I'll Be Back

30 4 0
                                    

Desde hace unas semanas pensaba decirle a Steven que lo mío con Paul comenzaba a marchar bien y que por el momento sólo quería ser su amiga. Pero todo se tornó más complicado de lo que pensé.
El Martes por la tarde llevé a Steven a mi oficina para poder conversar en privado. Todo marchaba a la perfección, hasta que Paul McCartney, quien se encontraba bajo los efectos del LSD, entró a aquel lugar e hizo todo un desastre que dejó un resultado no muy favorable.

-Volví. -le dije sin más a Steven.

-¿A qué te refieres con volví? -Me miró extrañado.

-Verás Steven... -Justo cuando iba a decirle que Paul y yo pensábamos intentarlo de nuevo, este último entró a mi oficina.

-Samadhi. -Sus palabras se escuchaban un poco entorpecidas.

-Espera, ¿Te has tomado un poco de LSD? -Lo miré molesta.

-¿Quién es tu amigo?

-Él se llama Steven. -Fue mala idea decirle su nombre.

-¿Tú eres el adolescente que quería algo con Samadhi? -A pesar de estar un poco pacheco aún recordaba lo que le dije hace escasos 3 meses.

-Si. -Steven le sonrió.

-Escucha, ella es mi chica y no pienso dejarla, y menos con un adolescente.

-Paul, tranquilo. -Toqué su mejilla.

-¿Sabes?, lo mejor es que me vaya. -Steven estaba muy enfadado.

-Espera. -Lo tomé por los hombros.

-No hace falta que espere, después de todo ya se que lo que me dirías. - Finalmente se marchó.

-¿Qué rayos estabas pensando? -Lo miró molesta.

-Sólo estaba alejando a tu amigo. -Me sonrió.

-Yo pensaba decirle que tú y yo íbamos a intentarlo de nuevo. -Suspiré frustrada.

-Lo lamento. -Me miró inocente.

-Vamos te llevaré a tu casa. -Tomé su mano.

-No hace falta, estoy bien. -Intentó ponerse de pie pero sus pasos eran aún muy torpes.

-Te llevaré a casa. -Dije tomando las llaves de su auto de su bolsillo.

-De acuerdo. -Se colocó detrás de mis hombros.

Cuando finalmente estuvimos en su apartamento hablamos un poco, pero principalmente nos mantuvimos en silencio.
Después de un rato él se durmió sobre mi regazo, pues durante las últimas 4 semanas no había parado de trabajar en los estudios, beber café para mantenerse despierto. Además de consumir píldoras para evitar el agotamiento y LSD.

Mientras él dormía yo acariciaba su cabello, pensando en nosotros y en el tiempo que llegaríamos a estar juntos. Finalmente yo también me dormí, pues me resultaba bastante aburrido mirarlo y acariciar su cabello.
Al día siguiente tendría que hablar con Steven, aunque dudaba demasiado que él quisiera escucharme

For No OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora