☁DETRÁS DE LA TORMENTA☁

Permiso concedido...

Viernes 17:34...

Tania

 - Elías por favor... Solo escúchame - Le suplico.

Alza la mirada y me da una señal para que continúe.

 - Se que no tengo derecho a hacerte daño de esta manera, y por ello te pido perdón, pero tengo que ser sincera conmigo misma y contigo. No te he querido como se quieren los enamorados, se que te duele oírlo pero no puedo obviártelo, te he querido desde el primer momento como a alguien a quien no soportaría perder, como un hermano, como un amigo, no quiero que nuestra amistad se vaya a la mierda por esto...

 - Tania, yo no quiero una amistad contigo... - Sus duras palabras se clavan en mi interior.

 - Tienes que aceptarlo, porque es lo único que busco - Lo miro a los ojos - Solo busco olvidar nuestra absurda relación y poder empezar de nuevo, como debimos hacerlo. Nosotros debemos superar esto Elías.

 - Deja de hablar como un nosotros! - Su mirada me atraviesa - Ya no existe el "Nosotros" él lo ha arruinado!

 - Olvida a Derek! - Elevo mi voz hasta su altura.

 - Olvídalo tu! - Me reta - Tu has sido la que lo ha metido entre nosotros!

 - Por favor - Me siento a su lado - Déjalo a un lado por un momento.

 - Tania me gustas, desde que te vi en la cafetería lo supe. No quiero dejarte ir, lo entiendes no? - Agacha la mirada.

 - Te entiendo , por eso espero que comprendas que lo que tu sentiste lo estoy sintiendo yo... - Miro sus mejillas y de nuevo me centro en sus ojos - Pero lo siento por otra persona...

Se tapa la cara con sus manos, para ocultar su rostro. Tarda unos minutos en levantar de nuevo el rostro y mirarme, su mirada esta vez es comprensiva, amable, pero dolida.

 - Derek, verdad? - Intento desviar mi mirada de sus ojos marrones, pero no puedo. No puedo mentirle, mirándolo a los ojos no.

 - Si... - Cierro los ojos esperando poder evitar sus gritos. Gritos que no llegan. Abro los ojos y me encuentro a Elías mirando a un punto fijo de la habitación.

Al sentir mi mirada puesta en él parpadea varias veces y me abraza. Me estrecha contra su pecho. Rodeo su cintura con mis brazos y una lágrima recorre mi mejilla al pensar que esto se ha acabado.

Derek

Aparco en el piso. Entro y me tiro en el sofá. <Estará Tania peleándose con Elías?> Como le diga algo que la pueda dañar se las verá con mi puño derecho. Quizás cambie de opinión y se reconcilie con Elías. O quizás salga con el Elliotito y me deje tirado por el criajo ese! Uff! Tengo que olvidarme del asunto o me volveré loco de remate! Cojo dinero de un pote de la cocina. Me cambio de camiseta y me peino un poco el pelo. Voy a mi cuarto, me guardo la lista en la parte trasera de mis vaqueros y cierro la puerta.

Mientras me dirijo al aparcamiento llamo a mi madre.

 - Derek hijo! - Exclama ella.

 - Hola - Digo desganado - ¿Me puedes pasar a Estela?

 - Claro, está aquí jugando con una amiguita.

"Estela, cielo. Derek quiere hablar contigo!" Oigo de fondo. Un pequeño chillido de alegría suena antes de que la dulce voz de mi hermana menor suene.

 - Hola Derek! - Me saluda alegre.

 - Hola princesa!

 - He echo una amiga en el hospital! Se llama María y tiene 7 años. Es muy guapa!