rosa de felicidad, Carlo se acercó a mí y me pasó al bebé, miré su pequeña carita y observe varios rasgos que tenía de sus dos padres y luego con un dedo moví sus deditos.

De Carlo recibí un beso en varias partes de mi cara y cabeza, note su cara y también estaba igual que la mía pero solo con lágrimas pero pequeñas.

Pasó una hora desde la llegada de Carlo en mi habitación, estaba más que feliz con su presencia. Me enteré de que Karla y Collin eran los únicos que sabían que el vendría de sorpresa y que solo esperaban que él llegara para que entrara con el bebé, ellos tres planearon todo lo que trajeron los tres hombres a la habitación, Carlo solo vino por tres días ya que había completado varios asuntos y tenía dos días libres empezando desde hoy. Después de haber comido varios chocolates y hablar de varios temas a la vez, una enfermera pidió entrar a la habitación.

-disculpen si interrumpo pero necesito que me den algunas informaciones del bebé- dijo la enfermera muy dulce y por su físico creo que es de Korea.

Carlo se paró a mi lado y estuvo ahí hasta que la enfermera se fue.

-primero necesito que me digan si fue en la madrugada o en la noche de ayer-

-en la noche de ayer- contesté

la enfermera escribió en su libreta.

-y lo último que me hace falta es ¿cómo se llamará?-

Y esa fue la mejor pregunta que ella pudo hacer, ni Carlo ni yo habíamos decidido un nombre para el niño pero yo ya sabía cuál sería.

Miré a Carlo y dije -su nombre es Carlo Junior- y Carlo me miró y me sonrió.

Mi doctor favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora