Después de reír, me sentí tentada a contestarle de manera desafiante. Soy una chica que gusta de desafíos y retos grandes.
Oye, no nací ayer.- Dije poniendo los codos sobre la mesa y con mirada desafiante.- ¿Cómo sé que no me estás timando?
Él se limitó a mostrar una sonrisa torcida.- Tendrás que averiguarlo, gatita.
Me levanté de la mesa y llevé mi plato al fregadero. Fui a su asiento y rodeé mis brazos por su cuello.- No tientes a la suerte, Pitch...- Dije susurrándole al oído.
Él desapareció. Se desvaneció como suele hacerlo; esfumándose en arena negra. De pronto, una corriente de arena negra me rodea. Hace que retroceda, me hace girar y algo de cosquillas.
Pitch, basta.- Decía entre risas. Llegué a toparme con la pared de piedra, pero las cosquillas no paraban. Estás se detuvieron un momento, la corriente de arena desapareció para tomar la forma de Pitch. Apareció frente a mí con una sonrisa. Yo, recuperaba el aliento, hasta que abrí mis ojos y lo mire a él.
Seguíamos riendo. Hasta que todo se detuvo en un solo instante de eternidad. De sorpresa, me tomó de la barbilla y beso mis labios cálidamente. Sus labios eran suaves y transmitía un beso tierno, pero de deseo. No sabía cómo, pero así es cómo podía describirlo. Fue algo que me agarró de sorpresa, no sabía cómo reaccionar. Simplemente.... Me dejé llevar.
Sus labios poco a poco se separaron de los míos. No quería que eso pasara. Lo último que sentí de ellos fue un suspiro en mis labios. Era obvio que él tampoco quería parar. Lo siguiente fue silencio y no era incomodo, para nada.
Una vez, leí que los humanos tienden a querer repetir algo que les produce placer. Por eso repetimos muchas veces una canción que nos gusta mucho. Su beso quería volver a repetirlo. Quiero volver a hacerlo. Sus labios eran puro placer.
Sabes que puedes pedirme que te bese otra vez...-Dijo él en un tono calmado. El problema fue que su voz, mencionando esas palabras, me provocó una corriente eléctrica que bajó de mi nuca a mi espalda y no pude responder en ese momento.
Sin pensarlo volví a besarlo. Nada fuera del otro mundo, sólo junté mis labios a los de él. Pensaba en hacerlo sencillo y tierno, porque, me apena admitirlo, pero no tengo experiencia en besos. En cambio, él sí. Desafortunadamente, no pensó igual que yo.
Sujetó mis mejillas con sus manos y me acariciaba con sus largos dedos, mientras me besada apasionadamente. Sus labios abrieron mi boca y sin pensarlo, dejo meter su lengua. Gemí por el hecho de estar asustada, pues como dije antes, yo no tenía experiencia.
Pitch exploraba mi boca y cada parte de mis labios. Duró pocos segundos, pues él decidió parar. Mantuvo su mirada fija en mí y yo en él.
¿Pasa algo?- No sé cómo, pero logré formar una frase en mi cabeza para que mi voz la mencionara a pesar de todo el desastre que ocurría dentro de ella. Él negó.- ¿Hice algo mal? Él se limitó a sonreírme. Me mataba esa sonrisa.
Posteriormente, besó mi mejilla.- Sólo quiero... -Bajó sus labios para besar mi cuello.-... enseñarte a...- Luego a mi clavícula.-... besar...- Soltó su aliento sobre mi piel, la cual se erizaba a medida que sentía el cálido soplido resonante de su labios. Ambos caímos sentados en el piso. Estiró sus piernas para estar más cómodo. En cambio yo, quedé hincada sobre su cintura.
Pitch...- Solté un leve gemido al mencionar su nombre. No tenía planeado eso, salió de manera natural. Por debajo de mi camiseta, pasaba las yemas de sus dedos para acariciar mi espalda. Me aferré a él, al instante de sentir su tacto. Entrelacé mis brazos detrás de su nuca y mi frente se apoyó en su pecho. Él supo lo que pasaba: descubrió una zona sensible. Siguió recorriendo sus dedos por toda mi espalda, mientras yo, disfrutaba de aquel tacto tan placentero. Mis mejillas fueron llenándose de color carmesí y mis ojos fueron entrecerrándose. Se sentía bien... muy bien.
Escuchaba los latidos de su corazón aumentar el ritmo. Me preguntaba si él, siendo una clase de espíritu, tenía corazón. Hasta compruebo que tiene uno, un corazón que suena como canción de cuna.
¿Podría... quitarte la camiseta? Estorba un poco...- Dijo él susurrando en mi oído. Instantáneamente, mi cara volvió roja. No sabía que decir... si lo hacía, perderíamos la amistad que tenemos, de lo contario... nuestra amistad evolucionaría y se convertiría en.... Amor. Además... está era mi primera vez. ¿Será esto correcto?
Sus dedos dejaron de moverse, se mantuvieron estáticos en mis costillas. Me daba un poco de cosquillas, para ser sincera. Desenvolví mis manos de su nuca y levanté mi cabeza para mirarlo de frente. Coloqué ambas manos en sus mejillas y besé su frente. Deje de hacerlo, lo miré a los ojos y negué con la cabeza. Su mirada cambió a una decepción, pero luego mostró una pequeña sonrisa.
Entiendo...- Dijo él. Si en realidad entendió el mensaje, entonces sabe que valoro nuestra amistad demasiado. Es mucho más que mi mejor amigo y, si por cuestiones del destino, llegamos a estar juntos como pareja y terminamos mal... Bueno, no quiero perderlo por algo tan simple.
El día pasó rápido. No hubo momentos incómodos, por suerte. Sin embargo, lo único que lo arruinó, fue que teníamos trabajo. El rey de la oscuridad necesitaba provocar miedo.
**Nota de la autora**
Hola, lamento ausentarme tanto tiempo, no se lo merecen, mucho menos alguien que se ha quejado por la falta de actualización (osea yo). En fin, les comento que seguiré escribiendo. Quiero realizar todos los proyectos que tengo en mente para ustedes. Si todo sale bien, las actualizaciones serán los fines de semana (empezando desde este fin de semana al otro), ya sea sábado o domingo.
Finalmente, quiero agradecerles por quedarse con la historia, al igual que los buenos comentarios que he recibido. Gracias.
Nos leemos el próximo fin de semana :D
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Darkness (Pitch Black x Reader)
Romance"Cuando la gente está sola, normalmente llama a algún amigo suyo, yo no. La mayoría de la gente teme estar sola, yo no. Algunos prefieren estar solos que mal acompañados, al igual que yo." Estas son las primeras palabras que aparecen en estas pagi...