Todos sabemos que los profesores son bestias sin alma, que una mascota no es necesariamente un perro, que los niños vuelan con el poder de la imaginación, que los atrapasueños son mágicos, que los dibujos sirven para hacer realidad tus sueños y que...
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Abrí los ojos y lo que ví fue la cosa más bella que jamás vislumbré. Era tan hermoso que no supe si ya había despertado o si aún dormía... Lo que ví fue... El Rostro De Andrew.
- Hey linda.- Sonrió él.- Te traje un poco de pizza.
¿Pizza y Andrew? Si, definitivamente aún soñaba.
- ¿Qué?- pregunté irguiéndome en la cama.- ¿Dónde están los muchachos?
- Ammm Encerrados, supongo...- Murmuró quitándole importancia al asunto con un gesto de la mano.
- ¡¿QUÉ?!
- Tranquila, les llevaré pizza luego.- Dijo Andrew sorprendido por mi reacción.
-¡¿Qué rayos ocurre?!- Gritó mi mente alarmada.
Fue entonces cuando miré a mi alrededor: aquella no era mi habitación en la casa de playa; jamás había estado en aquel dormitorio.
- En el cuarto de huéspedes.- Obvió él frunciendo el ceño.
- Yo... Yo ¿Cómo llegué aquí?...-Pregunté nuevamente.
- Ah, esa pregunta es simple: yo te traje.- explicó con una sonrisa de orgullo en su rostro.- Pero tranquila, también te traje un abrigo por si tenías frío.
Permanecí observándolo en silencio tratando de relacionar todo lo ocurrido. Hasta donde yo sabía, estábamos en la casa de playa, riendo y hablando, y comiendo esos deliciosos y sedantes bombones. Deliciosos y sedantes...
De pronto, algo hizo "click" en mi cabeza: fueron aquellos bombones. ¡Todo fue una trampa! Jennifer sabía que tarde o temprano acabaríamos con el Jeplus; así que lo inventó para dormirnos y traernos aquí.
Bruja retorcida.
-¿Y sabes dónde están mis amigos?- pregunté comenzando a exasperarme.
- Pues si, sino no podría llevarles pizza luego.- Murmuró él frunciendo aún más el ceño.
Me puse de pie apresuradamente y me dirigí a la puerta; pero cuando iba a atravesarla, Andrew bloqueó mi paso.
- Lo siento tanto Ali. No puedo dejarte salir; pero si puedo traerte mi reproductor de música si quieres, para no aburrirte.
Lo miré confundida.- No gracias, prefiero ir con mis amigos.
Traté de esquivar al muchacho pero él volvió a cerrarme el paso.
- Lo lamento, no saldrás. No irás con tus amigos: ya me fue muy difícil convencer a Jenny de no involucrarte en todo ésto. Me caes bien y no quiero que salgas herida de ésta guerra.
- No hay ninguna guerra aquí.- expliqué seriamente.- Solo los caprichos de una bruja adolescente.
Andrew rompió en carcajadas mientras negaba con la cabeza.- Jenny no es así.
