T H I R T Y O N E

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Era día martes y Jungkook tenía que asistir a clases, aún cuando sabía que vería a Na Bong ahí. Sin embargo, tenía que dar un importante examen y si faltaba, no tendría posibilidad alguna de repetirlo. Aunque de todas formas, dudaba que obtuviese una buena calificación, ya que poco era lo que había estudiado.

Diablos, estaba acabado.

Se levantó de la cama, sintiendo un leve dolor de cabeza debido a que había dormido unas cuantas horas. Comió algo y se bañó después, tenía bastante hambre porque desde aquel nefasto suceso no había comido nada. Y si ahora iba a verla, después de dos días, tenía que tener las energías suficientes para ignorarla.

Porque sí, Jungkook estaba decidido a ignorar Na Bong. Estaba lo suficientemente molesto con ella como para siquiera dirigirle la mirada. Iba a luchar contra sus sentimientos y no iba a voltear a verle en ningún momento.

Como siempre llegó a clases de los primeros, antes cuando vivían juntos, llegaban ambos tempranos y hablaban de cosas banales en los minutos antes que comenzaran las clases. Miró hacia atrás, en donde él solía sentarse con Bong y suspiró, extrañando aquello, como si hubiesen pasado meses de esos momentos.

La vio entrar a clases atrasada, llevaba lentes negros que le cubrían la mitad del rostro.

Ella se detuvo a la mitad del salón buscando a alguien, hasta que Jungkook sintió que lo veía a través de aquellos lentes. Ni siquiera levantó la mirada del cuaderno, debía ser fuerte e ignorarla.

La clase iba en la mitad cuando él quiso arrancar de allí, la chica se había sentado a una mesas de distancia y lo único que hacía era verse bien. 

Y odiaba aquello, que cuando se había propuesto no mirarle lo estuviera haciendo incluso sin darse cuenta.

También le dolía, a ratos le dolía mucho porque no podía creer que ella haya vuelto con aquel imbécil. 

La hora terminó y él se movió rápido hacia afuera, corrió por los pasillos y se metió dentro del baño, se lavó el rostro unas tres veces y se miró en el espejo, se dijo a si mismo que todo estaría bien y que aguantara tan solo un poco , hasta que terminaran las clases. 

Pero al salir una sorpresa se llevó.

Na Bong lo estaba esperando allí.

Pasó por su lado evitándola monumentalmente. 

— Yah, Jungkook — Habló ella detrás de él, pero no se giró. 

Apretó los puños y siguió su camino.

— Lo siento ¿Si? — Lo agarró del brazo y lo giró para que la mirase, ya no llevaba lentes y se daba cuenta recién de lo hinchado que estaban sus ojos. —  Lo siento, sinceramente lo siento mucho...yo no quería que esto fuese así— Volvió a decir sin dejar de observarle.

— Yo tampoco quería que esto fuese así, menos contigo...—Miró hacia a un lado cuando pudo darse cuenta que los ojos de Na Bong se llenaban de lágrimas ¿Por qué lloraba si ella había arruinado todo? ¿Por qué lloraba si la real víctima era él?

—Jungkook...—Intentó tocar su mano, sin embargo él no la dejó.— en serio lo siento, p-por favor no te alejes de mi ahora...te necesito...

—¿De verdad? ¿De verdad me necesitas ahora Na Bong? —Le preguntó mirándola fijamente, ignorando por completo su corazón desbocado y las ganas inmensas que tenía de abrazarla para consolarle.— Pues yo también te necesité el día de tu cumpleaños y no estuviste...no estuviste para mi.—Na Bong hizo una mueca y bajó la cabeza, se sentía tan culpable por todo esto.— Así que ahora...no hay nada más que hacer...no puedo ser tu amigo nuevamente porque me molesta sobremanera que estés con ese idiota otra vez, por lo tanto...te pido que no te acerques a mi...por lo menos por un tiempo.— Le dijo tragándose las ganas de llorar.— Es lo mejor, Bong.

— ¿Lo mejor? ¿Lo mejor para quién?— Preguntó agarrando su chaqueta antes de que él se girara para caminar.

—Lo mejor para mi...— Le dijo para luego soltarse de su agarre, darle una última mirada y alejarse de ella.

Las otras clases fueron aburridas para el chico, entendía todo muy rápido es por eso que luego de terminar los ejercicios no hacía nada más que mirar por la ventana y ver a los demás chicos retirarse del establecimiento.

Hasta que llegó a su departamento, el cual seguía encontrándose como la mierda pero no le importaba mucho. 

Intentó abrir la puerta, pero le estaba costando mucho.

El día anterior le había dado unas cuantas patadas , lo que ocasionó que se apretara contra el marco.

Su vecina lo observaba riéndose, mas Jungkook estaba a punto de echar abajo la condenada puerta.

  — Déjame a mi — Le dijo la chica empujándolo con la cadera, agarró la llave y con suavidad lo hizo unas cuantas veces. — Ustedes los hombres son muy impacientes... — La chica siguió rodando la llave con lentitud hasta que se escuchó que la puerta se abría.

Ella le sonrió victoriosa, pero al ver que él no se la devolvía se detuvo.

  — Hey, ¿Qué ocurre contigo? — Le preguntó la chica, Jungkook evitó mirarla, agarró la llave que ella tenía en su mano y la metió dentro de su bolsillo— Te hice una pregunta...

— La cual yo no quiero responder, gracias por lo de la puerta — Murmuró él y sonrió falsamente.

—    Cualquier problema que tengas con chicas se solucionará — Jungkook frunció el ceño, ¿Acaso era bruja? — Tu amiga va a volver también, estoy segura ...— Le guiñó el ojo.

La chica le sonrió y se giró para volver a entrar su departamento.

Pero antes de entrar dijo.

— Ah, por cierto soy Minhee...

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¡Muchas gracias por leer!

las amo 😻

Motel room » j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora