5

509 33 3
                                    

-bueno, peque, aún no hemos hablado de esa cita.

-¿Q-q-qué? Apenas me he alejado de Snowdin, ¿y ya quieres hablar de esa cita?

-la prioridad es clara. primero, las siestas, luego, mis chistes, y después, esa cita contigo.

-Oh, por Dios... está bien. Mira, antes de llegar al castillo del rey, te llamaré para esa cita. ¿Te parece bien? Así no podrás decirme que no has dormido suficiente ni nada de eso.

-me parece sanstástico.

-Ya vale, Sans.-le reprocho, no sin cariño.

Le he cogido mucho aprecio a este saco de huesos vago.

-en fin, suerte con tu viaje, peque. te estaré vigilando.

-E-está bien. Hasta pronto, Sans.

Me marcho de allí rápidamente. No quisiera que me viese sonrojada. Pero al poco de alejarme, me llega una llamada.

-"funnybone"...-descuelgo, extrañada por el nombre-¿Sans?

-sí, te llamaba para decirte que te he visto sonrojada. no podías ocultarlo, hehehe.

Y cuelga. Maldito huesudo depravado... Es bastante amable pero... me saca de mis casillas cuando quiere. Sigo hacia delante durante un buen rato, sin cruzarme con nada ni nadie. Y tengo, de pronto, un mal presentimiento, como si algo me siguiese. Me pone los pelos de punta. Decido llamar a Papyrus, en primer lugar, pero no me responde. Después, llamo a Sans. Y él, por fin, me coge el teléfono.

-¡Sans!-estoy tan angustiada que no me doy cuenta de que he pegado un grito.

-shh, peque, ¿qué pasa?

-Creo que hay... algo... siguiéndome.

-¿algo? ¿dónde estás?

-Sigo en Waterfalls, no me he ido a ningún lado...

-me refiero a qué parte. ¿qué hay alrededor tuya?

-Oh... un puente de madera...

-voy para allá, no des la espalda al camino. pégate a la pared...

Cuelga, sin decir nada más. Sigo su consejo, mientras mis piernas flaquean. Me apoyo como puedo en la pared, y tiemblo. Tiemblo como hacía tiempo que no lo hacía. No por frío, no por enfermedad... por puro MIEDO. Al instante, Sans ha salido de la nada, y está sosteniéndome.

-todo estará bien, peque. ya estoy contigo.

Sollozo en silencio, empapando sin querer la chaqueta de Sans.

-Es injusto. Apenas me he separado de vosotros, y ya siento como si una roca gigante fuese a caerme encima de un momento a otro.

-bueno... sigamos hacia delante. te acompañaré un trecho de camino, si así te sientes más segura.

-G-gracias, Sans...

El esqueleto me sonríe, y revuelve mi pelo corto.

-lo que sea por una amiga.

Tímidamente, le cojo de la mano, mientras él me va guiando. La sensación sigue ahí, pero es como si se mantuviese distante. Hasta que un teléfono, que no es el mío, suena.

-tengo que responder, hehehe. ¿te importa que me separe un poco?

-N-no. Tranquilo, ve.

Se aleja un poco, pero no mucho, con una "cuenca" puesta en mí. Eso me calma un poco. Puedo oír la voz de Papyrus incluso desde aquí.

Tale Of Undertale (Frisk y Sans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora