Julio de 1968
Era el Verano de 1968, y para entonces la situación entre los cuatro chicos se encontraba un poco dañada.
McCartney y Lennon discutían entre sí, George trataba de superar el ego de los dos últimos, y por otro lado, Ringo se dedicaba a tocar su batería.
Yo intentaba mantener la cordura, pero era casi imposible con todos gritando todo el tiempo.
Era Viernes, y yo solía salir con Paul ese día.
Hoy beberíamos un poco en un club, situado en el centro de Liverpool.
Aquel día usaba un vestido de flores color rosa, era un poco entallado, pero me agradaba usarlo.
Durante el tiempo que nos mantuvimos ahí conversamos sobre la universidad.-¿Cuál será tu profesión? -Me sonrió.
-Estudiaré medicina, siempre me ha agradado. -Respondí de igual forma, con una sonrisa.
-¿Estudiarás en Oxford? -Preguntó curioso.
-Yo iré a Alabama. -Lo miré, tratando de buscar su aprobación.
-Vaya, apuesto que es un lugar agradable. -Bebió un poco.
-Es bastante agradable, para ser sinceros no conozco demasiado, pero es agradable. -encogí mis hombros.
Conversamos durante mucho tiempo, hablando de la profesión que había elegido, música y de libros. Bastante normal para nosotros.
Cuando terminamos de hablar sobre Picasso, hubo un silencio muy incómodo, nos miramos a los ojos mientras nuestros labios se rozaban dulcemente.
Estábamos ebrios, lo admito.
Salimos de aquel lugar, con rumbo fijo en su apartamento, con el deseo asechando entre nosotros.
Introdujo la llave en el cerrojo con cierto nerviosismo e ignorando todo, absolutamente todo.
Colocó contra la puerta mis caderas, me sonrió con complicidad y lamió mis labios de una manera seductora y pausada.
Era algo desafiante tenerlo cerca, sonriendo todo el tiempo.
Entrelazamos nuestras manos y nos abrazamos hasta dormir.
Los primeros rayos de sol iluminaron la habitación. Miré junto a mi y Paul no se encontraba conmigo, por lo que decidí ir a abajo.Pero cuando me situé frente a la escalinata escuché a dos personas discutiendo.
-Puedo explicarlo. -Sabía que esa voz masculina le pertenecía a Paul.
-No es necesario, he comprendido todo.
-Pero no he dicho nada.
-No seas idiota, jamás podrás explicar eso.
-Pero...
-Mejor toma tu sortija, después vendré por todo. -La chica se marchó.
-Jane, espera.
Cuando escuché el nombre de la chica sentí que todo había terminado, que ya no importaba nada.
Tomé mi chaqueta y busqué en los bolsillos unos cuantas libras. Para mi suerte encontré £10 libras.-Samadhi... -Me sonrió.
-Déjame tranquila. -Salí sin más de su apartamento.
Me sentí estúpida, engañada y sobre todo usada.
Paul había herido a Jane de una manera muy grotesca.
Me había ilusionado con palabras bonitas. Pero todo eso yo lo había permitido y hasta cierto punto era responsable de esto.
Fui a casa y para mi suerte mis padres aún no habían vuelto del trabajo.
Entré a la ducha, durante el tiempo que estuve ahí estuve pensando demasiado en eso y me dije a mi misma que todo estaría bien. Porque realmente lo estaría, tan solo tenía que verlo durante un año, para cuando renunciara en Julio de 1969 y me fuera a Alabama ya lo habría olvidado por completo.
Un corazón roto no me iba a impedir ser feliz y llevar a cabo todos mis planes, porque considero que una persona vale más que eso.
Llegué a los estudios, pero no específicamente para trabajar, sino para pedir el día libre.
Hable con Alan y aceptó sin problemas.
Justo al salir encontré a George, quien llevaba consigo su sitar.-¿Te encuentras bien? -George me miró preocupado.
-Estoy bien. '¿Paul ha estado por aquí?
-No, de hecho es algo tarde.
-No le menciones en donde estaré.
-De acuerdo.
-Necesito hablar contigo, estaré cerca del Big Ben. Vagando por sus alrededores.
-Iré ahí en un par de horas. -Me sonrió.
Y así fue, alrededor de las 8 pm George estuvo conmigo.
Hablamos de todo lo que ha sucedido.
Él se mostró bastante solidario, y me dijo que si deseaba renunciar al empleo no pasaría nada, pero yo le dije que no lo haría, porque necesitaba reunir el suficiente dinero para cuando me marchara a Alabama.
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For No One
FanfictionCuando eres joven confías en todos, piensas que nadie romperá tu corazón. Tienes a tu primer amor de verdad y lo es todo para ti. Tanto, que soportas un sin fin de traiciones y escenas de celos. Samadhi Bauer perderá una parte fundamental de su vida...