Capítulo 34

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Jared

Esa mañana todos acompañamos a James a que se haga su primera quimioterapia. Veo el terror en sus ojos, veo lo asustado que está.

-Todo va a salir bien. -le aseguro, intentando tranquilizarlo.-

-Eso espero... -murmura pero logro escucharlo.-

La mañana es dura, Kai, Tom y yo esperamos a que terminen con James. Creo que estamos más nerviosos incluso que él.

Por la tarde volvemos a casa. James dice que está cansado y se va a su habitación. Todos lo miramos apenado.

-Kai. -Le llamo.- Dame la dirección de Enzo.

-¿Vas a hablar con él? -me pregunta sorprendido.-

-Sí.

-Vale, te mando en un mensaje la ubicación de su almacén.

Asiento con la cabeza y espero a que lo haga. Cuando lo hace subo al coche y pongo la dirección en el GPS y empiezo a conducir hacia Hawthorne.

Poco a poco las calles se van despejando más y más, hasta el punto en que no hay nadie en estas. Hawthorne no es una ciudad muy segura, está llena de gente no legal, como Enzo.

La voz femenina del GPs me indica que ya he llegado a mi destino, así que aparco el coche donde puedo y miro a mi alrededor. A ambos lados de la carretera hay almacenes por todos los lados, así que va a ser difícil adivinar cual es el de Enzo.

Milagrosamente, alguien sale de uno de los almacenes. Me acerco un poco a él y le pregunto:

-¿Sabes dónde puedo encontrar a Enzo?

-¿Enzo? ¿De parte de quién?

-Dile que soy Dropped.

Enzo nunca llegó a saber mi nombre verdadero, supongo que ahora lo sabrá pero, no quiero que sus sucios labios lo pronuncien. No lo merece.

Vuelve a entrar en el almacén y sube unas escaleras forma de caracol.

Unos pocos minutos después baja y me indica con un gesto que pase, y lo hago.

Sigo sus pasos, subiendo esa escalera de caracol que él ya ha subido antes, y al subir lo veo. Tiene una sonrisa en la cara, sus manos guardada en los asquerosos y caros pantalones que lleva.

-¿No te alegras de verme? -me pregunta.-

Recuerdo todas las peleas en las que combatí, todas ganadas. Recuerdo como me lavaba el cerebro con sus malditos discursos, como me incitaba a seguir en los combates, a hacerlo por gusto.

-No. -espeto.-

Se ríe y saca las manos de sus bolsillos para quitarse la chaqueta gris, a juego con los pantalones.

-Has hablado con los chicos, ¿no? Kai te habrá dicho que tengo una oferta muy especial para ti. -dice dando unos pasos hacia mí.- Y si has venido supongo que es porque te interesa.

-Solo he venido a escuchar, no tengo pensado aceptar nada, la verdad. -Confieso, cruzándome de brazos.-

-Tan testarudo como siempre... -sonríe.-

Vuelve a meter una de sus manos en uno de los bolsillos de su pantalón, y saca su teléfono.

-No sé si lo sabes pero, los chicos de la compañía de los combates en los que participabas me han llamado. -dice.- Están dispuestos a pagar cualquier precio con que vuelvas a combatir.

-No. -digo sin pensarlo, no necesito pensarlo.-

-La única diferencia es que ahora no competirás con niños con el sueño de ganarte, sino con gente como tú, gente que sabe lo que hace. Vi que ganaste a un profesional en Nueva York, y puedo asegurarte que tienes cada combate que se te presente a tu favor.

-No pienso hacerlo. -gruño.-

-Éscuchame, esto va más hallá de eso. Hay gente deseando patrocinarte, hay gente que quiere extender la marca Dropped por todo el mundo.

-Dropped no es ninguna jodida marca.

Me está tocando los cojones.

-Serás la persona más rica del mundo por ser como eres. Tus hijos te verían como un ídolo, como un héroe, y no solo tus hijos, sino todos los niños del mundo, incluso los adolescentes. -Insiste.-

-No soy ningún puto héroe. Puedo conseguir un trabajo normal. -le aseguro.-

-Todos saben que eras de Heaven, ¿quién va a querer a un gamberro en sus oficinas? Sabes que esta es tu única salida para hacet dinero.

No quiero hacer dinero así. No quiero retroceder en el tiempo. Pero por una parte sé que tiene razón, y por una parte, por mínima que sea, me gusta la idea.

-No quiero una respuesta ahora, ¿vale? -me dice.- Piénsatelo, y recuerda que eres afortunado por tener esto que te estoy ofreciendo.

Niego con la cabeza y me doy media vuelta para bajar las jodidas escaleras y salir del almacén. Subo a mi coche y lo arranco para salir echando humos de aquí.

Recuerdo aquella noche entonces.

Había ganado el combate, como de costumbre, pero entonces empezaron a llegar coches de policia.

Busco a Enzo con la mirada, pero no le encuentro. ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora? Diviso mi moto y corro hacia ella.

No puedo dejar que la policia me vea o estaré sino el resto de mi vida tras rejas.

Entonces cuando arranco la moto lo veo. Los policias lo tienen, y lo están esposando. Frunzo el ceño y todavía no arranco.

Van a detener a Enzo.

-¡Vamos, tío! -me grita James.- Tienes que irte de aquí.

Sí, tengo que irme de aquí. Arranco la moto y salgo se allí a velocidad de la luz.

Aquella fue la última noche que vi a Enzo, cuando lo encarcelaron. La verdad es que esperaba que estuviese mucho más tiempo de lo que ha estado.

Pienso en cómo voy ha decirle esto a Madison, en qué va a pensar. Seguro que no está de acuerdo con que vuelva a las peleas, seguro que me pide que no lo haga. Y yo no sé qué hacer.

Sé que no es una buena opción de futuro, pero tampoco es una mala idea teniendo en cuenta que ninguna empresa me querría en sus servicios.

¿Mis hijos estarían orgullosos de mí? Me imagino a un pequeño yo fardando en el colegio de su padre, y se me cuela una sonrisa en los labios.

Puto Enzo que sabe como hacer con una idea terrible me parezca buena.

¿Qué creéis que acabará haciendo y qué creéis que le dirá Madison que haga?

¡En el próximo capítulo!

Pd: Comentarios y votos pls

DROPPED 3 - AGAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora