Pellízquenme, por favor.

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¡Hunter estaba loco! ¡Incluso más que yo! 

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¡Hunter estaba loco! ¡Incluso más que yo! 

Conducía como si se encontrara en una carrera de autos. Me aferré a mi mochila como si fuera la vida mientras él atravesaba semáforos en rojo y se descarrilaba.

Tenía el cabello dorado medio cubierto por baba de monstruo y los ojos marrones. Era bastante alto y podías deducir que era una persona muy irritable con solo mirarlo a los ojos. Portaba siempre ese gesto de superioridad que lo hacía verse fanfarrón. Llevaba los primeros botones de la camisa de la escuela desabrochados y el cabello revuelto. Tenía los brazos fornidos; eso y el hecho de que lo había visto matar a un monstruo, me causaban escalofríos. Hunter era, sin lugar a dudas un muchacho imponente con el que preferirías no meterte.

Los dados dorados que colgaban del espejo retrovisor se zarandeaban sin cesar copiando los movimientos bruscos de auto. Sentí que vomitaría mi desayuno sobre ellos.

Tomó una ruta absolutamente desconocida para mí y finalmente, detuvo el auto junto a un gran edificio en pleno centro de la ciudad. ¿¡Cómo rayos había hecho para llegar al corazón de la ciudad en menos de diez minutos?! Bajé del vehículo temblando por toda la tensión del viaje y me tiré al suelo mientras besaba la vereda (Dramatismo nivel Dios). Sentía la mirada de las personas que atravesaban esa calle clavarse en mi. Probablemente pensaran que estaba loca; que suerte que todo era tan solo un disparatado sueño.

-Exagerada...- murmuró Hunter bajando del auto y acomodándose el cuello de la camisa.

Me puse de pie y observé el gran edificio. Estaba colmado de gente que entraba y salía y parecía completamente iluminado con luces y colores brillantes. Podría haberlo visto desde el otro lado de la ciudad. Sobre la puerta lucía un colorido cartel luminoso que rezaba " Colorful Illusions, casino" 

-¿Un casino? ¿Acaso apuestas el atrapasueños en juegos de mesa o...?

Hunter rodó los ojos irritado.- Vamos, stairs; iremos a hablar con mi superior; digo, mi amiga; digo, mi total dreamer.

Ingresamos al casino luego de varios intentos. La gente me empujaba hacia afuera y casi caigo al suelo en varias ocasiones. Él lograba avanzar sin problemas pero a mí me resultaba muy difícil. Sentí que comenzaba a ahogarme en la muchedumbre, pero la mano de Hunter me sacó del torbellino de jugadores insaciables que se arremolinaban como abejas en un panal, alrededor una mesa de poker. 

Caminamos abriéndonos paso entre las personas concentradas en sus apuestas hasta llegar a un remoto cuarto del casino llamado "baño". Por suerte para mi, era el baño de damas.

Hunter abrió la puerta y se disponía a entrar cuando lo detuve.- ¿Planeas entrar al baño de damas?

Frunció el ceño.- Pues...

- Eso no se hace, está mal. Imagina que yo entre al baño de hombres. Tú no puedes entrar allí a menos que seas mujer o travesti.- declaré.

- Dios santo... ¿No te cansas de ser tan rebel dreamer?- Extendió el brazo hasta el cartel de la puerta con el dibujo de una mujer y, de un tirón, lo arrancó de su lugar. Finalmente, sonrió satisfecho.- Listo, ahora si puedo entrar.

Dreams Seekers (Buscadores De Sueños)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora