Apostando por ti

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Viernes 23:59...

Tania

- Derek... - Trago saliva - ¿Por qué ha dicho eso Elliot?

Derek se toca el mentón y sus ojos me suplican perdón por algo que ni siquiera ha afirmando. Quizás esa sea su manera de afirmar lo que Elliot ha dicho. Dios que estúpida he sido. ¿Como he podido tragarme todas sus tonterías y sus jueguecitos? Desde el principio supe que nunca llegaría a querer a nadie. Me fijo en sus cejas alineadas y en sus ojos avellanados, en la fina línea que dibujan sus labios.

 - Suficiente - Aparto la mirada. Cuando abre la boca para decir algo lo interrumpo - Lo he pillado, tu silencio te ha delatado.

Me doy la vuelta y echo a andar. Nada me detiene. Quizás no debería esperar que viniera a abrazarme y a intentar explicar algo incoherente. Soy una estúpida niñita inocente con demasiadas expectativas para alguien como él. Únicamente debí i...

 - Tania! - Interrumpiendo mi rencor a mi misma, Derek me coge la muñeca - Tania mírame! - Repite girándome para si.

Me fijo en su rostro serio, firme.

 - Déjame, no quiero que me hables! - Miro por encima de su hombro, para evitar su mirada.

 - ¿Estas segura? - Enarca una ceja. ¿Intenta chantajearme?

<Claro que no estoy segura, quiero que me bese y me diga que todo esto es un simple trapo sucio, que esto es una mala pesadilla!>

 - Creo que no estas en condiciones de chantajearme... - Miro mis pies que tiemblan junto con mis rodillas.

 - ¿De verdad vas a creer a el gilipollas de Elliot? - Me pregunta agarrándome de los hombros - ¿Vas a creerlo a él antes que a mi?

Evito mirarlo puesto que mis ojos se empiezan a humedecer.

 - Mírame... - Me susurra levantando mi barbilla. Aprieto los ojos para que no los vea brillar - Mírame, yo nunca haría eso... Te quiero Tany, creo que deberías empezar a aceptarlo...

Abro lentamente los ojos. Miro los suyos, ese color avellana que le rodea el iris me hipnotiza. Parpadeo al intentar secar mis ojos.

 - ¿Como se que no mientes? - Una angustia se apodera de mi estómago.

 - Deberás apostar por mi... - Acaricia mi mejilla. Apoyo mi rostro en la palma de su mano y cierro los parpados.

Porque es así... Tan tierno cuando algo va mal, cariñoso cuando teme perder algo... Estúpido mío! La estúpida soy yo por quererlo, me supera.

Me abrazo a su pecho y él se sorprende pero me aprieta fuerte, cerrando nuestro abrazo. Lo aparto suavemente.

 - Vámonos... - Observo su labio cortado y me estremezco - Tengo que curarte eso o se te infectará...

Se lleva la mano a la herida y antes de que la pueda tocar se la aparto de un manotazo. Se rasca la mano, exagerado!

 - Au! Eso ha dolido! - Se queja.

Niego con la cabeza y lo sigo hasta que llegamos a los aparcamientos. Busco su moto con la vista, pero no la veo. Derek se detiene ante un Porsche blanco, ese coche es de... Max.

 - Max me a prestado su coche - Me muestra media sonrisa - Penaba que con las prisas me la pegaría con la moto, puto Max... - Sonríe al pensar en su amigo, al igual que yo.

Saca las llaves de su bolsillo trasero. Presiona el botón del pequeño mando y las luces del Porsche parpadean indicando que ya se ha abierto.

Derek sube al coche y yo hago lo propio. Nos ponemos los cinturones y arranca. Salimos del aparcamiento y apoyo mi mejilla en el cristal del coche.

☁DETRÁS DE LA TORMENTA☁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora