Undertale... un lugar donde los monstruos están recluidos, y donde Frisk, nuestra protagonista, cae.
Allí, conoce a Toriel, Undyne, Alphys, Papyrus... y a Sans.
Todos ellos, monstruos. Ella es la única humana entre ellos.
¿Cuál será su decisión? ¿T...
Me llamo Frisk. Soy una humana que cayó por un gran cráter en el monte Ebott, llegando así a Underground, el hogar de los monstruos después de la gran batalla entre ellos y los humanos. Caí por accidente, y una flor asesina y psicópata llamada Flowey intentó matarme, usando un truco muy rastrero, y contándome cosas como que necesitaba mi alma... Por suerte, una monstruo muy amable llamada Toriel me rescató. Me guió por un lugar llamado las Ruinas, las cuales estaban llenas de trampas. A pesar de sus indicaciones de quedarme en una de las habitaciones seguras, decidí explorar las Ruinas. Aunque antes de salir me llamó preguntándome que qué me gustaba más, si la canela o el caramelo de azúcar con mantequilla, una pregunta un tanto extraña. Con lo que me enseñó Toriel, fui hablando con los monstruos que se cruzaban en mi camino, y perdonándolos cuando ya no querían combatir. Después de eso, encontré a Toriel y me llevó a su casa. Por la forma de actuar, podía intuir que quería que me quedase allí, con ella.
Pero, me vi obligada a decirle, después de coger mi trozo de pastel de canela y caramelo de azúcar, que quería salir de nuevo a las Ruinas, a lo que respondió un "Ahora vuelvo, quédate aquí". La seguí y me dijo que era como el resto de humanos, que sólo me preocupaba por mí misma, y que le demostrase lo fuerte que era, si de verdad quería salir. Después de una ardua pelea, logré hacerla ver que me las apañaría fuera...
Y aquí estoy, fuera. Me he encontrado con un esqueleto que adora los chistes malos, y su hermano menor. Se llaman Sans y Papyrus.
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-MIRA, HERMANO, UNA HUMANA.-dijo el esqueleto menor, cuando me vio.
-sí, eso parece. ¿cómo te llamas?
Tímidamente, miro hacia el suelo, y luego, respondo.
-Frisk.
-¡VAYA, ES UN GRAN NOMBRE! YO ME LLAMO PAPYRUS. EL GRAN PAPYRUS.
-yo me llamo sans. es un placer conocerte.
Empiezo a tiritar, inconscientemente, por el frío.
-SANS, LA HUMANA HA EMPEZADO A TEMBLAR. ¿ESTÁS BIEN?
-T-t-tengo un p-poco de frío...
-anda, ten. o te helarás hasta los huesos. hehehe.
Veo cómo me tiende su chaqueta, al tiempo que guiña un ojo por su chiste malo.
-SANS, CREO QUE NO ES HORA PARA LOS CHISTES MALOS. DEBERÍAMOS LLEVARLA A CASA.
-esto... paps. ¿no olvidas algo? no sé, tu obligación de capturar humanos y esas cosas...
-SI SE MUERE POR UNA PULMONÍA... PORQUE TÚ TIENES PULMONES, ¿NO?-asiento ante su pregunta- SI SE MUERE POR UNA PULMONÍA, POCO PODRÉ LLEVAR A LA GUARDIA REAL, ¿NO CREES, HERMANO?
-supongo que tienes razón, paps. venga, tomemos un atajo.
En un abrir y cerrar de ojos, estábamos en una alegre casa, casi a las afueras de un pueblo nevado.
