Sanando heridas

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Una pequeña niña de 7 años estaba despertando, eran las 6:30 y aún no había salido en su totalidad el sol, era una niña muy madrugadora pero no tanto como su padre que normalmente ya estaba despierto cuando ella lo iba a ver a su cuarto. Se levanto de la cama, y vio el retrato de su mamá y su papa a lado de su cama, en la foto que se movía, su papa cargaba a su mama y ambos se veían muy feliz, esas sonrisa solo se la enseña su papa a Eileen pero no era como la de la foto, era menos radiante y algo triste.

La dejo en el aparador, era su foto favorita ya que estaban sus papas juntos, también era la única que tenía, su papa se la regalo en 5to cumpleaños, él le había dicho que si quería más fotos de su mama se las pidiera pero no quiso ninguna otra ya que en esas fotos sus padres no saldrían juntos.
Salió al pasillo para ir al baño, vio que la habitación de su padre aún estaba apagada, ¿seguiría dormido? Qué raro, el nunca dormía hasta tarde, solamente eso pasó una vez y su papa no se veía nada bien, se veía más triste de lo normal y parecía haber llorado, nunca le dijo nada a Eileen pero ella no era tonta sabía lo que pasaba. Ese día fue uno de los peores que recuerda, él se encerró solo en su cuarto todo el día y solo salía para prepararle la comida a su hija. Aunque solo ocurrió una vez ella nombró ese día y a los que probablemente vendrían más adelante "malos días".
Fue al baño antes de salir disparada al cuarto de su padre.

E:papi?-entro temerosa, no recibió respuesta, avanzó más y no lo vio, solo veía la sabana, esta cubría algo o más bien a alguien. Subió a la cama-¿papi?
Se escucho un gruñido
Se acercó y quito las sabanas de su cara, le estaba dando la espalda, su cabello negro no dejaba ver su cara.
E:despierta, recuerda que vendrá la familia wesley, tío ron y tío Harry me dijeron que volaríamos en escoba, no es genial
S:no van a venir, hoy no pueden, mañana vendrán.
E:aahh-se oía decepcionada
S:Eileen podrías salir, tengo que alistarme
E:pero lo puedes hacer con un toque de varita, es fácil, mira-había tomado la varita de su papa.
S:no!, dame la varita, te he dicho que aún no estás lista para usar una y cuando lo estés iremos al callejón Diagon por la tuya, ahora por favor sal.

Si definitivamente era un día malo, al contrario de cómo lo encontró hace un año, triste, ahora se veía enojado. Sabía el porque, se acercaba el cumpleaños de ella y al mismo tiempo el día que murió su mama.

Salió del cuarto y fue a la cocina, se sirvió un tazón con cereal y leche y comenzó a comer sin ganas. Con un brazo recargado en la mesa y sosteniendo su rostro. Después de unos minutos su papa bajo.

Él sólo se sirvió una taza de café, tenía unas ojeras horribles.
E:papa...tú me podrías enseñar a....-no sabía si preguntar- a volar
S:no me gustaría que aprendieras a volar, es peligroso
E:por favor- tenía unos ojos de cachorro
S:ya veremos después

No se escucho ningún ruido hasta que la niña dejó salir un sollozo y aspiro.
Severus bajo el periódico que leía para verla.
S:que pasa, si es por lo del vuelo, sabes que Harry y Ron te enseñarán.
E:no es eso.
S:que pasa pequeña- soltó el periódico y fue a su lado, se colocó en cuclillas enfrente de ella que estaba en su silla, eran muy raras las ocaciones en las que lloraba, ni siquiera cuando era bebe lo hacía, solo cuando era muy necesario.
E:es... Mi culpa..que siempre estés triste...extrañas a mama y por mi culpa ya no está.
S:no digas eso-con su pulgar quitaba las lágrimas del rostro de su hija- es cierto que la extraño pero me dejo el mejor regalo que alguien me pudo dar, a ti. Eres mi tesoro pequeña, no llores.
E:peeero,
S:pero nada, te quiero mucho lo sabes verdad, siento ser tan gruñon a veces pero así es mi forma de ser, tal vez no contigo pero si un poco con las demás personas.
E:también te quiero mucho papi- se lanzó a sus brazos.

Severus estaba un poco más tranquilo, ese día amaneció de mal humor porque había soñado con Hermione, no quería despertar pero así fue y ahí estaba su pequeña hija, no quería llorar enfrente de ella por eso la corrió. Había días en los que no soportaba el dolor y quería desaparece pero recordaba a Eileen, esa pequeña parte de él y su Hermione. Con el tiempo gracias a Merlin se seguía pareciendo más a ella, tenían los mismos rasgos físicos, excepto el cabello y la personalidad, era más parecida a él, era como una mini Hermione si solo la veías pero era una mini Severus si conversabas con ella. Era muy inteligente.

La noche había llegado, Severus estaba acostando a Eileen. Le había acabado de leer el libro de "historia de la magia" y era momento de que durmiera.
S:sabes, una vez tu mamá hizo algo que creí nunca pasaría, curo mis heridas.
E:¿Alguien te había pegado?- el sonrió, aveces si hija era tan Inocente
S:no, no eran heridas físicas, eran heridas que no se podían ver, heridas emocionales, veras hay tantas cosas que me han pasado y aún no te he contado, tranquila con el tiempo lo haré, pero esas cosas que me pasaron dejaron marca en mi, no pensé recuperarme nunca pero ahí apareció tu mamá, ella las curo y sin darme cuenta era feliz de nuevo. Hasta que ella murió..... También creí nunca recuperarme de nuevo, pero aquí entras tú, mi pequeña Eileen, tú haz curado mis heridas. Gracias
E:no tienes nada que agradecer papa, yo siempre te cuidare como tú a mí, y le pegare a cualquiera que te haga daño.- ambos se abrazaron-quédate a dormir conmigo, ¿sí?
Era increíble como una pequeña niña de 7 años lo hacia tan feliz, se recostó con ella y la abrazo, se colocó como Hermione lo hacía, recargando su cabeza en el pecho de él ambos durmieron con una sonrisa en el rostro.

¿Fin?

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