Capítulo 26

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Walter

Llego a la casa que Elsa ha alquilado a las afueras de Sevilla, y, justo cuando salgo del coche, me rompo sin poder si quiera evitarlo.

La he perdido. La he perdido y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.

Joder. Puto accidente de coche. Lo peor es que ha sido por mi culpa, he sido el único culpable de perder a la chica que me hace perder la noción del tiempo.

Me dejo caer sobre el césped de la entrada y me trago mis propias lágrimas que no cesan.

Es increíble como de un momento en el que piensas que lo tienes todo, llega algo que te arrebata hasta el mínimo suspiro, que te deja desolado. Como de ser la persona más feliz y llena del mundo pasas a ser todo lo contrario.

Y esque encima tenía que aparecer el idiota de Jared. Estoy seguro de que él en realidad no la quiere, que solamente quiere arrebatarme cada chica, como siempre ha hecho. Joder, y yo que pensaba que no lo conseguiría con Madison... Que equivocado estaba.

-Deja de llorar como una nenaza y levanta ese culo de ahí. -Escucho la voz de mi hermana a mis espaldas.-

-Déjame. -gruño.- No estoy para tus tonterías ahora.

-¿En serio no quieres mi ayuda? Recuerda que fue gracias a mí por lo que estabas con Madison, que la hayas perdido tu solito no es mi culpa.

-Ni lo menciones... Si alguien se llega a enterar...

-Entonces sí que la habrías perdido para siempre. Pero aquí estoy, dispuesta a volver a ayudarte. -sonríe.-

-No, no necesito tu ayuda. -niego con la cabeza.- Tu ayuda siempre implica algo malo, y no quiero torcer las cosas todavía más.

-¿Qué vas a hacer entonces? ¿Llorar todos los días porque no vas a tener un final feliz con la zorra esa?

-No la llames zorra. -tenso la mandíbula.- Entiendo que seas mi hermana y eso, pero, te pido que no te metas en esto.

-Ya me llamarás cuando la veas en sus brazos. -me asegura dándose la vuelta para volver a entrar en la casa de alquiler.-

Que le jodan. Que le jodan a todo.

Me levanto del césped y vuelvo a subirme al coche.

Conduzco hasta el bar más cercano y me pido una copa de lo que sea. Solo quiero quemar la angustia que tengo atrapada en el pecho de cualquier forma.

Madison no es para ti, siempre lo has sabido.

No. No existen los prototipos, nadie es para nadie. Solo hay amor.

Amor que no siente por ti.

Sí, aunque sea el mínimo amor, tiene que haberlo sentido. Habría sido incapaz de estar tanto tiempo conmigo como el que estuvo sino.

Me pido una segunda copa. Ahora necesito también matar a mis pensamientos, necesigo liberarme.

Me la bebo de un trago y salgo del bar. Esto no está bien. No puedo empezar a actuar como Elsa, yo no soy como ella. Nunca lo he sido.

Miro de izquierda a derecha y me doy cuenta de que estoy en el puerto. Me siento en la pequeña muralla de piedra que separa el suelo de la arena y me concentro en recuperar mi respiración que antes estaba agitada.

Todo ha sido por mi culpa.

Entonces lo diviso, solo veo sus espaldas pero no me hace falta ver más para saber que son ellos. Están sentados en un columpio, se miran y se sonríen, parecen la típica pareja perfecta sacada de una novela, pero no lo son.

Su relación no trae más que problemas, y estoy seguro que de todas las veces que se han separado esta no va a ser la última. Y cuando la próxima ruptura venga, yo estaré allí para ella.

Sabes que la única ruptura que los separará será la muerte.

No. Nada es eterno, nada dura hasta el final.

No me doy cuenta de que lo tendo que me he puesto hasta que me empiezan a doler los músculos del brazo. Y entonces me doy cuenta de que una lágrima ha mojado mi mejilla, pero rápidamente la seco.

Recuerdo los días en los que Jared solía ser mi mejor amigo, ¿por qué tuvo que acostarse con mi hermana? Joder, si nada de eso hubiese pasado... Y esque Elsa siempre está metido en todas las cosas malas que nos pasan, ¿por qué?

Madison y Jared se levantan entonces de los columpios y salen de la arena. Entonces ambos me ven, sentado en la muralla con la mandíbula tensa.

-Walter... -dice Madison.-

No puedo poner una de esas sonrisas que antes ponía, ahora siento ira por Jared. Ojalá hubieramos viajado a Australia en vez de a España.

-Hola. -consigo articular.-

Jared no dice nada, se dedica a mirarme, a vigilarme.

-¿Estás bien? -me pregunta entonces frunciendo el ceño.-

Me levanto entonces, y dejo la altura de sus ojos a unos centímetros bajo los míos.

-Llámame cuando estés en California, por favor. -le digo para después darme la vuelta e irme.-

Me duele verlos juntos porque, joder, hacen la pareja perfecta, son el uno para el otro.

Ojalá algún día consiga que pueda quererme tanto como a él.

No quería alargar mucho este capítulo porque prefiero que las cosas vayan siendo narradas por Madison y Jared, solo he querido publicar esto para que tengáis una idea de lo destrozado que se siente Walter :( pobre...

¿Sentís compasión por él?

DROPPED 3 - AGAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora