– ¿Estoy bien así?
– Por enésima vez Addie... estás perfecta así.
¿Y por qué habría de mentirle? Sus rizos perfectamente armados acarician su cara cayendo y rebotando al caminar por su quijada, sus ojos azules resaltados con máscara para pestañas y una línea negra de delineador líquido pintando sus párpados, sus labios con una suave capa de labial rosa, su vestido azul eléctrico al cuerpo resaltando sus curvas y su pálida piel, dejando a la vista de la mitad del muslo para abajo; y esos zapatos, rosas también, haciendo que sea veinte centímetros más alta. Sí... está hermosísima.
– ¿Estás segura? Traje otro vestido y otro par de zapatos por las dudas y...
– ¡No! – interrumpí – así estás perfecta. ¿Quieres hacer algo para distraer tu mente?
Suspiró.
– Dime.
– Haz algo con mi cabello – le dije haciendo un mohín.
– No hagas pucheros, eres ridícula – rió – bueno, siéntate – obedecí y ella procedió a hacer su magia con mi larga cabellera rubia – no puedo creer que ahora vas a ser una animadora.
– Yo tampoco. Tendrías que haber visto la cara de Stacy cuando la profesora Stewart me dio el uniforme – reímos – al fin pude hacer que cierre la boca.
– Eso no quiere decir que no vaya a seguir molestando.
– Sí, tienes razón. Pero puedo arreglármelas.
– Yo sé que tu puedes. Cambiando de tema... ¿Cómo haces para mantener el bronceado de semanas atrás? Ese vestido blanco hace que parezca que vienes del Caribe o algo así.
Reí.
– Yo no hago nada... solo dura – dije encogiéndome de hombros.
– ¿Te diste cuenta que combinamos? Tus zapatos son del mismo color que mi vestido.
– Sí y de la misma altura... estoy pensando seriamente en llevar mis converse escondidas en alguna cartera. No sé si voy a durar toda la noche con estos zapatos.
– Mas te vale que así sea... no olvides que es el cumpleaños de Nik y hace meses que no lo vemos. Te va a hacer bailar toda la noche.
Sonreí inconscientemente. Nik siempre me saca a bailar, y por mas que pida para que busque otra pareja, él insiste en que nadie mejor que yo para bailar con él.
– Lo sé.
– ¿Nos perdimos algo? – dijo Epperly, entrando a la habitación seguida de Rory.
– Estoy peinando a Lori... Uau, están muy bonitas.
– Gracias – dijeron al unísono.
– Pónganse en frente mío... yo soy la jueza – dije riendo.
Ambas se pusieron frente a mí haciendo poses graciosas, mientras yo examinaba cómo están vestidas. Eppy se onduló el cabello, pintó sus ojos como Addie y sus labios con brillo. Tiene un vestido negro strapless, con zapatos extremadamente altos, color negro también. Rory tiene un vestido rosa claro con tirantes y con escote corazón. Ella solo alisó su cabello y pintó sos ojos con un poco se sombra blanca y máscara para pestañas.
– Las dos están más que bonitas.
– Me sentía bien hasta que te vi a ti, ahora somos todos patos y tu eres el cisne. – dijo Rory.
– ¡Oh, vamos! Las cuatro estamos bien – dije yo.
– Vamos a ponerlo de esta manera... yo saqué una pequeña parte de la descendencia noruega de mi madre, soy la típica chica inglesa pelirroja y Jasper es la copia de mi padre cuando tenía esa edad.
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La vida de Lorelay
Teen FictionLorelay no pensó que ir al colegio de nuevo le traería grandes personas a su vida y, dentro de ellas, él y sus ojos expresivos. Cuando menos lo esperaba cayó en la trampa del amor otra vez, traicionando a sus propios instintos de defender su pobre c...