Capítulo 17: Algo está mal.

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No recuerdo lo último que pasó después del... accidente del restaurante, pero recuerdo haber despertado debido a un olor muy fuerte. Éste invadía mis fosas nasales. Poco a poco mis párpados se separaron para visualizar en donde estaba. Lo primero que vi fue un cielo despejado puramente azul, sin nubes, ni sol. Luego, pilares de mármol, los cuales sostenían arcos del mismo material. Un arco por cada par de pilares que lo sostenían. Finalmente, flores, hierbas, enredaderas. Naturaleza por todas partes se extendían por mucho en los pasillos que lograba divisar. Además de extenderse a lo largo de las paredes. Con la vista más clara, identifiqué el lugar de donde prevenía el fuerte olor. Mi pecho y pierna. Imprudentemente, traté de mover ambos, pero el dolor físico hizo que me detuviese, al mismo tiempo que traía imágenes a mi mente. Nieve, gritos y un sentimiento difícil de explicar: como si el alma se me escapara y solo quedase mi cuerpo como un cascarón vacío.

-(...).- Escuché poco a poco. Ascendentemente. Mi nombre, ese es mi nombre. Giré mi cabeza de donde escuchaba mi nombre y la imagen de Vita se volvía más clara.

-Vita.- Dije débilmente. Mi voz sonaba ronca.

-Que dicha que estés consciente ¿cómo te sientes?- Asentí ligeramente con la cabeza. Luego, ella tocó mi frente con su mano.- No hay fiebre, lo cual es bueno.- Parpadeé varias veces y con voz clara y un poco afónica pregunté por Pitch. Su mirada mostró decepción y tristeza.

Algo está mal. Los guardianes le hicieron algo.- Tengo que verlo.- Dije en un tono alterada.- Debo verlo.- Volví a moverme y el dolor punzante regresó. Está vez los fragmentos de memoria mostraban a Pitch alterado, había nieve disparada por todos lados y oscuridad en el cielo.- Vita, ayúdame a levantarme, por favor. Ella sostuvo mi brazo sano poniéndolo alrededor de su cuello y con su otra mano sostuvo mi cadera.- ¿Qué es esto?- Dije mirando a lo que tenía en todo mi brazo y pierna.

-Es arcilla de varias plantas desinflamatorias, ayudarán a sanar tus fracturas.- Dijo pasivamente.

¿Fracturas? No recuerdo haberme lastimado... a no ser.

-Vita, ¿qué pasó?- Ella quería decirme, pero algo la detenía. No estaré tranquila hasta saber qué sucedió.

Vita me llevó a una silla de ruedas, era de madera. Se veía resistente. Ella pasó su suave mano en mi mejilla. Yo no lo sentía, pero lágrimas caían por mis mejillas. Ella las limpió.

-Explicaré todo cuando mejores, es una promesa.- Ella sonrío. Después de un momento de silencio. En su mano, generó una flor cerrada con un líquido dentro. Me lo dio.- Bébelo. Calmará tus nervios.- En efecto, mi relaje demasiado. Pero no me quedé dormida.

En la guarida de Vita, cada hora cambiaba el cielo. Cuando desperté era de día, después del plazo de tiempo era noche. Lo sé porque, al no tener nada que hacer, conté el tiempo que pasaba y comenzaba a volverme loca. No hay manera de saber cuánto tiempo llevo aquí.

Vita sólo cuidaba de mí, pero no hablábamos. Algo está mal. Todo este tiempo en el que nos hemos conocido ella se ha mostrado muy amigable (muchísimo más que los guardianes), atenta y protectora. Pero, sobre todo, alguien con quien puedes hablar de lo que sea. Sé que ella disfruta hablar de su historia y escuchar las historias de otros. Es hora de hacerle frente.

Moví la silla de ruedas con mi brazo sano. No tenía ni idea de donde podría estar. La fortaleza de Vita eran enorme y parecía infinita. Lo único que agradecía de su fortaleza era que no había puertas. No tiene secretos, eso mantenía bajas mis sospechas contra ella. Cuando recorrí todo el piso, descubrí que aún me faltaba por indagar. Su fortaleza era una torre flotante con paredes de agua. Afortunadamente, para llegar a los demás pisos no había escaleras, sino rampas. No me detuve a observar los pisos, sólo quería encontrar a Vita.

Darkness (Pitch Black x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora