Epilogo.

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Pienso en mis errores mientras conmemoro que me ha traído aquí. Alguien codea mi cabeza, otra persona tira mis anteojos, muevo la cabeza para impedir hacer un movimiento indecente. Para salirme de control, y continuo avanzando hasta que llego a un taxi que me saca del aeropuerto. Le doy la indicación de que me dirijo a la empresa de turismo 'Tulipán Azul'. El taxista me mira antes de dirigirse a la dirección que le he indicado, trastabilló en mi pie por lo pesada que es la maleta y recuerdo que debía dejarle un mensaje a Thomas antes de bajarme del avión. Así que le llamo en el camino antes de llegar a la guía de turismo.

— ¿Thomas?—le pregunto una vez comienza a contar la llamada.

— ¿Idiota? Ah, no. ¡Max! ¿Ya llegaste a la ciudad de las luces?—bromea mi amigo.

— Eso es Paris, Idiota. Como sea, sólo llamaba para que no fueras a desvelarte pensando en mí, debo irme. O perderé la guía de turismo.

Thomas rió detrás del teléfono.

— Sí ves una chica linda, dile que en Sídney la vida es más sabrosa y que la estaré esperando.

— Hasta luego, ególatra—me despido antes de colgar la llamada y recibir a New York con el aire de la libertad. Una semana lejos de Sídney es lo que necesito para estabilizarme y no tener la necesidad de asistir a las terapias de TCC. Esa cosa sólo empeoraba el asunto.

Le pago al señor del taxi y me doy el tiempo de caminar y bajar mis cosas con calma aún si hay automóviles sonando el claxon para que me de prisa. Cuando por fin he bajado todo mi equipaje y el taxi avanza como alma que lleva el diablo, me doy el tiempo y la consideración de lanzarles un beso a los automóviles que tan desesperados estaban, a fin de cuentas se atrasaron en el semáforo.

Camino nuevamente hasta donde se encuentra una señorita que me dice donde recoger mi gafet que dice 'Turista' que blasfemia ponerle título a todo y a todos.

Y la guía comienza, personas viejas son las que mayormente se encuentran a mí lado por lo que me temo poder conseguirle una chica a Tom, aunque me haya pasado cinco dólares para ello.

Todo el mundo se detiene cuando la señorita encargada de darnos la guía se gira, y se alisa la falda con las manos. Entonces entra una mujer de unos treinta y tantos años, con el cabello lacio y café, con unos mechones rubios haciéndose notar. No es muy común, tiene ojos y cabello cafés. Si sonriera se vería mejor, cuando alguien está serio se le marcan más las arrugas. Por eso yo soy tan carismático, no me gustaría verme más viejo de lo que ya estoy. No va conmigo.

La mujer que acaba de entrar hace unos segundos nos dedica una sonrisa a todos los presentes y se gira a ver a la chica que hace menos de cinco minutos nos decía las mejores atracciones de New York.

— Hola a todos, mi nombre es Liz Parkinson. —Todos soltaron una risilla. —Y no, no es por qué esté enferma. Soy la dueña de Tulipán Azul y estaré en mi oficina si alguien tiene alguna complicación o queja.



*

En caso de que no quede claro, el epilogo lo narra Max Flowers. El protagonista de Un Amigo Para Pepper :D

Muchisimas, muchisimas gracias por acompañarme estos tres meses de trayectoria de escribir está historia. 

ENSERIO, GRACIAS. 

Enseguida subiré los agradecimientos, jaja. Sí es que les interesa, verda..

Los amo un montón, a las personas que leen esto. Aunque no hayan comentado en toda la historia7n7 Treinta visitas y tres personas que comentan, ¿Enserio? 

Bueno, que me quejo. Amo Wattpad y amo escribir.

¡Espero verlos en UAPP!

Los quiere, Ari.

Increíblemente SarcásticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora