CAPÍTULO 6

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—¿Entonces, Jack, Quick ya te dió el recorrido? —preguntó Alex.

—Sí, ya me mostró el lugar —respondió entre pequeñas risas.

—¿Qué es lo gracioso? —preguntó Quick.

—Nuca creí convivir con otros Alterados, durante un tiempo pensé que era el último —recordó con cierta amargura, después sonrió y cambió de tema—. Alex, ¿tú que haces? Me refiero... ¿cual es tu alteración?

—Oh, bueno, ya que preguntas, tengo la capacidad de absorber las propiedades físicas de la materia y utilizarlas a mi favor —guardó silencio al escucharlo.

—Muestrále un ejemplo, no seas
aburrido —dijo Quick riéndose, era evidente que Jack no había comprendido absolutamente nada de lo que él había dicho.

—Muy bien —se levantó y se acercó a una pared de metal, colocó su mano en ésta, y en un abrir y cerrar de ojos todo su brazo se volvió de metal.

—Me llamo Alex, pero aquí todos me conocen como Iron —sonrió convirtiéndose totalmente en un ser de metal.

—¡Impresionante! ¿Qué más puedes absorber?

—Pues casi todo objeto sólido.

—Nunca has intentado transformarte en, no sé... ¿agua?

—Nunca lo he intentado. —Volvió a la normalidad. La conversación entre aquellos tres siguió durante un largo rato, hablaron a profundidad sobre cómo es que las cosas funcionaban y cómo era la convivencia entre todos los Alterados de la ciudad. Prácticamente era como si todos formaran parte de una enorme familia, en la cual todos velaban por la seguridad de los suyos.

—¿Por qué ese sujeto me odia? —miró a Luke en la lejanía, entrenaba ferozmente y eso solo lo hacía preocuparse más luego de la escena de hacía rato.
Iron suspiró y se encogió en hombros.

—Luke es alguien muy difícil de tratar... es...

—Es un idiota —admitió el velocista, despreocupado.

—Siempre ha sido una persona difícil de tratar, pero, lo ocurrido con nuestros amigos fue... duro para él. No lo demuestra y no lo demostrará nunca, pero es alguien que se preocupa mucho por la comunidad, y el perder a tantos de repente, representa un golpe muy duro para él.

—Eso lo entiend, pero... —dejó de hablar en el momento en que un intenso dolor de cabeza le azotara de repente. Colocó sus manos sobre sus sienes intentando de alguna manera apaciguar el dolor, pero rápidamente se dio cuenta que el sufrimiento no era de él, ese dolor se lo transmitía alguien más.

—Jack, ¿qué sucede? —preguntó Iron, desconcertado.

Una fuerte luz blanca emergió de los ojos de Jack iluminando todo a su alrededor, el poderoso destello era similar a la luminosidad que emitiría un faro en el mar. Gritó durante unos segundos cuando el dolor fue casi imposible de tolerar, se dejó caer, y entonces, así como así, el destello se detuvo, al igual que el dolor.
Lentamente recuperó la compostura mientras lo ayudaban a levantarse.

—¿Que diablos te ocurrió? —inquirió Quick tomándolo de los hombros. Tembloroso y desconcertado se puso de pie.

—Están vivos... —pronunció con ambos ojos bien abiertos.

—¿Qué, quiénes?

—Fire Shoot y Cold Shock —exclamó, ambos lo miraron como si hubiese perdido la razón.

—Imposible, ellos murieron salvándonos —aseveró el velocista azul.

—No, los vi, ellos y otros más, están atrapados en una pequeña base del gobierno que está por el parque.

—Lo que dices es una locura —habló Iron.

—Pude verlos, pude sentirlos. Y están sufriendo, debemos rescatarlos.

—Sabemos que puedes ver cosas, pero no quiere decir que lo que dices es verdad, además no podemos, es-es una maldita locura.

—Sé que es difícil de comprender pero, deben creerme.

—Chico —intervino Quick—. Llevas aquí a penas un día y ya estás actuando raro, no podemos salir, la Orden nos mataría.

—Si es que de alguna manera están vivos, no podemos hacer nada para salvarlos —habló Iron. Palmeó el hombro de Jack—. Lo siento, pero las cosas son así.

—Si ustedes no harán nada, entonces lo haré yo... —comenzó a alejarse de ellos.

—¡Espera! No puedes enfrentar tu solo una base repleta de soldados —habló el velocista intentando hacerlo entrar en razón.

—Escuchen, sé que es peligroso, en verdad lo sé. Pero desde que llegué aquí no puedo dejar de pensar en que en lugar de ellos pude ser yo. Arriesgaron su vida para salvarme, es justo que yo haga lo mismo por ellos—concluyó mientras caminaba hacia adelante. Llegó a la misma entrada por la cual Quick lo había traído, comenzó a subir por las escaleras.

—¡Oye, novato! —llamó alguien desde abajo, se giró para ver a Alex. Bajó hasta estar con él nuevamente— Necesitarás una de estas —le entregó una pistola—, necesitaremos más que un buen par de ojos si es que queremos salir vivos de ahí.

—¿De qué hablas?

—Te acompañaré —alzó una pequeña mochila que dejó sobre su espalda

—Y yo... —dijo Quick entrando como un rayo—. ¿Dónde está la mía, Iron? —él solo lo miró sonriente.

—Oh, gracias, que buen amigo eres —contestó sarcástico, en un parpadeo desapareció dejando un rastro de brillante luz celeste y en un segundo apareció con una pequeña mochila de una sola correa, además que vestía un curioso conjunto de ropa similar a la licra de los deportistas—. ¿Qué? —preguntó al sentir sus miradas extrañadas.

—Vamos a rescatarlos, no a correr al parque —respondió riéndose.

—¿Qué? Coop lo diseñó. Si voy a pelear, mejor que sea cómodo ¿nos vamos ya? —Jack sonrió, estaba cada vez más sorprendido sobre la unión de todos los Alterados de ahí.

—Bien, hagámoslo.









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En la multimedia Iron y su capacidad de "Absorber energía"

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ALTERADOS: El Origen De Los Defensores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora