For No One

In My Life

En el verano de 1966 mi primo Brian me ofreció trabajar para él y un grupo del cual era mánager.
Mi abuelo era dueño de alguna tiendas de vinilos en Liverpool. Por esa razón mi primo estuvo muy cercano a la música.
Aquel sería mi primer empleo, por lo tanto era normal que estuviera confundida.
El sitio era estupendo, había muchos chicos y chicas de mi edad, por esa razón estaba segura de que sería el mejor empleo de todos.
Mi primer día llegó. Brian me mostró cual sería mi pequeña oficina, y lo más importante, de que me encargaría.
La oficina era un lugar tranquilo, un buen sitio para desempeñar mis labores.
Cuando por fin terminé de ordenar la oficina Brian me llamó para que me familiarizara un poco con el personal.
Bajé la escalera un poco lento, pues mantenía una conversación con mi primo.
Brian se detuvo un momento y abrió la puerta de una enorme sala de juntas, en ella se encontraban 4 chicos con una apariencia un poco desaliñada, a simple vista parecían chicos un tanto presumidos e incluso un poco sarcásticos.

-chicos. -mi primo se colocó al frente de el gran escritorio.

-Epstein. - respondieron tres de ellos, el último chico solamente me observaba mientras mordisqueaba su labio inferior.

-Chicos quiero presentarles a Samadhi, ella estará trabajando con nosotros durante un tiempo.

El chico me seguía mirando con demasiada atención.

-Hola. -dije nerviosa.

-Hola. - dijo el chico que usaba lentes. -Soy John, es un placer.

-Hola, soy Richard, pero puedes llamarme Ringo. -saludó un chico que tenía muchas sortijas en sus dedos.

-señorita. -el chico que fumaba un cigarrillo me dedicó una sonrisa. -soy George Harrison.

-McCartney. - Brian reprochó al chico que momentos antes me miraba con detenimiento.

-Lo siento. -saludó indiferente. -soy Paul, Paul McCartney.

-Bien Samadhi puedes volver a tu oficina.

-Claro. -hice una sonrisa y salí de la sala.