Todos sabemos que los profesores son bestias sin alma, que una mascota no es necesariamente un perro, que los niños vuelan con el poder de la imaginación, que los atrapasueños son mágicos, que los dibujos sirven para hacer realidad tus sueños y que...
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En un inicio, que dos de tus mejores amigos se abrazaran, besaran y alagaran permanentemente, resultaba algo tierno. Sobretodo si tú podías molestarlos con eso y hacerlos sonrojar.
Después de las primeras horas de contacto con los extraños especímenes en su mundo rosa pastel; se tornaba algo fatigoso y luego de medio día a su lado, lo único que deseaba era estrangularlos uno por uno.
- ¿Segura que no necesitas mi ayuda para llegar hasta la salida?- preguntó Hunter sacándome de mis pensamientos homicidas.
- No, gracias.- dije al tiempo en que Kate sonreía y besaba a su nuevo novio en la mejilla mientras respondía a su pregunta con un: - Tú estás peor que yo. Si alguien necesita apoyo, ese eres tú.
Fruncí el ceño incómoda por responder una pregunta que claramente no estaba dirigida a mí.
- No, tú estás peor.- replicó Hunter con su nuevo tono empalagoso.
Kate sonrió.- Tú estás peor.- dijo tocando su nariz con ternura.
Apreté la mandíbula. Esos dos lograban que mi cabeza se llenara de ideas sobre la destrucción de la raza humana.
- Si tanto quieren ayudar a alguien, ayúdenme a mí y ya.- gruñí.
Ellos parpadearon perplejos y Hunter sonrió diciendo.- Stairs está celosa de nuestro amor.
- Yo no usaría esa expresión. Pero les aseguro que lo único que siento en este momento, son ganas de sellarles la boca con pegamento.
- ¡STAIRS ESTÁ CELOSAAA!- Gritó él abrazándome por la espalda.
No podía golpearlo, estaba herido; así que me limité a apartarlo de un suave empujoncito.
Respiré profundo y sonreí.- No. Estoy. Celosa. Cabeza. De. Tortilla.- dije separando las palabras para que entendiera sin problemas todas ellas.
Hunter dejó salir una sonrisa socarrona.- Tranquila, Stairs. Yo también estaría celosa si mi mejor amiga saliera con el chico más perfecto del continente.
- Y el más humilde también.- murmuré irónicamente.
- Lo dices por pura envidia, stairs, y lo sabes: yo soy Absolutamente GENIAL.- Dijo retándome a seguir discutiendo.
- ¡Katherine, controla a tu novio! ¡Me está molestando deliberadamente!- chillé.
Kate entrelazó el brazo de Hunter y le dio un golpecito en la cabeza.- Novio malo. Camina hacia la puerta.
Los enamorados salieron por la puerta del hospital sosteniéndose uno al otro para no caer al suelo.
Leo iba tras de mí y fue entonces cuando una idea brillante se dibujó en mi mente.
Pasé por la puerta antes que mi hermano y la cerré tras de mí.
Leo calló de espaldas al suelo perplejo. Hunter y Kate se voltearon sorprendidos.
