Descubierto [Jikook]

Capítulo 37: Te necesito

[Jungkook]

Y ahí estábamos. La madre en medio de la puerta para avisar a su hijo de que ya habían vuelto. Yo encima de Jimin, debatiéndome entre ser humano o ser una máquina de mocos, y el castaño tan duro que no sé cómo no se había derramado el agua de la bañera.

La vida definitivamente es una mierda.

- ¡JIMIN!

- ¡Mamá, no es lo que parece!

- ¡¿Qué ha ocurri-

Y ahora fue el padre el que se abrió paso en el cuarto, asomando la cabeza y desencajando la mandíbula igual que su esposa. A mi parecer fue una reacción un tanto exagerada, es decir, solo habían pillado a su hijo a punto de tener sexo. Era algo normal en los seres humanos.

- ¡¿Qué significa esto?! –exclamó el hombre, poniéndome los pelos de punta por la gravedad de su voz. Jamás me había aterrorizado alguien tanto, y por un momento sentí temor de que fuera a matar a su hijo ahí mismo, al cual fulminaba como si realmente deseara verle muerto.

Jimin me hizo a un lado y salió de la bañera, colocándose rápidamente una toalla tapando lo esencial y sacando a sus padres del baño, saliendo él tras ellos y cerrando la puerta a su espalda. Dada la situación, decidí que lo mejor de todo sería vestirme y marcharme hasta que se calmara el ambiente, y eso fue lo que comencé a hacer, intentando ignorar el escándalo que atravesaba las paredes hasta llegar a mis oídos.

- ¡Explícame ahora mismo quien era ese!

- Cariño, ca-cálmate, seguro que esto tiene una explicación.

- ¡MI HIJO ES UN MALDITO MARICÓN!

- ¡YA TE HE DICHO QUE ESO NO ES ASÍ, PAPÁ!

- ¡¿ENTONCES QUIEN COJONES ERA EL CHICO CON EL QUE ESTABAS EN LA BAÑERA?!

- ¡NO ES NADIE, JODER!

- ¡¿TE CREES QUE SOY TONTO?!

- Joonha, tranquilízate, por el amor de dios.

- ¡¿PERO TU ACABAS DE VER LO QUE ESTABA HACIENDO NUESTRO HIJO?!

- ¡QUE NO ESTABA HACIENDO NADA JODER, NO ES NADIE, YA OS LO HE DICHO!

"No soy nadie"

Abrí la puerta de golpe en el momento justo que el puño del padre interceptó en la mejilla de Jimin, rompiéndole el labio y haciendo que este sangrara de inmediato. Luego la madre gritó. El padre y Jimin me miraron en silencio, el primero marchándose a otro cuarto y encerrándose de un portazo.

- Yo cr-creo que me voy...

- Te acompaño.

La madre se quedó estática, incapaz de moverse en todo el tiempo que Jimin me acompañó a la salida. No dije nada, pero noté que no me tocó ni un segundo. La sangre aún descendía por la barbilla, surcando un camino por su cuello y manchando su pecho. Pero él no se quejaba, solo me miraba en silencio.

Y ahí entendí todo el estrés que sufría Jimin.

Y jamás en mi vida me sentí más culpable que en ese momento.

- Jungkook, y-yo...

- Adiós –le interrumpí apresuradamente antes de que pudiera formular una frase. No podían empeorar más las cosas, pero yo sí que podía sentir más dolor.

Salí por la puerta rápidamente y eché a correr sin girarme ni un segundo a verle. Las farolas ya estaban encendidas, iluminando débilmente la acerca que pisaba a toda velocidad, escapand de algo que ni yo mismo entendía.

Y entonces caí. Me escondí en el primer callejón que encontré y eché a llorar con todas mis fuerzas, ahogándome en mis propias lágrimas. Cogí mi móvil e inconscientemente mis dedos se pusieron a marcar un número.

- ¿Eunwoo? –conseguí formular, sintiendo como se desgarraba mi garganta por ese simple esfuerzo. – T-te necesito, ayúdame... 

- ¿Dónde estás? ¿Qué ha pasado? -a cada segundo sonaba más agitado y preocupado, pero eso no cambiaba en nada mis pensamientos, los cuales solo vagaban en la escena vivida hacía unos momentos. – ¡Jungkook, responde! 

- N-no lo sé... –me interrumpí, atragantándome con mi saliva, con la desesperación que desprendía cada parte de mi cuerpo. –No sé nada... 

- Voy a por ti.

Y yo solo recé porque alguien me ayudara. No que me encontraran, no que me explicasen, simplemente que me quitara toda esta angustia que se aferraba a mi pecho y amenazaba con dejarme sin respirar.