ALTERADOS: El Origen De Los Defensores

CAPÍTULO 9

La vida de Jack había cambiado radicalmente en cuestión de días, su sola existencia y pertenencia en el mundo se había transformado en algo más, algo que no tenía contemplado, algo que sin dudas quería descubrir.
Luego de su partida al rescate de Cold Shock y Fire Shoot, su nombre causó furor en la comunidad de Alterados, al igual que el de los demás que habían salido a su rescate. Nunca antes alguien se había atrevido a tanto, ni siquiera los Alterados más experimentados se atrevían a salir al rescate de un compañero, y que un novato lo hiciera, lo cambió todo.

Habían transcurrido un par de días luego de aquello, la Ciudad de Abajo estaba vuelta un caos con la noticia, pero la superficie era un caos, la Orden había lanzado un operativo para atrapar a todos los Alterados que se estuvieran escondiendo, al igual que la noticia de su regreso ya comenzaba a cobrar relevancia en distintos medios de difusión, inclusive a nivel mundial, la marea estaba incrementando, y lo único que él quería era que no le llegara al cuello.

—¿Como está? —preguntó él mientras miraba al joven en aquella camilla de hospital.

—Pues, vivirá —respondió Cooper mientras escuchaba el ritmo de su corazón—. El que en verdad me asombra eres tú.

—¿A qué te refieres?

—¿Bromeas? Todos andan diciendo que el novato destruyó una caravana de la Orden utilizando una sorpresiva e inucitada Telequinesis, ¿sabes qué significa?

—No —zanjó tajante, mientras apretaba el mentón.

—Significa que eres un Mega Alterado—contestó mostrando una sonrisa.

—Cooper, llevo a penas casi una semana aquí, ¿puedes simplificar un poco?

—Un Mega Alterado es un individuo que posee la capacidad de albergar más de una alteración, es más poderoso que el Alterado promedio, solo he visto un par de ellos en toda mi vida, eres el primero que conozco en persona.

—Que halagador —bromeó secamente—. Es parte de tu encanto a demás de ser una computadora que lo sabe todo.

—Bueno, contrario a lo que me gustaría decir, desconozco qué pasa con ellos dos —miró en la lejanía al tipo de la camilla, el cual aún no despertaba, y a la bella chica de cabello verde.

Luego de su llegada, la avalancha de atención que recibieron fue demasiada como para siquiera darle prioridad a los nuevos residentes de la comunidad. Jack tampoco pudo acercarse, si estaba con Cooper era porque Rainheart le había encomendado que fuera a revisar que no tuviese nada. Continuó mirando a la mujer de cabellera esmeralda.

—¿Seguro que no sabes nada de éste sujeto? —preguntó, sacándolo de su letargo.

—Lo encontré inconsciente en su celda. Creo que sé lo mismo que tú.

—Pues debe ser un Alterado. Sino ¿qué hacía en una prisión del gobierno? —se levantó y miró sus análisis en una tableta, su rostro no ocultó la duda—. Aunque no logró detectar qué es lo que tiene exactamente.

Levantó la vista y encontró a Jack, embobado con aquella misteriosa chica, sonrió y le dio un golpecito en el hombro.

—Habla con ella —dijo y abrazó su tableta. Jack se puso rojo al instante.

—¿Qué? No, ¿de-de qué estás hablando?

—Sí, habla con ella. Sé amable, ve si puedes averiguar algo, tal vez ella tenga algo interesante que decir. A demás ya no tolero que la voltees a ver cada cinco segundos —bromeó sonriente.

—No puedo hacer eso, la última vez que le hablé casi se desmaya, ¿qué-qué podría decirle además? —su nerviosismo era casi palpable, y Cooper no podía dejar de sonreír al verlo.