Darkness (Pitch Black x Reader)

Capítulo 15: Espíritu navideño.

Días después de toda la situación que nos agobiaba sobre las acciones de Vita, todo comenzó a transcurrir con normalidad: no había noticias de los guardianes, Pitch y yo hemos vuelto a trabajar, Vita nos visitaba de en cuando. Ella ha transcurrido bien, poco a poco se ha ganado mi confianza, a Pitch todavía le cuesta un poco adaptarse a la presencia regular de Vita. Normalmente, las veces que ha venido a casa es para mantener con vida a las flores de mi cuarto o, porque yo la invito a pasar el rato. Admito que me sigue dando lastima, pues... somos sus únicos amigos.

En fin, navidad se acerca y es hora de ir por el árbol de navidad, las luces y la estrella. Estoy muy emocionada por eso, Pitch... no del todo. Es decir, su relación con Santa (o Norte, como él lo llama), no le provoca un sentimiento de felicidad cuando la palabra navidad suena en su cabeza. Aunque, debo de darle un premio por su esfuerzo.

Es curioso que desde nos conocimos su personalidad arrogante y con complejo de superioridad por todos ha disminuido desde que la relación empezó. Quizás sea por la temporada, pero recordar todo lo que hemos pasado en todo este tiempo, hace que mi corazón se llene de alegría.

Pitch me ha permitido poner el pino de navidad con todo y luces. Desafortunadamente, no tenía como comprar la decoración, así que yo decidí hacer la decoración. Todavía recuerdo cuando la Sra. Pam me enseñó a coser. Estaba haciendo los calcetines navideños para ponerlos en las paredes. Pitch salió afuera para "cazar", ahí fue cuando aproveché y llamé a Vita para que me ayudase. Ella me enseñó una manera de contactar con ella. Una de las tantas flores de las que me regaló, sólo tengo que soplar in diente de león y ella aparecerá.

Empezó por ayudarme a que crezca flores de algodón, así solo será cuestión de coser el algodón en la cima del calcetín. No perdí tiempo y también le enseñé a coser. Ella estaba impresionada por mis habilidades confeccionistas.

-Sabes confeccionar muy bien, (...). ¿Quién te enseñó?- Dijo Vita maravillada. Un tono rosado apareció en mis mejillas.

-Una señora, para quien trabajé, me enseñó.- Dije mientras una sonrisa de memorias gratas se mostraba en mis labios. Ella continuó preguntando por mis habilidades para conocerme mejor.

-Eres una chica habilidosa y tienes tanta experiencia.- Sus comentarios más que ser comentarios, parecían halagos o adulaciones. Es como si nunca hubiese hablado con un humano.

-Bueno, hay personas mejores que yo, ¿sabes? O sea, no es por ofender pero me imagino que los humanos con los que hablabas hace años tenían mejores y más interesantes actividades que yo.

-No digas eso,- Dijo al instante, casi interrumpiéndome. Su tono de voz fue sereno.- todos los humanos son emocionantes. Además, estos humanos eran de otra época, muchas cosas han cambiado desde entonces. Cada humano tiene una historia que contar; triste, feliz, interesante, aventurera, difícil, todas son emocionantes.

-Ya veo...- Dije. Comencé a interesarme por su historia. Sé que Pitch me la contó y ella también, pero no completamente. A nadie le gusta hablar sobre su trágico pasado, a menos que quieras ayuda desesperadamente o busques llamar la atención.

Continuamos confeccionando los calcetines para luego empezar con el árbol. Vita, de la piedra dura y fría que cubría mi hogar, desde una pequeña grieta hizo crecer un pino. Era muy hermoso y olía muy bien. Lo único que faltaba era el aroma de manzana con canela en el ambiente.

Finalmente, faltaba decorar el pino pero no había con qué. Propuse que las luces fueran reemplazadas por luciérnagas, pero, tal y como imaginé, a Vita no le gustó la idea. Ella se disculpó por haberme decepcionado lo cual no fue así.