Tale Of Undertale (Frisk y Sans)

9

Hace un calor demasiado fuerte para ir con vestido... Daría lo que fuera por tener mi ropita veraniega... Mi suéter de lana, mis pantalones cortitos y mis medias... Ah, ropa fresquita... (nótese el sarcasmo)

Fuera de bromas, esa ropa seguro que da menos calor que ésto. Y como si mis súplicas hubieran sido escuchadas...

-¿'sup, peque?

Me giro, y le veo ahí, con mi ropa bajo el brazo, y sonriendo, aún con algo de nieve de Snowdin en la ropa. Con lágrimas en los ojos, corro hacia él, y le hago mi mejor abrazo-placaje.

-¡¡¡Sans!!!

Nunca pensé que ver a alguien me haría llorar tanto...

-¿estás bien, frisk?

-S-sí. ¿Y vosotros?

-también. supuse que no podrías andar con el vestido mucho más lejos, aunque creo que tu suéter de lana tampoco te ayude a pasar menos calor, así que te traje una de mis camisetas blancas, y la chaqueta que te regalé, no sea que te la dejases.

-Sans... ¿has hecho todo este viaje para traerme ésto? Dios, ¿qué ha pasado contigo?

"Saber que Sans ha ido a Hotland sólo para devolverte tu ropa, te llena de determinación".

-oye, sigo siendo vago. pero me preocupo por ti, pequeña. además, vengo a traerte disculpas. de mi parte y de paps.

-¿Por?

Sans se rasca la cabeza.

-cámbiate de ropa, y te lo explico.

-¿D-d-dónde pretendes que me cambie, pervertido. No tengo dónde refugiarme...

-vayamos al laboratorio de alphys. tiene baño.

-¿No le importará?

-lo dudo. vamos, peque.

Me tiende su mano y yo, feliz de volver a verle, sano y salvo, la acepto. Cuando llegamos, Alphys no parece estar por ninguna parte. ¿Dónde estará?

-no te preocupes por alphys, habrá ido a ver a undyne para alguna chorrada, cámbiate en el baño.

Asiento, y entro a la velocidad del rayo. La puerta llega hasta por debajo de mis rodillas. Cualquiera podría asomar la cabeza por aquí debajo. Me quito el vestido rápidamente, y lo cuelgo por encima de la puerta. Sans me pasa mi ropa por debajo, sin mirar.

-Ve contándome, anda.-le digo, mientras me pongo su camiseta. Huele maravillosamente a él. Espera... ¿por qué estoy oliendo su ropa? Qué vergonzoso...

-está bien. mientras nosotros teníamos nuestra "tórrida" cita, papyrus estaba entrenando con undyne. es ella la que le enseña a cocinar, ¿sabes? y como paps es demasiado inocente, le contó sin querer a undyne que estabas viviendo con nosotros, y que ese vestido que llevaste, era para ti... ella se puso como un basilisco y vino directamente a por ti. paps está bastante arrepentido... cuando le dije que venía a verte, me pidió que te mandase sus disculpas, y me dijo que, cuando pudiera, te llamaría para decírtelo él mismo por teléfono.

-N-no creo que sea necesario ya. Tampoco pasa nada. Sigo de una pieza, ¿no?-pregunto, poniéndome las medias.

-sí. parece que puedes cuidarte bien tú sola. no creo que necesites que te cuide.

Dejo la media derecha a medio subir. Por debajo de la puerta, asomo la cabeza, y susurro.

-La verdad... sigo siendo una cría.

-cualquiera lo diría con el cuerpecito que tienes.

-¿Eso era una broma?

-nope. la verdad, no tienes cuerpo de niña.