CAPÍTULO 4

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—Por lo que escuché, La Orden Carmesí te había detectado, al igual que nosotros. Solo era cosa de ver quién llegaba más rápido —comenzó a decir la bella pelirroja.

—Eso no responde por qué estoy
aquí.

—Los Alterados estamos casi al borde de la extinción, somos los últimos, quieras o no, debemos apoyarnos unos a los otros y mantenernos unidos para sobrevivir. Por ello de vez en cuando salíamos para buscar rezagados, eres el primero desde hace como seis meses... —algo en su mirada reflejó cierta preocupación.

—¿Eres una Alterada?

—¿A caso crees que estaría aquí de no serlo? —volvió a sonreír.

—Sí... es decir no, bueno, es que tienes una apariencia más... normal que el resto.

—¿Gracias? Bueno, ser Alterado no quiere decir que tendré la piel verde y escamosa —bromeó.

—Bueno ¿y cuál es tu don?

—Es un tanto difícil de explicar... yo —pensó un poco—. Yo porto una alteración que llamamos la Energía —Jack no pudo ocultar un rostro de curiosidad al escuchar dicha alteración.— La Energía, es la capacidad de manipular objetos con la mente.

—¿Cómo la Telequinesis?

—Exactamente, sólo que también podemos manipular a seres vivos, pero de mentes débiles, y la singularidad de la energía es que cada Alterado que la posee emana un resplandor de algún color, en mi caso, uno rojo.

—Eso es increíble —admitió sorprendido.

—No para las patrullas.

—¿Y tu hermano, qué hace?

—Él es un "súper cerebrito", tiene una inteligencia mucho mayor a la humana, y también es portador de la Energía, pero el centella luz celeste, igual casi nunca la utiliza, creé que puede herir a alguien.

—¿Cómo es que me encontraron?

—Nosotros los Alterados emanamos una ligera cantiadad de radiación, no mortífera para los que llegan a tener contacto con nosotros, pero lo suficiente para ser detectada con un sonar especial. El Gobierno tiene y nosotros también, así que cuando detectamos a uno nos apresuramos a salvarlo, claro que a veces no se llega a tiempo...

La puerta se abrió repentinamente y Quick entró, miró a Pepper y luego a él.

—Hola Rojita —la saludó con una ligera sonrisa.

—Hola Veloz —respondió igual.

—Ven conmigo novato, es hora del recorrido —Jack se levantó de su camilla y antes de irse regresó la vista a la bella pelirroja.

—Gracias, Pepper, me agradó conocerte.

—Por nada Jack, fue un gusto —le dedicó una sonrisa. Se despidió de Cooper, ambos salieron del consultorio, y comenzaron con el recorrido.

—Bueno. Presta atención novato, porque esto solo lo diré una vez. Éstas son las calles principales, aquí solo se permite transitar con normalidad, aquí convivimos la mayoría del tiempo —dijo una vez que salieron a los muelles—. Esta es la zona de entrenamiento, como su nombre lo dice, aquí todos y cada uno de nosotros entrenamos nuestros dones.

Era una zona grande, cubierta con artefactos que los Alterados que recidían allí utilizaban para realizar actividades físicas o como el velocista había dicho como un método de ayuda con los dones.

—Y aquí. Es el área de duelo —cerca de la zona de entrenamiento había un grupo de tal vez quince Alterados, yacían en dicho lugar, peleando arduamente, y disparando armas de fuego, en aquél lugar que parecía una cancha hecha de metal, llena de obstáculos.

—¿Qué se hace aquí?

—Aquí es donde se práctica el combate, cada día los Alterados corremos un peligro mortal, debemos saber cómo defendernos.
Jack miró atentamente, y a lo lejos se podía ver una extraña jaula de cristal, con solo dos Alterados peleando en ella.

—Y... ¿qué es allá?

—Allá es la Jaula de los Avanzados, solo pueden entrar los Alterados más fuertes y los que controlan sus dones a la perfección —Quick miró al suelo con tristeza—. Cold Shock y Fire Shoot eran dos de los mejores...

—Escucha Quick... lamento completamente lo que sucedió con tus amigos, te juro que si hubiera algo que pudiera hacer para salvarlos, lo haría sin dudar...

—Hey Quick —dijo una voz detrás suyo. Un chico de unos veinte años, de cabello oscuro y mirada recia apareció, golpeó ligeramente el hombro de Jack al pasar y le dio un pequeño y un tanto forzado abrazó a Quick—. Escuché lo que pasó con Fire y Cold, eran grandes amigos.

—Lo sé —algo había en la forma en como actuaba con aquel chico que demostraba que Quick no se sentía cómodo con su presencia.

—Por cierto, ¿dónde está ese Alterado cobarde que hizo que murieran? —Jack se encogió en hombros al escuchar esas palabras, tragó saliva tan fuerte que aquel chico lo escuchó—. Así que eres tú —lo miró por encima del hombro y cerró los puños.

Jack pudo notar, que uno de sus puños emanaba un extraño fuego de color amarillo brillante, y el otro emanaba un resplandor de color azul, rápidamente, alzó su brazo, y con su puño, intentó golpear a Jack. Pero su golpe se vio frenado por la palma de una mano.

—Déjalo en paz, Luke —pronunció un chico de un largo cabello castaño, él fue quién evitó el golpe.

—Este maldito provocó la muerte de Cold y Fire —mostró un rostro completamente furioso. Aquel mismo joven se interpuso entre ellos dos.

—No fue su culpa. Además, no lastimamos a los nuestros,¿recuerdas?

—Tiene que pagar —sonrió de oreja a oreja—. Dime algo, ¿ya entró en la Cámara?

—No está listo para la Cámara aún —declaró seriamente.

—Debe de entrar. Todos los nuevos entran.

—Tú no decides eso —refutó seriamente.

—Tienes razón, eso lo decide RainheartJack solo miraba aquella discusión, y por su cabeza pasaban miles de incógnitas, pero él sabía que no serían respondidas aún, pues su aventura a penas comenzaba.







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En la multimedia Pepper y su
Energía roja.

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ALTERADOS: El Origen De Los Defensores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora