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Como cada viernes, Paul visitó mi oficina. Siempre que era viernes él y yo solíamos salir en una cita, pero en ésta ocasión no tenía ánimos para salir como otras veces.
Tal vez había llegado el momento de ponernos firmes y confrontar lo cuan decepcionada me sentía.
Aquel último viernes del año le pedí que sólo tomáramos algo en una cafetería. Deseaba mucho que él y yo conversáramos de una manera sincera.

-¿Sabes, cariño?, me gustaría que habláramos de nosotros. -miré mi reflejo en sus ojos color avellana, los cuales me miraban con detenimiento

-¿Hablar de nosotros? -se dibujó una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

-Seré sincera, Paul, te escuché conversando con Lennon sobre Jane Asher, y bueno creo que tú y yo ya no estamos del todo bien. -su mirada estaba nerviosa.

-Entre Jane y yo no hay nada. -colocó su mano sobre la mía.

-No es necesario que me mientas, Paul, yo siempre supe que no dejarías de amarla.

-Yo te amo solamente a ti. -se puso de pie frente a mi.

-Claro, pero Jane es la chica que tiene sexo contigo. -lo miré seria.

-Oye, no tienes que preocuparte mucho por eso, porque tu eres muy especial para mi. -besó mi mejilla.

-Lo mejor es que lo intentemos por unos meses, si no resulta tu vuelves con Jane y yo hago formal lo mio con Steven. -le sonreí

-¿Steven? -me miró un poco molesto

-Si, es mi tutor en la preparatoria. -le desafié un poco

-¿Acaso te quiere tanto como yo? -me miró con mucho más detenimiento.

-No lo sé, pero al menos por el momento me ha demostrado que es una gran persona. -le sonreí.

-Ya veo. -pude notar sus celos.

-Tranquilo, aún no hemos terminado. -le di un pequeñoo beso, el cual él forzó a que fuera un beso que durara mucho más tiempo del que tenía planeado.

-Espero que tu amigo no haga eso

-No lo hace tan mal. -aquella frase hizo que se molestara, mis labios pagaron su furia, pues no paró de besarme por al menos 5 minutos.

-Espero que eso te haga cambiar de opinión.

-Claro. -miré fijamente una taza vacía sobre la mesa.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -sus ojos reflejaban inocencia.

-Si.

-¿Aún me amas? -se desanimó un poco.

-No tengo una respuesta sincera, ¿sabes?. -se desanimó aún más.

Después de aquella última vez que conversamos no volvimos a vernos. Pues yo pasé las fiestas decembrinas en casa de mis abuelos
En el año nuevo recibí una linda nota suya, y de Steven recibí un postal desde Escocia.

For No OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora