DROPPED 3 - AGAIN

Capítulo 24

Jared

Esa mañana despierto a causa de unos nudillos golpeando la puerta de la entrada.

Salgo de mi habitación intentando no hacer ruido para que ni April ni mis padres ni Belén se despierten.

Abro la puerta y me sorprendo al encontrarme a Alice.

-No soporto esto, Jared. -dice.-

-Sh... -digo poniendo mi dedo índice en mis labios.- Ven.

La llevo hasta mi habitación y cierro la puerta.

-No soporto que un hombre me rechaze de esa forma, y menos que tú lo hagas.

Me siento en el borde de la cama mientras la escucho.

-No sé qué me has hecho, pero has despertado algo en mí que ningún hombre ha logrado. -me mira a los ojos.- Te necesito.

Y entonces se lanza a mis labios. Rápidamente se deshace de mi camiseta.

-Pensaba que no querías saber nada de mí. -Le digo con la voz ronca.-

-Te necesito Jared. -jadea.-

Me dejo de rodeos y voy al directo al grano. Yo también la necesito. Necesito enterrarme en ella y deshaogarme de alguna manera, y eso, es de alguna manera lo que hago.

Apoya su cabeza contra mi pecho y empieza a hacer dibujos en este con lss yemas de sus dedos.

-¿Y qué hay de la chica esa a la que fuiste a ver al hospital? -me pregunta.-

-Madison. Tiene amnesia y no recuerda nada.

-¿No se acuerda de ti? -frunce el ceño.-

Niego con la cabeza.

-¿Y qué vas a hacer? Pensaba que te gustaba...

-Me gusta. -Confieso.- Pero no quiero forzarle a hacer nada, simplemente dejaré que las cosas pasen con el tiempo.

-Entonces, ¿si ella se enamorase de ti volverías con ella?

-Sí. Claro que lo haría. Ella logra llenarme de una manera única.

-¿Y si otra chica logra llenarte de esa manera? -Dice dejando un beso en mi mandíbula.-

-No creo que eso ocurriese.

-Pero, ¿y si ocurriese? -insiste.-

-Haría lo que fuese más correcto.

-¿Lo correcto para quién?

-Para mí.

Bajo la mirada y la miro. Alice es guapa, bastante guapa, y tiene un buen cuerpo pero, comparada con esos ojos azules de Madison, con esa sonrisa y esas curvas que me enloquecen, no creo que haya punto de comparación.

-Deberías irte ya. -Le digo.-

-¿Vas a volver al gimnasio?

-Quizá cuando tenga tiempo. -Suspiro.- No sé. Creo que pronto volveré a California.

-¿Qué? ¿Por qué? -Frunce el ceño.-

-No vine aquí para quedarme para siempre, solo para olvidarme de mis problemas, y los problemas no se pueden olvidar, hay que afrontarlos. -me levanto de la cama y cojo mi camiseta que está en el suelo.-

-Tengo la impresión de que me estás evitando. -dice levantándose también.-

-No te hubiera follado sino.

-Parece que eso es lo que todos buscáis, un polvo para después tratarnos como una mierda. -dice un tanto dolida.-

-Yo no soy así. -le aseguro mirándola.- Antes quizás sí, pero ya no. Y no te estoy evitando. -le planto un beso en la frente y continúo vistiéndome.-