– Deja de llorar Addie... me vas a hacer llorar a mi.
Nunca la vi tan destruida. Vino desde su casa en una calza gris, un buzo blanco y sus converse blancas... no voy a hacer comentarios sobre su pelo u ojos.
Me abrazó mas fuerte.
– Es que no puedo creer que me esté engañando.
– ¿Te pusiste a pensar que tal vez no lo está? Tal vez esa chica es su prima o algo así.
Se separó y me miró con una mirada llena de rabia.
– Si fuera una prima no le habría puesto un guiño. Si fuera una prima él me hubiera dicho que estaba con ella y mas importante de todo, su fuera una prima él no me habría dicho que estuvo todo el día encerrado estudiando para un parcial – dijo aumentando su voz al finalizar la oración.
– ¿Por qué no le preguntas quién es Susanna?
– Si hago eso va a saber que leí sus mensajes, me va a mentir y me va a decir exactamente eso... ¡Qué es una prima!
– ¿Entonces cómo piensas hacer para saber si te está engañando?
– No lo sé. Tal vez seguirlo o espiarlo... no sé pero algo tengo que hacer y no va a ser preguntarle para que me mienta en la cara.
– ¿Espiarlo? – sacudí mi cabeza, negando – Addie, así no vas a llegar a ningún lado... su relación no está muy bien que digamos, deberías preguntarle quién y listo. Si te está engañando tampoco tiene sentido que sigan juntos o que lo siga ocultando. ¿Para qué va a estar contigo si tiene a otra?
– No sé, no sé – dijo exasperada – tal vez debería preguntarle a alguno de sus amigos de la universidad.
– No Addie... – suspiré. Qué necia que es – pregúntale.
Dio un suspiro de resignación.
– Bueno, lo haré. Pero no ahora, no estoy lista.
– Hazlo cuando te sientas lista.
Se mordió sus uñas nerviosa.
– Es que quiero saberlo ahora, no en unos días cuando me sienta lo suficientemente fuerte para no llorar cuando me diga que me está engañando y tenga que dejarlo o poer... que me deje porque ya no soy buena para él y ella es mejor. Qué vergüenza.
– Espera... ¿Lo sigues amando?
– No lo sé.
– Addie, si ya no lo amas deberías dejarlo ir.
– Pero voy a extrañarlo... – dijo con los ojos llorosos.
– Lo sé, lo sé. Pero si él te está engañando es porque ya no siente lo mismo y si tu ya no sientes lo mismo tampoco... ¿Para qué seguir?
Asintió y se abalanzó a abrazarme de nuevo.
– Yo lo amaba Lori... pero desde que tomó esa actitud controladora y celosa ya no es lo mismo... y ahora no sé si me está engañando o por qué me miente. No sé qué hacer. – dijo y sollozó un poco.
– Debes hablar con él Addie... pero no ahora, no así. Cuando estés lista, habla con él y trata de no perder los estribos. Hazlo como la persona civilizada que tu puedes ser si te lo propones – le dije. Lo que nos hizo reír un poco.
Se separó y me dio una sonrisa triste.
– Gracias – se sorbió los mocos en un gesto poco femenino – no voy a ir a la universidad hoy... voy a quedarme en casa y Eppy va a ir mas tarde. Si quieres puedes venir después del ensayo de la banda de los chicos – me dijo sonriendo.
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La vida de Lorelay
Teen FictionLorelay no pensó que ir al colegio de nuevo le traería grandes personas a su vida y, dentro de ellas, él y sus ojos expresivos. Cuando menos lo esperaba cayó en la trampa del amor otra vez, traicionando a sus propios instintos de defender su pobre c...