Capítulo 4

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El resto de la semana pasó rápido. Nate se nos unió en los almuerzos y en los recesos. Rory estaba más feliz que nunca, se la pasaba con Charlotte, la que ahora nos permite decirle Charlie.

 El jueves, en la clase de educación física, anunciaron que el jueves de la semana próxima, después de clases, iban a ser las audiciones para las animadoras. Mi hermana me dijo que audicione, pero no estoy muy segura; me gustan las piruetas y soy muy elástica, pero no sé si quiero ser animadora, se supone que soy nerd y los días que hayan partidos en la tarde, tendría que venir con el uniforme como cábala o algo así según lo que me contaron Charlotte y Nate. Y ni hablar de quedarme después de hora algunos días para practicar.

 Es viernes y estoy en clase de Física con Nate resolviendo unos ejercicios de gravedad, esperando que toque el timbre para largarme de aquí. Hoy Rory se va con Charlotte y a mi me viene a buscar Addie con Eppy.

 – ¿Qué vas a hacer hoy? – me preguntó Nate. Yo le respondía mientras resolvía los ejercicios.

 – Mis primas me vienen a buscar y vamos a pasar el resto día juntas, ¿Tu?

 – Me voy a juntar con unos amigos a comer unas hamburguesas o algo – me respondió – ¿Vas a hacer la audición para las animadoras?

 – No lo sé Nate, no sé si quiero estar en ese ambiente...

 – No es mal ambiente – defendió él – las animadoras pueden ser un poco... ¿Superficiales? – yo reí. Eso era algo que daba por sentado – la mayoría son así Lori, no les importa nadie más que ellas mismas, pero hay que ser buena. La profesora Stewart es exigente en ese sentido, por más que la capitana este año sea Satcy Jones, no es solo ella quién decide quién entra – yo lo miré asombrada.

 – ¿Y tu cómo se supone que sabes todo eso? – el rió.

 – Mi hermana dos años mayor que yo fue animadora, ¿De qué crees que hablaba todo el día? De lo exigente que era la profesora y de lo insoportables que eran las otras chicas– los dos reímos. Terminamos los ejercicios y los entregamos.

 Diez minutos después, yo estaba saliendo del castillo. El día está hermoso. Estaba con los ojos cerrados aspirando el aire fresco cuando escuché un claxon. Los abrí y vi a mis primas. Me acerqué y ellas bajaron del descapotable.

 Eppy viste un pantalón ajustado color blanco, sus típicas botas con plataforma Jeffrey Campbell color verde clarito, a combinación con una remera holgada del mismo color, dejando a la vista uno de sus hombros. Su cabellera lacia y larga pelirroja resalta muchísimo.

 Addie, al contrario, tiene puesto un short de jean tiro alto hasta apenas mas abajo de la cintura, que deja sus piernas al total descubierto; la musculosa de tirantes azul eléctrico resaltando lo pálida que es su piel, está metida adentro del short. Tiene dos tiradores negros enganchados en éste y está usando unas botitas como las de Eppy, pero de color azul. Su pelo rizado le llega mas o menos por la quijada y sus ojos azules resaltan mas que nunca. Yo las recibí sonriendo. Pero la emoción de mi prima mayor, fue más grande que cualquiera.

 – ¡LORIIII! – me abrazó. Yo empecé a reír. Desde el viernes pasado que no nos veíamos. Cuando me soltó, pude responderle.

 – ¿Cómo estás Addie?

 – ¡Genial ahora que te estoy viendo! – reímos.

 – Hey mira, ahí está Rory con su amiga nueva – dijo Eppy señando a nuestro costado izquierdo. Ellas dos se estaban dirigiendo hacia Thomas que, otra vez, había venido con sus amigos. Nos estaban mirando cuando nosotras volteamos a ver, solo los saludé con la mano. Mis primas me miraban curiosas.

La vida de LorelayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora