DROPPED 3 - AGAIN

Capítulo 11

Madison

Sin pensarlo dos veces toco el timbre.

-Madison... -dice James nada más abrir la puerta.- Has venido... Pasa.

Abre más la puerta para que pase y es eso lo que hago. Entro en su acogedora casa, la cuál está un poco a oscuras.

-¡Kai, Madison ha llegado! -Le avisa James.-

Continuamos caminando por el pasillo hasta que diviso una luz al final del pasillo, en lo que parece ser una terraza. Llegamos y allí nos encontramos con Kai.

-Madison. -sonríe de oreja a oreja, sorprendido.- Sabía que vendrías. James decía que no vendrías, así que me debes cinco dólares, listo.

James pone los ojos blanco y se inclina un botellín de cerveza sobre los labios.

-¿Cómo estás? -me pregunta entonces, acercándose a la parilla donde hay varios filetes de carne.-

-Bien, bastante bien, ¿y vosotros?

Me meto las manos en los bolsillos de la sudadera algo incómoda.

-No tan bien. Algo aburridos. -confiesa.- Tom ha encontrado trabajo en Arizona y nos ha dejado solos el muy cabrón.

-Eso es genial. -me limito a decir.-

James estira su brazo hacia mí, ofreciéndome un botellín de cerveza que.no rechazo.

Un silencio incómodo se crea en la terraza, ninguno sabemos muy bien qué decir.

-Yo también he encontrado trabajo. -Les digo ya que es lo primero que se me viene a la mente.- Para la revista Youth.

-¿Vas a escribir en alguna columna? -frunce el ceño Kai.-

-No, no voy a escribir. Me enviaron una petición como modelo... -me encojo de hombros.-

Ambos abren los ojos, sorprendidos por la noticia que les acabo de dar.

-¿Quién lo diría? -dice James.- Madison Jefferson como modelo.

-Y yo que pensaba que te gustaba la medicina. -se ríe Kai.- Esto ya está listo.

Echa los filetes en un plato y los deja sobre la mesa. James pone algunos cubiertos y saca más cerveza.

Pocos minutos después todos nos sentamos en la mesa y nos centramos en los filetes, con el silencio de fondo.

Entonces se escuchan unos cubiertos chocar contra la mesa, los de James. Frunzo el ceño y observo a Kai, quien tiene una mueca de tristeza.

-La razón por la que hemos organizado esta cena es porque... -Toma aire y continúa hablando.- Hace un mes empecé a sentir dolores en los pulmones, así que hace dos semanas fui a hacerme unas pruebas. El doctor me dijo que parece que tengo los pulmones un poco afectados, pero que... Que puede ser cualquier cosa. -sus ojos se han cristalizado y tiene la mirada fija en el mantel.- Estoy casi seguro de que estoy afectado, mi padre y mi abuelo murieron por lo mismo...

Una lágrima rebelde se escapa y recorre su mejilla. Sé de lo que habla, pero no quiero hacer deducciones sin primero escucharlo de sus labios.

-¿Qué crees que tienes, James? -le pregunto.-

-Cáncer... -murmura y otra lágrima más sale de sus ojos.-

Sus labios tiemblan y agacha la cabeza al llevarse las manos a la frente mientras solloza. Rápidamente me levanto y lo envuelvo en mis brazos.

-Todo va a estar bien. -le aseguro.-

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Solo hemos necesitado dos horas más para olvidar todos los problemas.

La música suena fuerte y bailamos al són de la marchosa melodía mientras nos reímos de cualquier cosa. El alcohol ya ha hecho efecto de nuestros cuerpos y pensamientos, así que simplemente disfrutamos del momento.

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Ya no hay música, el ordenador se ha quedado sin batería y ya no nos queda alcohol.

-No quiero morirme. -James solloza en mi hombro.-

-No quiero que mi mejor amigo se muera. -solloza Kai en mi otro hombro.-

-Os quiero, chicos. -sollozo yo también como si no hubiese un mañana.-

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Entrabro los ojos un poco, pero vuelvo a cerrarlos rápidamente a causa de los potentes rayos de sol impactándo con mis pupilas.

Escucho la melodía de mi teléfono, que está en la mesa. Alguien me llama.

Intento levantarme pero tengo la cabeza de James apoyada en mi vientre, mientras que yo estoy con la cabeza en los muslos de Kai. ¿Tan mal acabamos?

Los chicos empiezan a despertarse. Ambos gruñen.

-¿Cómo coño hemos podido acabar dormidos aquí? -se pregunta Kai en voz alta.-

James, lentamente, se levanta de mi piernas para quedarse sentado sobre el sofá desgastado y estirarse. Aprovecho para levantarme también e ir a por mi teléfono.

Cinco llamadas perdidas de Walter. Tres mensajes de Walter.

Walter: Ya voy a casa

Walter: ¿Dónde estás? Me estoy preocupando

Walter: Si no respondes antes de las una voy a buscarte

Miro la hora, las una menos cinco.

Yo: Estoy bien. Lo siento, me quedé dormida :(

Bloqueo el teléfono y vuelvo a dejarlo sobre la mesa.

-¿Recordáis algo de anoche? -pregunta James con el ceño fruncido.-

-Después de la cena no recuerdo absolutamente nada. -confiesa Kai.-

Yo, sin embargo, tengo recuerdos vagos de la noche, pero me limito a decir que no.

-Nada de nada.

-Creo que nos pasamos un poco bebiéndo. -se ríe Kai.-

Me río junto a él ya que su risa me resulta demasiado contagiosa, y James acaba riéndose también.

Entonces, recuerdo que mañana emprendo mi viaje a España.

-Mañana me voy a España. -les digo.- Por el trabajo.

-¿A España? -frunce el ceño Kai.- Sabes que Jared está allí, ¿no?

-Eso no significa que vaya a encontrármelo, España no es tan pequeña. -me encojo de hombros.-

-Ya, pero sabes que las casualidades existen. -hace una mueca.-

-Deberíamos de hacer un grupo en Whatsapp los tres. -surgiere James.- Y así vamos hablando y nos vas contando como te va allí.

-No creo que vaya a estar más de una semana, pero me parece bien. -sonrío.-

James saca su teléfono y abre Whatsapp para hacer grupo.

-¿Cómo lo llamamos? -pregunta entonces.-

-Otra vez... -murmura Kai.- Pensadlo, es un nombre perfecto. Todo lo que vivimos una vez, lo vivimos otra vez. Jared se va otra vez, en la familia de James hay cáncer otra vez, Madison y Jared rompen otra vez... Nuestras vidas constan de eso.

-Me gusta... -confieso asintiendo con la cabeza.-

-A mí también. -apoya James y teclea en la pantalla táctil de su teléfono.- Ya está creado el grupo Otra Vez.

Lo compruebo en mi teléfono y sonrío. Me doy cuenta de que James y Kai son buenas personas, y que Jared ha perdido mucho alejándose de ellos.

Solo rezo porque James no tenga nada malo, no se merece seguir sufriendo después de por fin salir de una miseria. Nadie se merece eso.

En la galería os dejo una imagen de como imagino a James.

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