Amor elemental (S.E #5)

16. Final: Aire y Acero

En una isla paradisíaca, dentro de una casa, sobre una mesa, hay un anillo de compromiso. También hay fotos de Aire y Acero felices por el pasillo de entrada. Él entra por la puerta con una carta.

―As ―la llama mientras sigue mirando el papel―. Rayo nos ha invitado a su concierto y... ―Levanta la vista al no escuchar respuesta―. ¿As? ―Mira el anillo, él tiene uno igual en su dedo―. ¿Dónde estás? ¿Y por qué dejas esto aquí? ―Lo recoge.

―Déjalo ahí. ―Al fin se escucha.

―¿Por qué? ¿Y dónde estás? ―pregunta confuso.

―Porque lo voy a perder. Estoy en la habitación.

―¿Perder? ¿Habitación? ―Queda aún más confundido, entonces camina hasta allí―. ¿As? ―Observa hacia la puerta del cuarto.

Ella empieza a tirar ropa mientras él se acerca más y más sin entender. Aún no la logra ver, solo la ropa que cae fuera de allí.

―¿Qué haces? ―Aire mira mientras se aproxima.

Logra visualizar su mano, ella le hace una seña para que venga y le tira otra ropa más, pero esa cae en el rostro de Aire.

Él se sonroja.

―Es... es...

―Sabes lo que es. ―Ella se ríe.

―Tu sostén. ―Se pone más rojo.

―No es cualquier sostén ¿Lo sabes, no? ―Vuelve a reír.

―¿Estás segura? ―pregunta dándose cuenta de que el sujetador del que está hablando es el que llevaba puesto.

―Sí. ―Se escucha una voz nerviosa―. Ahora ven aquí.

―Bueno, si la jefa ordena, el empleado obedece. ―Aire se acerca y Acero agarra su remera, metiéndolo dentro de la habitación.

La puerta se cierra y solo Dios sabe qué pasó allí.

Cuando estás seguro de algo, debes ser fuerte y enfrentarlo. El amor puede estar a la vuelta de la esquina, o en este caso, en la otra habitación.