12. Acantilado Sonoro.

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Ultimo del pasado.

Tardó menos de diez minutos en caminar hasta el Rount. Era un sitio lúgubre, con plantas decorando las paredes, suelo cristalino. Un lugar que una vez fue un tremendo rascacielos, pero que para ese tiempo cualquier viento o golpe podía derrumbarlo. Liz y Violet suponían que eso era la explicación de todas las personas y sentimientos de gran edad. Todas terminaban por quedar al alcance de un pequeño golpe de derrota.

    Liz llamó a Violet desde la entrada. El acantilado se encontraba a unos cuantos pisos arriba. Subiendo las escaleras a la derecha, tuvo que entrar en el establecimiento de Rount para que Violet la escuchara y le llamara para que nuestra querida protagonista le escuchara.

    Estaba más abandonado de lo que recordaba. Violet tenía el maquillaje corrido, adjuntado en las bolsas de los ojos, los labios levemente hinchados y una sonrisita en la boca. Liz se le acercó temerosa.

    — He traído un encendedor—Violet se sorprendió de verla—Supuse que no habrías cargado con uno y que te haría falta en tu viaje.

    Violet asintió. Le indicó a Liz que se sentara a su lado. Eso hizo. La otra inquilina sacó la caja de cigarrillos que Liz había comprado para molestarla, tomó el encendedor y de un minuto a otro se encontraba con el aliento oliendo a cigarro.

    Liz tardó un par de minutos en incorporarse a la imagen de Violet siendo y actuando cómo había sido y actuado antes. Porque se había propuesto cambiar y lo había logrado. Un par de problemas menores habían hecho que se saliera de control nuevamente. Pero era algo que se podía arreglar con unas cuantas noches de sueño suficiente. Y una ignorancia hacia la persona rubia que había causado su ineficaz humor.

    — Creo que no deberías fumar mucho, Vio—advirtió Liz. —Has perdido la costumbre. Te caerá mal en el organismo.

    Violet le mandó una mirada asesina.

    — C.A Hampton decía ''Un cigarrillo podría no ser la resolución de los problemas, pero el humo de la libertad siempre será la compañía de los desafortunados''

    — No creo que C.A Hampton sea una buena influencia en este momento para ti, Vio. —argumentó Liz. —Estás mal, deberías estar en casa durmiendo.

    — Y tú deberías decirle a James lo que sientes—contraatacó Violet.

    Liz se encogió de hombros. Lo último que había pensado en ese día había sido James. No había respondido el mensaje de voz, no le había escrito, la ignorancia le parecía tanto a Liz, como a Violet. Insoportable.

    — Preferiría no hablar de eso. Ya he tenido demasiadas crisis el día de hoy.

    Violet soltó una carcajada. Le frotó el hombro.

    — Querida, tienes trece años. A duras penas sabes que significa la palabra crisis en sí. Tienes mucho tiempo para pensar en tus errores y encontrar alguien mejor que James—farfulló la del cigarrillo entre los dedos.

    — No quiero a alguien mejor que James, sólo quiero ser feliz—masculló Liz.

    Violet frunció los labios con labial rojo. Se acomodó el cabello detrás de la oreja y se levantó dejándose ver en el acantilado.

    — ¿Realmente quieres ser feliz?—le preguntó entonces.

    Liz asintió rápidamente apiadándose de sus propios pensamientos sentimentales.

    — Entonces, ven—le ordenó Violet.

    Liz se levantó, quedaron frente a frente.

     — Te diré lo que tienes que hacer, lo que tienes que pensar a partir de ahora. Sí me haces caso recibirás un premio además de tú propia felicidad—narró Violet como si estuvieran jugando a la Ouija—Pero, sí no lo haces no sólo no estarás feliz; estarás más triste y deprimida de lo que estuviste en un principio.

    Liz sintió un escalofrío. Violet le tomó la mano, le dió un leve apretón.

    — Primero, cierra tus ojos.

    Eso hizo.

    — Segundo, quiero que me escuches con atención—susurró Violet acercándose al oído de la pequeña chica. –Tendrás que soportar lo que voy a decirte, tendrás que ser fuerte, linda.

    Liz volvió a sentir escalofríos. Apretó la mano de Violet, está misma tragó saliva antes de comenzar a decir lo que tenía que decir.

    — Eres un asco de persona, mírate. ¿Cómo alguien podría amarte? ¡Tienes el cabello desarreglado y hecho una maraña de asco! Tus mejores amigos ahora ya saben quién eres, ya saben que eres parte humana y parte enferma. Y adivina que, pronto más personas lo sabrán. Todo el mundo se enterara del monstruo que eres—Liz soltó un sollozo. Violet le golpeó levemente la mejilla—Hey, ¡No llores o esto no funciona!

    — Sólo quiero que te calles—susurró Liz.

    — Tienes que ser fuerte, pequeña. —Advirtió Violet, antes de continuar—Quiero que olvides a las personas que te han hecho daño y te des cuenta que los que te digan lo anterior en parte tienen razón, porque adivina que. Muchos van a mentirte, ¡Todos somos un asco! Este mundo es un asco de acuerdo a como lo veas. Sólo tú puedes encontrar tú mundo lindo y feliz. Sólo tú puedes ser feliz por ti misma sin importar que digan los demás, Liz.

    Y eso fue todo. Violet soltó la mano de Liz quién conservaba una postura fuerte y confiada. A partir de ese momento la otra inquilina de casa había planteado en Liz el movimiento de los sentimientos que la ayudarían a soportar los siguientes años.

    Violet y Liz se colocaron en el acantilado, con los pies colgando. Violet se terminó su cigarro, y lo tiró al fondo.

    — Cuando era pequeña era como tú. Escuchaba voces, creía que los peces me hablaban cuando iba a pescar con papá—le contó Violet, Liz se limitó a sonreír.

    Y entonces Violet sonrió.

    Y Liz se sintió mejor que nunca. Tenía una nueva actitud, tenía que comenzar a actuar. E innegablemente los cambios de Liz fueron notables, no sólo para ella misma sí no para la mayoría de las personas y estudiantes. Que en un sincero tiempo le tuvieron miedo, le tomaban por niña rara. Pero el día que hizo una de las mejores cosas, fue tomada por heroína y fue amada.




*

Y esto fue el pasado señores y señoras :) Doce capítulos, cincuenta paginas en word. 

¡Por fin! 

No me malinterpreten, aunque amaba escribir sobre los demás y el pasado ya tenía que llegar tarde o temprano al presente. Porque a fin de cuentas estas historia de de Tim y Liz, y le ha llegado la hora a Timmy :D

Sí has llegado a leer hasta aquí, te lo agradezco un montón. Eres inmensamente importante para mí, aún sí no has votado ni comentado. Te amo.

¡Muchisímas Gracias! Nos vemos en el presente (Tal vez lo suba entre hoy y mañana. Debo pensar una manera kul de que se conozcan Tim y Liz)

Los quiere infinitamente.

Ari.

Increíblemente SarcásticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora