Ella. [parte 1]

CAPÍTULO 19.

Subimos en un ascensor que sobresalía del edificio y mostraba las increíbles vistas de aquel lugar, había una chica vestida de camarera y nos llevó hasta nuestra mesa, con velas y vistas a todo un lago y montes al horizonte.

Pidió una ensalada de pasta para las dos, sabía que me encantaba la pasta por encima de muchas comidas sin habérselo dicho nunca claramente. Al terminar la comida, después de horas hablando, me sacó de aquel sitio tan fantástico y me llevó a una cafetería con luces tenues, música de jazz y fotos de famosos por las paredes. No podía quedarme más sorprendida de sus detalles.

Después de esos días increíbles, volvimos a la ciudad, de noche, con las farolas alumbrando las calles y algún que otro perro ladrando por su amor perdido. Ella me llevó hasta mi casa y se fue a la suya ya que al día siguiente tenía que trabajar, me dejó uno de sus jerseys por el frío en ese viaje y me pidió que me lo quedará al bajar del coche e intentar devolvérselo, olía a ella.

Preparé uno de los libros de la colección, los puse encima de la mesa de la cocina junto con mis llaves y me fui a mi habitación, deshice la pequeña maleta que me llevé, la mochila y me metí a la ducha, el agua demasiado caliente para mi cuerpo me quemaba, pero a mi me gustaba eso, y me encantaba el agua caliente de más así que seguí bajo el agua como si nada. Tarde más de lo normal, me hice un moño al salir y me puse una camiseta de algún grupo como pijama, dejé su jersey encima de mi silla y me metí en la cama para leer un rato.

Me desperté con el libro abierto en la cara y lo que todavía parecía que era la noche, miré el móvil y eran las 04:26 a.m. Tenía mensajes de Sky así que los miré:

"Hola Ever, supongo que estarás ya dormida, quería decirte que mañana no podré ir a la cafetería como siempre, tengo que trabajar casi todo el día y tengo que hacer un par de cosas, si quieres pásate."

"Hola, espero que no seas de esas personas que se despierta cuando escucha el móvil sonar, sino lo siento, no puedo quedar al final, mi jefe me ha mandado más cosas y no tendré hueco para estar contigo."

"¿Nos vemos pasado mañana? Ven a mi casa a comer."

"Buenas noches Ever."

Decidí contestarle por la mañana ya que estaba bastante cansada, dejé el libro en la mesilla y me volví a dormir.