☁DETRÁS DE LA TORMENTA☁

Mi ángel

15 de octubre...

... ... ...

Tania

Por un instante veo de nuevo, luz, claridad, un rostro... Una sombra, ¿Un ángel? ¿Estoy en el cielo?

Un tacto cálido. Alguien me tira del brazo. Esos ojos...

La oscuridad desaparece por completo. Me aferro a algo suave e húmedo, empapado mejor dicho. Algo me sostiene. Unos brazos me sujetan. Estoy cansada. ¿Un ángel? ¿Quien me sostiene?

Me muevo, me elevo, me mueven de nuevo.

Esos brazos cálidos me dejan con cuidado en el suelo, en la madera fría... Su rostro borroso tapa el atardecer, la poca iluminación, que define sus facciones y reposa en su rostro, dejando sombras y iluminaciones en él.

Observo como sus labios articulan palabras, palabras que ni siquiera oigo. Me tambalea con precaución. Me cuesta respirar, ni siquiera siento el aire en mis pulmones.

Mis ojos se cierran.

Siento un tambaleo, unas manos que se posan en mis hombros. Un beso, delicado o quizás demasiado extraño, creo que ni siquiera era un beso.

De repente el aire entra de nuevo en mi cuerpo y devuelvo agua por la boca. Me recompongo y escupo toda el agua que he tragado.

Con delicadeza me recuesto de nuevo en el suelo, en la madera.

 - Tu... -Tartamudeo.

 - ¿Yo...? - Dice una cálida voz familiar.

 - ¿Eres... - Susurro para mi casi inaudible - ...un ángel?

Las comisuras se tuercen y una sonrisa me hace recordar. Mis parpados se cierran levemente.

<Ahora no puedes dormirte>

Él se recuesta en mi. Me eleva y me abraza.

 - Lo siento Tany... - Me susurra a través de mi hombro - Te quiero, no debí dejar que te fueras, no debí decirte nada de todas esas horribles cosas.

Cojo fuerzas de mi interior y abro los parpados por última vez. Él, sabia que vendría, es mi demonio pero también es mi ángel.

 - Te quiero Derek... - Susurro aferrándome a su camisa mojada y cerrando los ojos.

Media hora antes...

Derek

Tengo que despejarme, si me quedo encerrado no me contendré y saldré en busca de Jake para terminar lo que he dejado a medias.

Me levanto de la cama, llevo ahí cerca de una hora y media, o quizás menos, o más.

<Ni siquiera se el tiempo que llevo aquí>

Abro uno de los cajones de la cómoda y saco una camisa de cuadros roja, me saco la que llevo y la sustituyo por la camisa. Los vaqueros me los dejo y me calzo con unas Adidas y ordeno un poco el cuarto, no me gustaría que Max se cabreara más de lo que está.

<Hablando de Roma por la puerta asoma...>

 - Hola... - Saluda abriendo el armario.

 - Se puede saber con quien te has liado ya? - Comento al observar que ha entrado únicamente en bóxer y con su ropa en las manos, ropa que ahora se encuentra tirada en la cama.

<Por que me habré molestado en ordenar nada...>

 - Ah! Con Nicolle - Dice quitándole importancia - me quería dar las gracias por apartarte de su "Noviete" antes de que le estropearas el careto de niño pijo! - Se ríe mientras se pone unos vaqueros.