Fue un día bastante bueno. No sabía que había tanta gente hipócrita, como también había gente tan buena. Conocí a Sara, es mi compañera en todas las clases y dentro de poco va a cumplir sus 17 años. Es grandiosa, es muy simpática y fue bastante sincera conmigo. Nos conocimos en la clase de matemáticas cuando entré después de que la rubia oxigenada que tiene nombre de zorra se disculpó conmigo después de haberme insultado cuando dijo sobre el sombrero.
- No te preocupes Megan es una zorra con todos. No entiendo porqué te pedía perdón en el pasillo. Por cierto, soy Sara Claren, no soy como Megan, soy normal. - Reímos al unísono y me extendió su mano así la estrechara.
- Soy Anna, Anna Miller. Soy nueva y vengo de Texas. - Le sonreí y estaba por preguntarme algo cuando la profesora nos interrumpió. No me dijo nada en toda la clase sobre mi sombrero y agradecí por ello.
Luego de la clase de matemáticas, fuimos al comedor así comíamos algo. De verdad, moría de hambre y no sabía porqué, sentía que los medicamentos que me había dado mi doctor me estaban haciendo efecto. Pagamos nuestra comida y nos sentamos con Sara. De verdad las hamburguesas estaban muy ricas. Tuve que comerme dos para saciar mi hambre.
- Nunca vi a alguien en toda la academia que coma dos hamburguesas, y más si son de la señora Mongomeri. - Me miró con una cara de asco, como si estuviese comiendo algo vencido.
- No entiendo qué le ven de malo, ¡son deliciosas! - Estaba fascinada, me encantaban.
- Enserio Anna, ¿hace cuánto que no comes que le dices a eso delicioso? - Estallamos en carcajadas por su comentario, porque de verdad parecía que estaba en cuarentena de la manera en que comía. - Ya, enserio. Quiero saber porqué tienes un sombrero, hace calor Anna. - No sabía si decírselo o cambiar de tema. Le tenía que decir ya que en algún momento se iba a enterar.
- No tengo cabello, tengo leucemia y no quiero que me miren con lástima, menos tú. Me caes bien y no quiero que lo arruines. - Me miró asombrada por un momento, y sonrío. No entendía porqué. Agarró su morral y sacó un gorro más chico, era de hilo y muy bonito y combinaba con nuestro uniforme y me lo extendió.
- Cuando vayamos al baño, te cambias ese hermoso sombrero por este aburrido, no te dirán nada si tienes esto. - Le sonreí, no pensé que me iba a tocar hablar con alguien así, no le importó que tenga leucemia y eso hacia que me agradara mucho más. - Sé lo que es tener cáncer, tuve cáncer de ovarios y logré curarme, obviamente, no puedo tener hijos, pero qué más da? Estoy viva y feliz. También perdí a mi madre por cáncer. No te preocupes por como te trate, yo también odiaba que me traten con lástima. - Hoy la conocía y la amaba, le sonreí y seguí comiendo mi hamburguesa. - Iug, no puedo seguir viéndote comer esas hamburguesas, Anna. -.
- No entiendo como te puedes llenar con una ensalada y un sándwich de atún y una manzana. Tienes que comer, la comida no te deja nunca en cambio las personas si. Odio las personas y más los hombres. Bueno, no todos, pero especialmente a mi Brad. -. Cuando me di cuenta de lo que estaba hablando, miré a Sara y volvimos a estallar en risas, no podíamos parar hacía ya más de un año y medio que había pasado lo de Brad y la puta de Mara y recién lo mencionaba.
- ¿Quién es Brad? - Preguntó entre risas y secándose algunas lágrimas que le salieron por la risa.
- Mi ex novio, se veía con mi supuesta mejor amiga y me enteré el día que fui por última vez a mi otro instituto. Luego te cuento bien, vamos a clases ahora. - Agarramos nuestras cosas, hicimos el recorrido hacia el baño y después fuimos a clases. El resto del día pasó bastante lento pero llegó la hora de irnos. Sara tenía su auto y se ofreció a llevarme, ya que mi padre me dijo que tendría que volver en autobús o caminando y de verdad tenía miedo de perderme. Ese hombre cree que conozco todo el mundo.
Sara manejaba de maravilla y amaba su auto, era tan cómodo que me dormiría en él. Estábamos yendo hacia su casa ya que tenía que ir a hacer unas cosas y luego me llevaría a la mía. Llegamos a su casa y era bastante grande y bonita. Un barrio privado. La miré y ella levantó los brazos en su defensa.
- No soy una niña mimada si lo piensas. Esa es Megan, vive justamente en esa casa. - Señaló la casa rosa que estaba del otro lado de la calle, parecía una casa de barbie con dos autos rosas y una camioneta blanca. Hice una mueca de disgusto. - Y es mi prima. - No se parecían en nada Megan y Sara, no podía creer que sean primas.
- Vaya, ustedes no parecen primas. -
- ¡Y GRACIAS A DIOS QUE LO DICES! - Levantó la voz a un octavo, y bastante relajada. - Todo el mundo cuando se entera que es mi prima, me dicen que somos idénticas. Iug, pagaría miles de dólares para operarme y no parecerme a ella. - Reí ante su comentario y bajamos del auto.
Su cara no sólo era hermosa por fuera, si no también por dentro. Cuando entramos, se escuchaban gritos de niños jugando en la sala de estar. Eran dos niños y una niña, no tenían más de 10 años.
- Son trillizos y son mis hermanos. Robin, Marcus y Nala. Son unos diablos, ten cuidado. - No podía creer lo que me decía, se veían tan tranquilos jugando entre ellos. - ¡Niños, llegué! - Gritó Sara y los tres se sentaron en sus lugares como señores ingleses.
- ¡HOLA SARA BANANA! - Gritaron al unísono, luego rieron, y yo también me reí, era tan gracioso ese apodo. Los tres voltearon y me miraron. - Y tu quién eres? -.
- ¡Qué modales! Ella es Anna, es mi nueva amiga, y odia a Megan como nosotros. - De verdad no entendí bien el gesto que les hizo pero vinieron corriendo hacia nosotras y me abrazaron. - Ya, ya, ya. Déjenla en paz. ¿No volvió papá? - Los tres la miraron y negaron con la cabeza. Era increíble la sincronización que tenían los tres juntos.
- Bien, no hagan líos, voy a mí habitación con Anna y luego me voy. - .
Ya en la habitación de Sara, me tiré en su cama, me saqué el gorro y abracé una almohada. - Odio andar por todos lados con un gorro. Quiero mi cabello urgente. -.
- No te preocupes, ya te acostumbrarás, Anna. Por cierto, ¿qué hiciste con todo tu cabello? -.
- Mi madre me cortó todo el cabello y lo llevó a hacer una peluca, no iba a esperar que se me caiga todo el cabello, iba a parecer Dooby de Harry Potter. - No pude no reírme ante el comentario que hice y mucho menos Sara.
- Yo esperé que se me cayera todo el cabello y me hice la peluca, la tengo todavía, igual mi cabello no era largo, siempre me gustó corto. -.
- Yo tenía largo y lo amaba. Lo necesito. - Con Sara podía hablar sin problemas al igual que con mi tía Lorraine, no me miraban con lastima o me abrazaban todo el tiempo como mis padres y las enfermeras que me veían. Podía ser yo misma y me encantaba, amaba que me traten igual que a las otras personas, porque eso era, una persona más sólo que un poco defectuosa.
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¡Buenas y santas! Así me saludaba mi abuela jajajajaja. Espero que les vaya gustando. En el capítulo anterior puse en multimedia a Anna, es hermosa, no es cierto? 😻 y ahora puse a Sara, otra belleza más. En fin, quizás en otros capítulos vaya poniendo a los otros protagonistas, pero ya que. Espero que les guste, ahora ando muy enferma, con gripe, siento que ya me muero, pero no moriré hasta terminar los capítulos jajajaja. Pero bueno, espero que hayan tenido unas hermosas pascuas ayer!
Gracias por los likes, me ayudan mucho a seguir escribiendo y eso.
Bye, Ariadna 😄
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Living with hope.
RomanceUna sonrisa que deja hipnotizado a cualquiera, un cuerpo maravilloso, una personalidad deslumbrante, amante al ballet y a la música clásica, el mejor promedio en su Academia, una familia maravillosa, no le faltaba nada, tenía una "vida perfecta". A...