Martes 21:40...
Tania
- ¿Segura que no quieres venir conmigo? - Me pregunta Demian por segunda vez.
- Segura, gracias por traerme - Le regalo media sonrisa y salgo del coche, tras entregarle su móvil y su carnet de identidad.
Demian me guiña un ojo antes de arrancar y desaparecer de mi vista.
Me apresuro a entrar en el edificio, la puerta del recibidor se la habían dejado abierta así que tuve suerte. Subo hasta el segundo piso por las escaleras y me detengo en su puerta.
Cojo aire antes de llamar al timbre. Una, dos, tres veces. Nadie responde, la puerta no se abre.
Quizás se haya enfadado y no me quiera abrir. Imposible, no sabe que soy yo. ¿Son cerca de las diez y no están en casa? Un martes.
Reposo mi espalda contra la pared y me dejo caer hasta quedarme sentada en el suelo. Abrazo mis piernas y encierro mi rostro.
Derek, por favor... Te necesito. Necesito tus besos, tus abrazos, tus caricias... Te necesito a ti.
Mis mejillas se inundan de nuevo. Cierro los ojos.
Silencio.
Oscuridad.
21:30...
Derek
Sentado en el taburete, observo el vaso que tengo entre mis manos. Ese liquido amarillento hará que olvide por unos instantes. Eso pensé hace unos minutos y aún sigo aquí, en el mismo lugar, pensando en ella...
El alcohol no soluciona tus problemas, pero bueno, el agua tampoco.
- Ya te han partido el corazoncito, Romeo? - Al girarme encuentro el atractivo rostro de esa chica.
Con su melena rubia a un costado y sus ojos demasiado maquillados me sonríe. Se saca el cigarro de la boca y se acomoda en el taburete de mi derecha.
- Tamara, no me apetece discutir - Me limito a soltarle.
- ¿Y quien a dicho que vengo a discutir? - Se ríe inhalando el humo.
Enarco una ceja.
- Está bien, prometo no decirte nada indebido... - Pone los ojos en blanco y se apoya en la barra.
No le respondo simplemente me llevo el vaso a los labios. Me señala su cigarrillo. Me lo pienso dos veces antes de aceptarlo. Me lo llevo a la boca y el humo invade mis pulmones, relajándome.
- ¿Que ha ocurrido? - Pregunta.
La observo incrédulo. Y le sonrío falsamente.
- Pues que soy un imbécil y ella me a dicho que la deje sola... - Apoyo mi rostro sobre mi mano y observo a Max que liga con dos gemelas.
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☁DETRÁS DE LA TORMENTA☁
Подростковая литератураEs increíble, como en tan solo 200 metros, tu vida puede dar un giro de 180 grados y llevarse por delante a la dulce niña de ojos verdes, derrumbándola en el instante. Pocas personas son capaces de ayudarte en un momento así. Pero algunas pueden h...